domingo, 9 de marzo de 2014

NARCISO ZUÑIGA, “EL CARNICERO DE BUENOS AIRES CHICO”.

NARCISO ZUÑIGA, “EL CARNICERO DE BUENOS AIRES CHICO”.
El Padre César Rondini 
Narciso Zuñiga cuenta sobre el Padre Rondini:
“la llegada del cura sorprendió a mayores y niños por la forma avasallante integrarse” 
“La figura de un cura en el barrio no estaba contemplada y además desconocíamos como era la relación entre iglesias y barrios, por lo tanto  ese personaje desconocido fue en un principio tema de estudio”… y le cuenta a Carlos Basabe que recopila en el libro “Calles de tierra: Personajes e historias contemporáneas de Villa Regina (Río Negro) Argentina” que en los primeros tiempos “le tiraban piedras porque no alcanzaban a descubrir que significaba un hombre con una vestimenta femenina en una bicicleta que parecía no tener frenos, siempre apurado, le faltaba estabilidad y permanentemente luchaba con la sotana que trataba de meterse entre los rayos, el pelo colorado era un motivo más de intriga entre tanto morenaje y una gorra vasca ponía la guinda para intrigar su origen “El cura Gaucho” le decían”. En un principio lo acompañó el Padre Pompermayer  para dar misa en el barrio.
“Después sentí atracción por el cura que siempre entregaba caramelos y conversaba alegremente con los mayores y los niños, de a poco me arrimé a su grupo hasta que llegué a ejercer de monaguillo y secretario”.
Ya de mayor le ofreció apoyo incondicional para todo lo que pudiera necesitar, desde organización de bailes y fiestas hasta consejos.
Narciso Zúñiga es un empleado de un tradicional comercio reginense (creador de riqueza y trabajo) como es el Supermercado Serravalle, su trabajo es carnicero y lo llamamos “el carnicero Narciso”; yo lo llamo “EL CARNICERO DE BUENOS AIRES CHICO” como se lo denominaba a lo que con los años pasaría a llamarse Barrio Don Bosco. 
El barrio “Buenos Aires Chico” estaba situado en la zona de chacras, y no contaban con los servicios básicos de un barrio vivían allí familias muy pobres en su gran mayoría trabajaba, los hombres en los aserraderos y las chacras y las mujeres en las plantas de envasado de tomates (hoy desaparecidas).
En 1961 el barrio “Buenos Aires Chico” pasa  llamarse “Don Bosco” ese día se realiza una concentración en la escuela parroquial Don Bosco donde asistieron autoridades municipales,  se leyó el decreto, hizo uso de las palabra el Concejal Enrique Báez y efectuó la entrega de los primeros 15 lotes a los pobladores del barrio. Por los vecinos del barrio habló Eloy Rodríguez y el Padre Alfredo Buttignol procedió a dar la bendición al barrio que cambiara de nombre.
El barrio no tenía servicios de agua por intermedio del Padre Rondini se logró que el municipio solicitara a Nación un subsidio a nombre de la institución salesiana. Recuerda el vecino del barrio Zuñiga "PRIMERO EL PADRE HABÍA HECHO PONER UNA CANILLA EN LA ESCUELA Y ALLÍ IBA TODO EL MUNDO A BUSCAR AGUA"
También faltaba el gas y se aprovechó que la red pasaba por el barrio para la fábrica de conservas y entonces se encara esta obra solicitando a los vecinos una contribución con la ayuda de la Señora Romero y se consigue la aprobación de parte de Gas del Estado.  
La luz blanca se pudo conseguir estando el Ing. Iogna como Intendente se inaugura en el año 1969 la línea de alumbrado pública se amplia durante la gestión del Escribano Francisco La Rosa.
Narciso Zúñiga antes de empezar a trabajar en Supermercados Serravalle fue empleado de  la carnicería de Pedro Guevara 
(que estaba cerca de la Farmacia Del Valle), luego en Héctor Gutiérrez, en la empresa reginense Jugos S.A. y desde 1978 en Supermecado Serravalle.

PALABRAS DE UN EXALUMNO NARCISO ZUÑIGA (promoción 1979).
Se dice fácil cincuenta años.
Resumir una historia de varios lustros es una tarea ardua y difícil.
Para muchos tal vez sea un lapso de tiempo que ha transcurrido velozmente, más o menos feliz, más o menos sufrido.
Dejo hablar a mi corazón, a los años y recuerdos compartidos desde el primer momento.
Para los que hemos vivido, crecido y penado es este humilde barrio una historia rica de sacrificios y pequeños progresos.
Hemos llorado y nos hemos alegrado del trabajo tenaz de la gente sencilla y trabajadora que luchaba por el pan de sus hijos.
¡Oh, si el barrio hablara!.
Podría contarnos miles de historias, sus vericuetos convertidos en calles, sus casas de abobe, sus niños sufridos, sus familias trabajadoras y felices con lo poco, cuántas cosas nos dirían.
Es el hoy barrio don Bosco, imperaba la pobreza, que hacía estragos entre grandes y chicos, muy pocos sabían leer y escribir, la mayoría vivíamos en la calle.
La vida parecida y afrontaba de golpes, la calle, si así puede llamarse al enredado entramado de casas, callejuelas y baches de nuestro primer barrio, eran nuestra escuela.
El año 1959 la Providencia conduce a Villa Regina los pasos del sacerdote salesiano César Rondini, cura de sotana y boina, a quien recordamos con cariño agradecido.
Recorriendo nuestro barrio exclamó: “¡Aquí trabajaré cuando Dios lo disponga!”.
A los pocos meses comenzó su ardua labor continuada hasta el presente.
Su entusiasmo educativo, su preocupación y desvelo pastoral tuvo su centro en los niños que debían realizar sus vidas como honestos cristianos y buenos ciudadanos, como decía San Juan Bosco.
El cura (el Padre Rondini) parecía un ser extraño, los chicos lo mirábamos con desconfianza y con rara sensación, mezcla de curiosidad y admiración.
El inicio de esta  escuela, cuyo quincuagésimo aniversario celebramos fue sumamente modesto: sacrificios incontables, trabajo obstinado y lucha contra viento y marea jalonaron esta labor que hoy admiramos.
Un saloncito dividido precariamente en dos, un mástil improvisado y unos cuantos niños y niñas dispuestos a aprender fueron el comienzo.
Ese salón era lugar de contención, escuela hogar e iglesia cercana a los pobres.
No podía ser más pobre, maravilloso y digno el comienzo.
Un niño travieso e inquieto emigrado junto con sus padres del vecino país allende la cordillera comenzó a transitar el popularmente barrio “Buenos Aires Chico”, de calles tortuosas, de pobreza solemne y de fama dudosa.
Como la mayoría de los pobladores habitaba en casa de adobe, paredes rústicas, piso de tierra y sin comodidad alguna. Por supuesto de gas, agua y luz ni noticias.
Poco a poco y no sin desconfianza el niño en cuestión se arrimó al cura gaucho que ya había levantado algo parecido a dos aulas, de las que hice mención más arriba, y allí inició sus primeras letras concluyendo más tarde su primario ahí mismo.
La labor educativa de aquellos tiempos no se reducía a las aulas, había un horno con pan caliente amasado por el sacerdote para compartir la alegría de la vida escolar. Que rico era ese pan de amor amasado con el sudor del trabajo, con la harina del sacrificio y con sabor a futuro promisorio.
El oratorio, los juegos, las kermeses, los partidos de fútbol… todos recuerdos imborrables que llenan el corazón de nostalgia y agradecimiento.
A este chico le habría gustado continuar sus estudios pero la temprana muerte de su padre tronchó sus sueños y lo obligó a tomar otros rumbos, pero sigue agradecido a la vida.
Colaborador del padre por un buen tiempo, lo acompañaba en sus viajes y correrías, también integró la cooperadora escolar del colegio Don Bosco.
Hombre de bien, padre de familia, salesiano cooperador y cursillista formó una familia del cual nacieron dos chicos maravillosos.
Hoy se siente orgulloso de su familia cuya historia está muy unida a los salesianos y a la escuela Don Bosco.
Sus hijos también cursaron sus estudios primarios y secundarios en este querido colegio.
Este niño, trató de seguir el ejemplo de trabajo y sacrificio que en la casa y en la escuela había experimentado.
El niño en cuestión, ahora hombre, padre de familia y abuelo feliz es el que hoy frente a ustedes está rindiendo este sencillo homenaje. Este niño hoy les habla a ustedes, ahora hombre, padre de familia, y abuelo feliz es el que hoy frente a ustedes está rindiendo este sencillo homenaje. Este niño hoy les habla a ustedes emocionadamente agradecido a nuestra humilde escuela, al P. Rondini y a la Obra Don Bosco en la Patagonia. Muchas Gracias.


El 28 de febrero de 2012. los directivos del Supermercado Serravalle y la Comisión Directiva del Centro de Empleados de Comercio agasajaron los 40° años del Sr. Raúl García. 
En la foto aparecen directivos del Centro de Empleados de Comercio Reginense y Narciso Zuñiga otro empleado con muchos años en Supermecado Serravalle.
Supermercado Serravalle  un comercio tradicional que nació e invierte en Villa Regina y es creador de riqueza y trabajo reginense.

EL TEATRO REGINENSE: MOVIMIENTO TEATRAL REGINENSE.
Narciso Zuñiga forma parte del Movimiento Teatral Reginense que integraban además: Cono Randazzo, Irma Agnelli, Mary Muzzín, Héctor Tozzi, Oscar Benito, Noe Següino, Néstor Irigoin, Carlos Moraca, Eva Martín, Marta Reguera, Dora Corvatta, , Leny Rotter, Gustavo Berni, Jorge Flores, Ricardo Lattanzio, Josefina Lorenzo, Jorge Penchulef, Susana Penchulef, Liliana Piccinini, Miguel Ángel Ventura, Maria Esther Hilú, Haydee Aros, Juan Carlos López, Yolanda Rojas,  Elsa Novoa, Aída López, Elena Fernández, Liliana Bonjour, Maria Elena Flores, Mariana Librio, Maria Librio, Gladys Pérez, Nurischarda Pérez, Sergio Pérez, Mercedes Carrasco, Teresa Álvarez, José Gerardo Bartolini, Gerardo Benito, Enrique Fanjul, Josefa Fernández, Martha Guisasola, Remo Musso, Maria Ridolfi, Pía Ridolfi, Rodolfo Tonini, Raúl Muñoz, Roberto Mercante, Bruna Cristel, Juan Provoste, Manuel Muñoz, Luís Roa, Jorge Ulloa, Oscar Sobreiro, Rodolfo Gómez y  tantos otros. 
Entre 1970 y 1974, generaron teatro por toda Villa Regina llevando sus obras a los  barrios reginenses como: Nuevo, Este, Villa Antártida, Don Bosco, Colegio Nacional y Biblioteca Popular Mariano Moreno. Giras. Organizaron el I II III IV Encuentro Provincial de Teatro logrando que Villa Regina sea sede permanente del mismo luego del infausto golpe de estado de 1976 este ciclo se termina. 
En 1984 se constituyó en Villa Regina el grupo de Teatro Nuestramérica, que recuperaron la historia del Movimiento Teatral Reginense mutilada en el ´76. 
Y hoy mantienen vivo "el fuego del Teatro" en "La Perla Del Valle" en la Cooperativa "La Hormiga Circular".

Fuentes de información: “Calles de tierra: Personajes e historias contemporáneas de Villa Regina (Río Negro) Argentina” de Carlos Basabe Cerdá; “Mirando al futuro. Historia de la acción evangelizadora, educativa y social de los Salesianos en Villa Regina” de Silvia Laura Zanini (1996); “Informando – Organización de Escuelas Parroquiales – 50 años Or.Es.Pa. dejando huellas” Septiembre de 2010, páginas 16-17;  Revista C.E de C. Centro Empleados de Comercio Villa Regina; "Historia de Villa Regina y sus memorias" de Franco González; Cooperativa de Trabajo Artístico La Hormiga Circular de Villa Regina página web.
Las imágenes corresponden a “Informando – Organización de Escuelas Parroquiales – 50 años Or.Es.Pa. dejando huellas” Septiembre de 2010 y Revista C.E de C. Centro Empleados de Comercio Villa Regina.

Se permite la reproducción total o parcial citando ¡BIEN DE REGINA! de Guillermo Pirri.

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