domingo, 29 de julio de 2012

Ing. Salvador San Martin. "CÓMO LA ARGENTINA PERDIÓ LA PATAGONIA. CUENTO FANTÁSTICO" por el Ing. Salvador San Martin.

"CÓMO LA ARGENTINA PERDIÓ LA PATAGONIA. CUENTO FANTÁSTICO" por el Ing. Salvador San Martin.

El  3 de julio de 1984 el Diario "Río Negro" publicó en el Suplemento Económico y Agropecuario "CUANDO LA ARGENTINA PERDIÓ LA PATAGONIA. CUENTO FANTÁSTICO" del Ing. Salvador San Martin y que despertara  muchas polémicas y acusaciones de "segregacionista" y similares calificativos de formar parte de una campaña internacional que pretendía dividir nuestra Argentina, etc. etc.

En el mismo se habla de cuatro provincias patagónicas en ese momento Tierra del Fuego  era territorio nacional luego tendría rango de provincia en 1990.  No menciona la represa de Piedra del Aguila porque todavía no existía, como así tampoco los yacimientos petrolíferos y gasíferos de más reciente descubrimiento.
Si bien este es un "cuento fantástico", tiene antecedentes: los habitantes del sur de Chile intentaron una suerte de independencia de Santiago, a comienzos del siglo XX.
Otro antecedente es el Reino de Araucanía y Patagonia fundado por Oréllie Antoine de Tounens en 1860.
Un relato que días antes había sido distribuído entre los asistentes a una reunión con funcionarios nacionales en la provincia del Neuquén.
El Ing. Salvador San Martín era  experto en temas energéticos. Había sido Sub-Secretario de Energía y Combustibles durante el gobierno del Dr. Arturo Frondizi y el sindicato de Luz y Fuerza, conducido por José Taccone, amenazó con una huelga que dejaría sin energía eléctrica a Buenos Aires esa experiencia, lo marcaría a fuego, y la recrearía luego en este cuento-relato donde se pone en evidencia la vulnerabilidad del poder central nacional y la dependencia con las provincias patagónicas, en especial Río Negro y Neuquén.
Salvador San Martin fue un estudioso de los temas regionales y un empresario que vivió con su familia en Villa Regina, fallecido en abril de 1993.
El cuento sirvió como base para la conformación de un movimiento -que tuvo como nombre PAIS- tendiente a que Nación tuviera en cuenta las necesidades patagónicas, y generó un verdadero revuelo nacional al ser reeditado y editorializado por medios como el diario "La Prensa" y varias revistas.



El día 14 de agosto de 1985, estaba de guardia en el tablero central del Despacho Eléctrico de Cargas, el Ing. Bonifacio Astigueta, quien como era habitual en él, escudriñaba atentamente y en forma personal todas las complejas señales luminosas del tablero. A las 18,30 hs., cuando se disponía a retirarse, un auxiliar llamó su atención sobre el indicador de enganche de la línea de alta tensión El Chocón-Cerros Colorados, que titilaba indicando alguna anormalidad. El Ing. Astigueta accionó en seguida el control de fallas del tablero por si se trataba de una perturbación eléctrica y, como la señal intermitente continuaba, en previsión de un sorpresivo desenganche de la línea, ordenó, por el circuito telefónico, el estado de alerta de la Central Costanera Sud y de Salto Grande, preparándose para reemplazar cualquier falta de corriente de El Chocón. Cuando tuvo todo bajo control, tomó el teléfono para comunicarse con el control de la Central de El Chocón y con ojos dilatados por el espanto, escuchó la siguiente comunicación

"Aquí el Comando Suicida El Chocón, en nombre del Gobierno Provisional de los Estados Unidos de la Patagonia, comunican a ese Despacho de carga para su retransmisión al Presidente de la Nación Argentina lo siguiente:


1º - En el día de la fecha nueve comandos suicidas integrados por ciudadanos patagónicos y bajo instrucciones del Gobierno Provisional de los Estados Unidos de la Patagonia, presidido por el Dr. Aníbal Alejandro Garmendia, han tomado posesión de las Centrales de El Chocón, de Cerros Colorados (planicie Banderita y desviador de Mari Menuco), de Alicura, de la central de Arroyito y de Confluencia, de las plantas compresoras de gas natural de Loma de la Lata, Pico Truncado y Cerro Cóndor. En ningún caso se han producido bajas entre el personal de las plantas y tampoco entre los comandos de ocupación.


2º - Cada comando ha procedido a dinamitar los puntos neurálgicos de cada central o planta, de modo tal que una detonación afectará incluso a las instalaciones fijas de los rodetes de turbinas o moto compresores de gas. Los daños han sido proyectados para que ninguna instalación pueda ser puesta nuevamente en funcionamiento antes de tres años y hasta cinco años, según los casos.

3º - Cada comando es autónomo para tomar la decisión de hacer volar las cargas explosivas, al menor indicio de que el Gobierno de la Argentina haya dado orden de reprimir a los comandos o atacar las instalaciones, procediendo incluso ante cualquier movimiento preventivo de tropas, aviones, o cualquier otra acción de fuerzas armadas o policiales de la República Argentina.

4º - A partir de las 0 horas del día de mañana 15 de agosto, correrá un plazo de 48 horas, para que el Gobierno de la República Argentina reconozca al Gobierno Provisional de los Estados Unidos de la Patagonia, como legítimos gobernantes de este país y lo acepte como país asociado según los términos que se acuerden oportunamente.

5º - Vencido el plazo de 48 hs. sin que el Gobierno Argentino haya accedido a la demanda anterior y a iniciar inmediatas negociaciones, comenzarán a reducirse el número de turbinas en operación y el bombeo de gas, hasta el corte total del fluído elétrico, de gas y de petróleo en las 48 horas subsiguientes.

6º - El Gobierno Provisional de los Estados Unidos de la Patagonia ha destacado a Ministros Plenipotenciarios ante los principales países de la comunidad internacional a efectos de plantear el caso del dominio colonial argentino sobre la Patagonia, y procurar el reconocimiento del Gobierno Provisional instituído.
7º - Se reitera que cualquier acto militar o policial iniciado por el Gobierno de la República Argentina, será considerado por los comandos como prueba de rechazo.
8º - En estas tristes circunstancias recordamos al pueblo amigo de la Argentina la voluntad de ser libres de todo colonialismo expresada en la declaración de la Independencia en Tucumán, el 9 de julio de 1816, y denunciamos la actitud prepotente de la dirigencia porteña que mantuvo, hasta hoy, un colonialismo denigrante sobre estos territorios que no tienen otro recurso que imponer por la violencia lo que le fue negado por la razón y el patriotismo.

AQUÍ COMANDO SUICIDA DE EL CHOCÓN EN CADENA CON TODA LA RED DE RADIO Y TELEVISIÓN EN SU PODER".

Cuando cesó la transmisión telefónica, el Ing. Astigueta, creyéndose víctima de una broma, dijo enojado:
- ché, Cardini, dejáte de j.... y decíme qué está ocurriendo con la línea
Por el teléfono se oyó una voz que dijo:
- No soy Cardini, el cual se encuentra bajo custodia de este comando, pero si Ud. quiere podemos ponerlo en la línea para que Ud. se percate de que esto vá en serio.
Astigueta sintió que le corría un sudor frío y, tartamudeando, rogó que lo pusieran al habla con Cardini, el supervisor de turno en el tablero de carga de El Chocón. Cardini, con voz serena y casi sin emoción, lo impuso a Astigueta de lo que había ocurrido, de la toma de la central por un comando suicida, el dinamitado de las turbinas y de las playas de transformadores, etc. Cuando terminó, le dijo a Astigueta:
- Apuráte, hermano, a transmitir el mensaje al Presidente, porque las papas queman y esta gente está dispuesta a todo.
Astigueta corrió al teléfono policial para comunicarse con el Presidente de Agua y Energía que a esa hora todavía estaba en su despacho, el cual, enterado del mensaje, puso en duda la veracidad de toda esa historia que calificó de rocambolesca, y ordenó a Astigueta que preparara el avión de la empresa para ir a ver en el lugar lo que estaba ocurriendo. Por las dudas, lo impuso de la novedad al presidente de Hidronor.
Mientras tanto, y a pesar de su incredulidad, se cmunicó con el Ministro de Energía que casi sufre un desmayo al oír la historia y que a su vez transmitió al Presidente de la Nación, por el teléfono policial, el increíble mensaje recibido en el despacho de cargas.
El presidente Miguel Solanas Alvarez se hizo repetir varias veces el mensaje, mientras las máquinas teleimpresoras sacaban varias copias. Enseguida, con gran serenidad y después de exclamar:
- Éstos sureños...!
ordenó convocar al gabinete de Ministros y a los Jefes de Estados Mayores, mientras telefoneaba al Ministerio del Interior para conocer si allí se sabía algo de lo que realmente estaba pasando. Cual no sería su estupor cuando el Secretario del Ministro, el cual ya había salido para el despacho del Presidente, le informaba que se habían recibido cuatro comunicaciones de los cuatro Gobiernos de las Provincias Patagónicas manifestando que en razón de las circunstancias, las cuatro legislaturas y los propios Gobernadores habían adherido al Gobierno Provisional de los Estados Unidos de la Patagonia y se solidarizaban con su actitud, por lo cual se consideraban estados independientes de la Nación Argentina y autónomos económicamente. Manifestaban también, su firme decisión de armar al pueblo patagónico para repeler cualquier agresión.
Todo los teléfonos de la Casa de Gobierno comenzaron a sonar y no se daba abasto para atender los llamados de las unidades del 5to. Ejército, que transmitían al Presidente las novedades ocurridas y requerían órdenes para proceder. El Presidente Solanas Alvarez gritaba a voz en cuello:
- Por favor! No hagan nada! Todo el mundo quieto hasta que analicemos la situación! Que venga en seguida el jefe del Estado Mayor Conjunto!
lo que no hubo necesidad de repetir pues en ese momento ingresaba con el rostro descompuesto al despacho del Presidente y lo incriminaba:
- Señor Presidente, éste es el resultado de su política, ahora tenemos a Chile sobre nosotros a la altura del río Colorado, dígame ¿ahora qué hacemos?
- Por favor, General, no dramatice las cosas. Espere un momento, tal vez podamos dominar la situación mucho más fácilmente de lo que Ud. se imagina. Déjenos a los políticos decidir sobre el particular.
Y volviéndose a su edecán le pidió que conectara la televisión. En la pantalla apareció un locutor que con cara de sorpresa leía comunicados recibidos desde la Patagonia originados en la Agencia de Noticias Los Andes, entidad privada al servicio del Gobierno Provisional de los Estados Unidos de la Patagonia. El locutor no sabía qué decir ni qué comentar. Todo le parecía absurdo, pero esos mensajes estaban saliendo del teletipo y no había duda posible de que alguien los estaba emitiendo. En un momento determinado, el locutor dió cuenta de la declaración de Independencia hecha por los cuatro gobiernos patagónicos y de un comentario que procedía de Comodoro Rivadavia, donde la población se había volcado a las calles celebrando la Independencia y pidiendo armas para combatir a los porteños. También había intercepción de despachos del Gobierno de las cuatro ex-provincias argentinas a las Provincias del Norte y del Cuyo, pidiendo se adhieran a la causa patagónica y presionaran al Gobierno de la Casa Rosada a proceder al reconocimiento de los Estados Unidos de la Patagonia. Todo comenzó a convertirse en un pandemonium, pues los embajadores de los países extranjeros comenzaron a abrumar a la Cancillería para que explicara la situación. El Canciller se refugió en la Presidencia y hacía contestar que más tarde se daría un comunicado oficial al respecto.
El Comando de aviación hizo suspender todos los vuelos a la Patagonia, pero no pudo impedir que los aviones que estaban haciendo escala en aeropuertos patagónicos fueran incautados por los gobiernos locales o puestos a disposición del Gobierno Provisional. En Caleta Córdoba y Caleta Olivia, los obreros resolvieron no cargar petróleo en los barcos que esperaban mar afuera para llevarlo a San Lorenzo y Bahía Blanca.
Entre tanto, iban llegando los Ministros a la Casa de Gobierno y, cuando ya era imposible poner orden, logró el Presidente hacer sentar a los que pudo, mientras otros asistieron de pie a la reunión ministerial más absurda de la historia argentina. La exposición del Secretario de Energía fue contundente: sin gas y sin petróleo era imposible prestar los servicios en la Capital y en el Gran Litoral. Reforzando los suministros del Norte y pidiendo desvío de buques petroleros a las empresas extranjeras, no podía impedirse la paralización total de la vida de la ciudad. Las usinas eléctricas sin gas ni petróleo, y sin salida del flujo de electricidad de El Chocón, apenas podían mantener los servicios de algunas oficinas del gobierno y uno que otro hospital. Había que desalojar inmediatamente la población civil de los centros urbanos, donde no se podían accionar las bombas para abastecer de agua a los edificios elevados. Los fluídos cloacales se atascarían en toda la red domiciliaria. Por supuesto todos los transportes pararían. Las propias Fuerzas Armadas no tendrían combustible suficiente para una acción de envergadura. La situación no podría ser más tremenda y angustiante. El Presidente, con cara empalidecida por la rabia y la emoción, preguntó qué ocurriría si los comandos suicidas hacían las voladuras que habían anunciado. El Secretario de Energía contestó simplemente:
- Mejor ni pensarlo, señor Presidente, sería el caos y por varios años no podríamos reparar los daños en medio de transtornos tremendos.
La cabeza del Presidente giró lentamente hacia el Jefe de Estado Mayor Conjunto y el Secretario de Defensa que estaban sentados juntos a su lado. No fue necesario ninguna pregunta. El General Díaz Usandivaras dijo con tono ciertamente dramático:
- Señor Presidente, parlamente con el dicho Presidente de ese Gobierno Provisional.
Un murmullo de asombro se extendió en el salón y después fue el gran loquero. Todo el mundo hablaba y salían a la luz reproches de todo tipo. "¿Porqué no arreglaste lo de las regalías?", le enrostraban al Secretario de Energía. El Presidente apartó al Ministro del Interior y le dió instrucciones para que, utilizando la misma línea telefónica de El Chocón, comunicara al Dr. Aníbal Garmendia que estaba dispuesto a conferenciar con él y en lugar y a la hora que indicase, en la seguridad de que ambos encontrarían una solución al conflicto planteado.
La transmisión se hizo inmediatamente y casi en seguida se recibió la respuesta: ante cualquier parlamento era imprescindible que se hiciera oficialmente, y por medio del Congreso, la declaración de que los Estados Unidos de la Patagonia eran una nación libre e independiente de la Nación Argentina, y solamente asociada en el mantenimiento de una estructura económica, social y política que se mantuviera dentro de las tradiciones argentinas. Venticuatro horas para responder por sí o por no.
Las siguientes diez horas fueron empleadas en convocar al Congreso, hacer la declaración solicitada, en medio de una escandalosa sesión parlamentaria, en que los diputados y los senadores por las Provincias Patagónicas fueron objeto de toda clase de agresiones y se vieron en la necesidad de retirarse del recinto. Antes de retirarse, el diputado por Neuquén Dr. Eleuterio Cardozo, pudo hacerse escuchar en medio del griterío general:
- No queremos seguir siendo los "kelpers" de los argentinos!!!.
Por su parte el senador Llanquele de Chubut pudo expresar algunos conceptos que se rescataban en medio de los denuestos de que era objeto:
- Inglaterra trató mejor a sus colonias que la Argentina a la Patagonia!!!
y otras cosas como...
- Por mucho menos de lo sufrido por la Patagonia, las colonias americanas se independizaron de Inglaterra!!!
Finalmente, después de la declaración del Congreso, el Presidente argentino fue citado para concurrir a una reunión con el Presidente patagónico en un lugar desértico de la Provincia del Chubut, cerca de Colán Colhué, sitio histórico donde las últimas tribus patagónicas habían sido derrotadas por el Ejército argentino. Allí, se había levantado una instalación precaria para la reunión de los integrantes de los dos Gobiernos. El Presidente patagónico saludó con gesto severo, pero no agresivo, al Presidente argentino y hechas las presentaciones de sus comitivas, ambos se introdujeron en una carpa de campaña, donde una mesa sencilla con dos tazas de café ya servido, los acogía para la magna ceremonia
- Señor Presidente -comenzó diciendo el Provisional de la Patagonia - lamento que hayamos tenido que recurrir a estos medios para hacer valer nuestros derechos.
El Presidente argentino Solanas Alvarez comentó que lo lamentaba mucho más, en cuanto se trataba de un acto suicida y que no podía durar más que el tiempo necesario para retornar el dominio de la región, pretendidamente independizada, por todos los medios que la Nación Árgentina podía disponer, levando ejércitos numerosos como lo hiciera en la gesta de la independencia de España.
- No olvide, señor, que la Argentina supo oponerse y vencer a las naciones más poderosas de entonces.
El Presidente patagónico Dr. Aníbal Alejandro Garmendia, después de escucharlo y tras un breve silencio, manifestó:
- Señor Presidente, no me considerará Ud. tan tonto como para meterme en este asunto tan grave sin haber tomado las debidas precauciones y previsto sus eventuales consecuencias. Tampoco debe Ud. considerarme un traidor a la Patria si le manifiesto que así como la Nación Argentina buscó aliados en su guerra de la independencia, los Estados Unidos de la Patagonia pueden hacerlo comenzando por sus dos más próximos vecinos: Chile e Inglaterra. O ud. se olvida, señor Presidente, que Inglaterra está a 450 kms. de la costa patagónica con una formidable base militar?
- No puedo creer que Ud. haya llegado a este grado de humillación! - contestó fuera de sí y a los gritos el Presidente argentino - como para pedir ayuda a los tradicionales enemigos de la Argentina.
- Perdón, señor Presidente, yo no necesitaré pedir ayuda alguna, ni la he pedido, ni la pienso pedir. Sólo me he limitado a plantear a las naciones más importantes del mundo el reconocimiento de mi gobierno. En ese sentido, Chile e Inglaterra estoy seguro que serán los primeros en hacerlo. Y como Ud., señor Presidente, es de la Provincia de Buenos Aires, le recuerdo que me apoyo en antecedentes muy valiosos, y que Ud. conoce muy bien, por ser oriundo de una provincia argentina que pidió el reconocimiento de las Naciones Europeas y de los Estados Unidos como estado libre e independiente de la Confederación Argentina, en 1853. Aquí no hay más traición a la Patria de la que cometieron quienes ignoraron los derechos patagónicos y los mantuvieron en la más infame dependencia colonial. Sr. Presidente, los minutos son valiosos, Ud. debe decirme si acepta o no confirmar en todo la declaración de su Congreso y para comenzar a negociar libremente y como dos Estados soberanos las condiciones en que vamos a iniciar este nuevo tramo de nuestra vida política, asociando nuestros intereses en el respeto mutuo de nuestros derechos.
El Presidente argentino sólo atinó a agregar:
- Evidentemente Ud, me chantajea y lamentablemente no puedo escapar al chantaje. En Buenos Aires no nos dimos cuenta de que estábamos armando una bomba de tiempo con estas obras de El Chocón y esta historia del gas y del petróleo. Tendríamos que haberlos tratado realmente como a colonos y puesto una fuerza armada al lado de cada dique y de cada gasoducto y oleoducto. Pero dígame sinceramente ¿es cierto que Chile y Gran Bretaña reconocerán a su gobierno?
- Vea, señor Presidente -contestó el Presidente patagónico- no sólo que lo harán inmediatamente, sino que harán declaraciones manifestando que toda agresión hecha a los Estados Unidos de la Patagonia será considerada como un acto de guerra hacia sus propios países y si sus servicios de inteligencia, Sr. Presidente, funcionaran correctamente, habría sabido antes de salir para aquí que ambos países han dado orden de movilizar todas sus fuerzas armadas. Pero hay algo que seguramente a Ud. lo compensará de estas cosas tan desagradables. Gran Bretaña entregará las Islas Malvinas, Sandwiches y Georgias del Sur a la soberanía de los Estados Unidos de la Patagonia y formalizará con nosotros un tratado de paz que lleva implícita nuestra participación con todos nuestros productos en el mercado inglés y de sus dominios, a cambio de la preservación de los intereses británicos que sean afectados por el cambio de la soberanía. Chile por su parte entregará el dominio de las tres islas del Beagle.
- Nos queda Brasil! - exclamó el Presidente argentino - Se opondrá al dominio de los mares del Sud por la nación extranjera. Se unirá a nosotros. Lo mismo Paraguay, Venezuela, Perú y Colombia.
Con mucha calma, el Presidente patagónico le alcanzó un telex que decía:
- Itamaraty ha informado confidencialmente a nuestro enviado que está emitiendo un comunicado al Gobierno Argentino, advirtiéndole que cualquier acción armada contra los Estados Unidos de la Patagonia, será considerada como el rompimiento del necesario equilibrio en los mares del Sud y obligará al Brasil a movilizar sobre las fronteras argentina y uruguaya.
El Presidente argentino bajó sus brazos. Se tomó la cabeza entre las manos y dijo:
- Qué desastre! Qué ciegos hemos estado! Malditos porteños!
Cuando los dos Presidentes salieron de la carpa y se unieron a sus acompañantes, el viento patagónico soplaba con toda intensidad sobre el inmenso erial. Las caras mostraban las distintas emociones. No había evidentemente triunfadores, más bien un sentimiento de amargura predominaba en todos y alguna lágrima de rabia se escapaba de los ojos de muchos de un lado y de otro de los que ayer hermanos, hoy estaban divididos por una frontera que había levantado con el tiempo la decidia de los gobernantes porteños.
Así se perdió la Patagonia para la Nación Argentina.
Por su parte, los Estados Unidos de la Patagonia progresaron a ritmo inusitado.


Vendiendo petróleo, gas e hidroelectricidad a la Argentina, aún a precios inferiores a los del mercado mundial, ingresaban anualmente miles de millones de dólares de divisas que se utilizaban para el desarrollo de su infraestructura. Los valles de los ríos y la precordillera fueron irrigados y explotados para exportaciones agrpecuarias y agroindustriales al exterior y un contingente enorme de inmigrantes fue radicado libremente en una República que, echando por la borda el estatismo porteño, se apoyó en la empresa privada para afirmar su desarrollo. En sólo diez años, la población patagónica se triplicó con los inmigrantes, y a toda la región lacustre y fluvial de la cordillera, centros de turismo de renombre mundial atraían millares de turistas anuales que reforzaban el muy favorable balance de pago de la flamante nación. Industrias electrointensivas y petroquímicas se instalaron para aprovechar los recursos energéticos disponibles a bajo costo: la exportación industrial superó largamente a las exportaciones agropecuarias.

La moneda en circulación fue el Patagón, con garantía oro y convertible, lo cual surgió de una negociación con las principales naciones del mundo que aceptaron pagar en oro sus compras durante cinco años para formar dicha reserva áurea.
Por supuesto, los Estados Unidos de la Patagonia no tuvieron ejército, ni marina, ni aeronáutica. Apenas una fuerza policial. Estaba defendida por todos contra todos.
En poco tiempo, los Estados Unidos de la Patagonia sobrepasaron a la Argentina prácticamente en todo, excepto en la producción agropecuaria que siguió siendo la única base de la Argentina que no supo reconocer en la Patagonia su verdadero destino."
 
Memorias del Ing. Salvador San Martin
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EL ING. SALVADOR SAN MARTIN.
1950
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....un mal negocio, la Compañía Marítima San Martin(otra historia) que termino en la quiebra, hizo que vendiera mi casa de Villa Devoto y con mi familia nos fuimos a vivir a la chacra de Villa Regina.
La vida en la chacra fue muy dura porque la transición fue muy violenta. Después de vivir con holgura, comodidad y lujo, entre cortinados de brocato y tenues "voiles", estabamos viviendo en una casa campesina que era solo un techo contra la intemperie.
En esos tiempos la chacra estaban recién plantada y los únicos ingresos procedían del cultivo de tomates entre arbolitos.
La casa estaba en un descampado, sin un solo árbol alrededor y se componía de tres ambientes: living-comedor chiquito, dos dormitorios, cocina y baño. En pocos meses habíamos pasado de la opulencia de nuestra hermosa casa de Villa Devoto a la primitivez de una vivienda campesina sin luz eléctrica y sin agua corriente. Tuvimos que improvisarlo todo. No teníamos mas que unos pocos muebles y nos acomodamos con ellos, improvisando una cucheta para los tres varones en una pieza.
Sin luz eléctrica , nos arregláramos con faroles de kerosene "sol de noche", que debíamos encender todas las tardes como un ritual de todos los días. Durante la noche nos alumbrábamos con linternas.
Como no teníamos agua corriente llenábamos el tanque del techo con una bomba de mano y así alimentáramos el baño y la cocina. Sin gas ni electricidad la cocina era a leña y con serpentina e intermediario para el agua caliente. Después pusimos un sistema a gas oily luego pasamos a la cocina de kerosene.
La calefacción consistía en estufas de hierro a leña y una salamandra a carbón.
Pasábamos mucho frío.
Curiosamente con todas esas penurias teníamos teléfono, lo había hecho instalar antes, cuando la Compañía Telefónica del Valle era nuestra.
Por supuesto no teníamos heladera hasta que conseguimos una a kerosene que nos daba un trabajo enorme y yo me pasaba el día tirado en el suelo controlando el color de la llama; si no era azul no enfriaba...
Para alimentarnos cultivabamos la quinta con toda clase de hortalizas y legumbres, también nos pusimos a criar aves y chanchos. Teníamos una vaca para la leche y dos caballos para tirar la volanta; vehículo que usábamos para ir de compras al pueblo y no gastar nafta en el auto.
Teníamos tres caballos de andar para que los chicos salieran a pasear con un señor amigo, Don Paez, que les enseñaba a cabalgar.Llegamos a tener una gran producción de pollos, gallinas y casi cien pavos hermosos; algo se comía, algo se vendía. En esos días los arboles frutales eran chicos y no producían, así que nuestro ingreso dependía del cultivo del tomate que nos daba lo indispensable para nuestra subsistencia. Apenas los gastos!!!!
Fueron en realidad años muy pero muy duros y solo el temple de Baby, mi mujer, pudo afrontar las circunstancias y acompañarme con lealtad, sacrificio y amor, para seguir adelante.
Los chicos iban al colegio, a veces a caballo, otras yo los llevaba en auto o los mandaba en la volanta con Barras, uno de mis mejores peones que alcanzo a jubilarse en la chacra después de treinta y tantos años conmigo.
De todos modos no la pasábamos mal. Las penurias comunes a la rustica vida que afrontábamos, estrecho los lazos con mi mujer y mis hijos con un alto espíritu de salobridad en toda circunstancia.
Un día 22 de mayo de 1955 nació María Cristina Margarita. Baby quiso tenerla en la chacra a la usanza campesina, negandose a trasladarse a una clínica en el pueblo o capital. Fue espléndidamente atendida en nuestro dormitorio por el Dr. Alejandro Rodríguez, gran amigo y gran medico.
Otro nacimiento ocurrido en la chacra fue el de Miguel el 6 de enero de 1959.
Le pusimos el nombre de Alejandro Miguel, por el Dr. Rodriguez y por mi hermano Miguel que tanto nos apoyo cuando resolvimos ir a vivir a la chacra y nos alento para conservarla en los dificiles momentos económicos que supimos vivir.
ALEJANDRO MIGUEL SAN MARTÍN.



LOS HIJOS DEL ING. SALVADOR SAN MARTÍN.

De las Memorias del
Ing. Salvador San Martin


Chacra "Don Vicente".

Villa Regina
Pcia. de Rio Negro


Cuando todavía viviamos en Buenos Aires y mi hermano mayor Vicente estaba internado por razones de salud, se me presento en la oficina un cuñado del Dr. Federico Piñedo, político y economista de gran renombre en el país. Piñedo que era nuestro amigo habia pensado que la Compañía San Martin podría estar interesada en comprar y colonizar las tierras de la sucesion de Manuel Marcos Zorrilla, que las había recibido como obsequio por su participacion en la Campaña al Desierto del General Roca. Se trataba de 3000 hectareas de Valle al lado de la Colonia Villa Regina y con derecho a riego. El negocio era comprarlas, dividirlas en chacras, hacer las obras de riego y venderlas luego a los colonos.
Fui a ver a mi hermano Vicente gran conocedor del Valle de Rio Negro, donde habia tenido un campo y apoyo mi iniciativa para invitar a la financiera Bracht y Cia. a participar en el negocio. Yo conocia a los Bracht por las financiaciones que hicieron de mataderos y frigorificos municipales que yo con mis amigos Canosa y Danieletto construiamos en Trelew y otros lugares de la Patagonia.
Llegamos a un acuerdo rapidamente y se formo una sociedad llamada Colonia Alberdi y los Bracht de Buenos Aires y los Amberes participaban con el 75%, mi hermano Vicente con un 20% y yo con el 5%. La sociedad era administrada por tres personas; Max Rautenstrauch, Jaime Delacre y yo.
Para comprar la propiedad tuvimos que levantar todas las deudas de la familia Zorrilla y muy laboriosamente llegamos a la escritura en cuyo momento Doña Juana Labougle de Zorrilla como heredera, se puso a llorar al enterarse que de la liquidacion no le quedaba ni un peso. Se habian gastado el valor de 60.000 hectareas de Valle entre Allen y Chichinales en vivir bien y en Paris.
Para construir las obras de riego contratamos al Ing. Eduardo Gonzalez Jezzi, compañero de Facultad, el cual se instalo en Villa Regina y se hizo cargo del proyecto y construccion de los canales.
Una vez concluidas las obras y divididas las tierras en chacras de 12,5 hectareas, comenzo su venta con bastante exito.
Como el negocio marchaba bien y en el lugar habia mucha esperanza en el porvenir de la Colonia, los socios decidieron que si cualquiera de nosotros queria una chacra podria comprarla en condiciones ventajosas. Asi fue como yo compre las tres chacras que hoy constituyen "Don Vicente", sobre el camino pavimentado (Ruta 22) que en aquel entonces era de tierra.
El negocio de Colonia Alberdi se cerro con todo exito. Los socios reuperaron su capital y una muy buena ganancia. Ademas se quedaron con 160 hectareas donde desarrollaron el establecimiento INACAYAL que luego fue vendido al Sr. Genchi.
Esta es la historia de como me hice de una chacra en Rio Negro y como ella paso a ser parte importante de mi vida.
LAS MEMORIAS DEL ING. SALVADOR SAN MARTIN COMO LAS IMÁGENES PUBLICADAS DEL ING. SALVADOR SAN MARTIN COMO LA DE LOS HIJOS FUERON PUBLICADAS EN EL BLOG DE EDITH BRÜCK.
EXTRA:
FOTOS DE VILLA REGINA DIGITAL.



2 comentarios:

  1. Te extrañamos abuelo! La Argentina sigue igual, mucha corrupción y poca independencia. Quieren controlar todo y se siguen cerrando las puertas. Hay poco trabajo y esta mas caro q Europa. Igualmente amo a la Argentina tanto como tu la haz amado y mi felicidad esta en las cosas simples de la vida, como tu bien nos enseñaste. Tu nieta. Florencia

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  2. ¿El Gobierno provicional de los Estados Unidos de la Patagonia sería considerado un Estado?

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