domingo, 23 de diciembre de 2012

JUAN BAUTISTA IOGNA.

Testimonio: Juan Bautista Iogna.
“El edificio está todo construido de hormigón y cemento, ahora ya no se trabaja así”.

Se llama Juan Bautista Iogna (Tita), nació en el Friuli, Italia, hoy tiene 85 años, es la única persona aún con vida que trabajó en la construcción del edificio de Círculo Italiano. Sus primeras incursiones en el trabajo de la construcción las realizó en Francia, allí trabajó cinco años adquiriendo la habilidad de moldear el yeso. Esta experiencia le permitió la ejecución de todas las molduras en yeso del Teatro, con la colaboración de su hermano Modesto Iogna y bajo la dirección de una empresa de Buenos Aires. “Era un trabajo muy delicado, había que saber trabajar el yeso para que quedase bien. Cuando Gino Iogna fue nombrado capataz de la obra enseguida nos llamó a mi hermano y a mí, porque él sabía que éramos buenos albañiles y gente de trabajo . También estaba Velino Iogna, que era muy inteligente y responsable. Gino había estudiado, era constructor. Yo también hice cursos para especializarme. Este trabajo era muy grande y de gran responsabilidad, y nosotros así lo entendimos.
El Ingeniero, Federico Wermer venía de Buenos Aires cada tanto para ver como seguía la obra y él se ocupaba allá de conseguir los materiales. Cuando hacíamos hormigoneada trabajábamos de corrido, hasta que se terminaba. Venían los chacareros y sus hijos, como también los del pueblo, a ayudarnos, sin cobrar nada. El Padre Fogliotti venía entrada la noche y nos traía un trago de grapa para darnos fuerza y calor. El material venía en vagones completos. El edificio está todo construido de hormigón armado y cemento, ahora ya no se trabaja así. La carpintería la hizo toda Tasca, el electricista era Liberati. Éramos cinco personas permanentes y algunos obreros, nunca tuvimos un accidTrabajamos durante cuatro años; siempre hubo problemas de dinero, en una oportunidad mi hermano y yo también firmamos una garantía por $ 10.000. La gente era muy buena, desinteresada, desprendida y honesta. Siempre me acuerdo de Pietrini, Picotti, Berola, Grifoni, que eran los que más cerca estaban de nosotros… Se desvivían por la obra. Pietrini buscaba siempre la manera de facilitar el trabajo y le encontraba la vuelta a todos los problemas y dificultades… Han dejado sudor y dinero en Círculo Italiano…”


Fuentes de información: página del Circulo Italiano de Villa Regina
http://www.teatroci.com.ar/ y Círculo Italiano 1926 - 70 Aniversario - 1996 (gentileza: Walter Ventura).

Una reproducción de la Scala de Milán.
El proyecto de la sala del Círculo Italiano fue creada por el arquitecto Federico Wermer, quien reprodujo el teatro de la "Scala de Milán". La ejecución de las obras estuvieron a cargo de vecinos de esta ciudad, encabezados por Gino Iogna, que a su vez convocó a varios de sus hermanos, entre ellos Juan Bautista.
Si bien todos aquellos que participaron en el proyecto y construcción han fallecido, el club Círculo Italiano atesora los testimonios de aquellos que participaron de las obras.
Precisamente uno de los documentos más valorados es el testimonio de Juan Bautista Iogna, un constructor que había adquirido su experiencia en obras que desarrolló en Italia y Francia. Esa experiencia adquirida le permitió incluso realizar todas las molduras de yeso ubicadas en el cielo raso, las cuales hoy aún se conservan. En la tarea no estuvieron solos, ya que contaron con la colaboración durante los fines de semana de jóvenes que venían de la zona rural que sumaba brazos a la construcción.
Y la obra no solo era inédita por sus características, sino que además se sumaba que por primera vez se utilizó el hormigón armado, con el objetivo de dar durabilidad a los trabajos.
En los documentos que guarda el Círculo Italiano, Juan Bautista destacó que su hermano tras ser nombrado capataz de la obra los convocó. "Gino había estudiado, era constructor. También hice cursos para especializarme; este trabajo era muy grande y de gran responsabilidad, y nosotros así lo entendimos".
En otra parte rememoró que "cuando hacíamos la hormigoneada, trabajábamos de día y noche; venían los chacareros y sus hijos a ayudarnos; también el Padre Fogliotti venía entrada la noche y nos traía un trago de grapa para darnos fuerza y calor".
Publicado en el Diario "Río Negro", domingo 2 de julio de 2006.


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