domingo, 23 de julio de 2023

Rossina Nones de Rodríguez: emblemático personaje del Neuquén de ayer. Rossina nació en Villa Regina el 8 de octubre de 1929.

 


Rossina Nones de Rodríguez: emblemático personaje del Neuquén de ayer.


Mujer peronista, testigo del acta firmada para la creación del MPN, luchó por el básquet femenino en el Club Pacífico. Recibió merecidas distinciones por su labor a favor de este deporte, como por ejemplo el campeonato oficial que lleva su nombre.
Por Licenciada Vicky Chávez.
12/09/2012.
Neuquén > En esta sección hemos dado cuenta del entramado social de un Neuquén en crecimiento, a través de las “múltiples vidas” de personajes que, en distintos ámbitos y ocupaciones, bregaron por alcanzar los resultados que hoy tenemos.
En el caso de Rossina Nones de Rodríguez, sus intensas labores como militante peronista y la desarrollada en el Club Pacífico, hace que la consideremos un emblemático personaje del Neuquén de ayer.
Rossina es hija de Ana Fontana y José Domingo Nicolás Nones, italianos del norte que arribaron a la Argentina en los albores del siglo XX. Como usualmente ocurría, primero llegaba el jefe de familia y posteriormente la esposa y los hijos.
Su padre llegó al Valle de Río Negro con un grupo de compañeros italianos, incitados por el presidente Marcelo Torcuato de Alvear (y su esposa Regina Pacini de Alvear,  cantante lírica italiana); venían a estas desérticas tierras para trabajarla. El lugar tomaría su nombre: Villa Regina.
Su madre arribó de Italia con los hijos mayores. Uno de ellos estaba enfermo y, como en el barco no permitían pasajeros con problemas de salud, debió quedarse en Italia. Afortunadamente -nos relató Rossina- la vecina que quedó a su cuidado viajaba a nuestro país en un mes. Así que, al cabo de ese tiempo, la familia felizmente volvió a reunirse.
Rossina nació en Villa Regina el 8 de octubre de 1929. Sus padres trabajaban en las viñas de una chacra y hacían vino. Pero el trabajo era muy duro, por ello  Ana, la mamá de Rossina, buscó otro trabajo para reemplazar la faena campestre. Afortunadamente, pronto consiguió empleo en la fonda de Pedro Sánchez, en la capital neuquina. Así es que desde muy pequeña, Rossina arribó a esta ciudad para nunca más partir.
Tanto ella como sus hermanos concurrieron a la Escuela Primaria Nº 2 y la Escuela Nº 61, pioneras en la capital. Ya de grandes, sus hermanos se nacionalizaron y pudieron ingresar a trabajar a YPF.
Poco después, su padre regresó a Italia. Rossina estuvo siempre al lado de su madre y en el contacto permanente con sus amigos de Villa Regina.
 
Su familia.
Formó su hogar con Carlos Mario Rodríguez, nacido en Lincoln, provincia de Buenos Aires, el 22 de julio de 1917. Carlos era militar y arribó a la zona en la década del '40. Compartieron toda su vida hasta su fallecimiento en 2005. Construyeron su casa en la calle Santa Fe casi Alderete.
De la unión nacieron tres hijos, Carlos Daniel, Alicia y Silvia, quienes, a su vez, les dieron 9 nietos (Carlos Daniel, María Florencia, Juan José y Estefanía -hijos de Carlos-; Gimena Xiomara, Maximiliano Sebastián, Adrián Santiago -fallecido- y Micaela Nieves -hijos de Alicia-; y  Paula Carolina -hija de Silvia-) y 7 bisnietos (Lucas, Juan Sebastián, Ulises, Julieta y Leonel Agustín -de Carlos-; Tomás Benjamín y uno que viene en camino -nietos de Alicia-).
 
Militancia peronista.
Su amor por el peronismo, nos relata la protagonista, nació cuando se produjo el recordado terremoto de San Juan en 1944 y se enteró de que Evita iba en tren repartiendo elementos y mercaderías para los más necesitados. A partir de allí, su apego a esa doctrina fue incondicional.
En la amena charla que mantuvimos, nuestra entrevistada justifica la creación del MPN como una opción nacida a raíz de la proscripción del peronismo. “Era una manera de hacer peronismo”, afirmó. Sin embargo, el peronismo ortodoxo no justifica el hecho de que, luego de haberse levantado la proscripción, el MPN no dejara de  funcionar como partido independiente.
Rossina resaltó la figura del ingeniero Luis Alonso por su militancia peronista, su humildad, por su capacidad de trabajo sin cansancio por la ciudad, de manera silenciosa, cuando ocupó un cargo en el municipio. El 30 de octubre de 1958 crearon con otros peronistas la “Asociación Peronista 17 de Octubre”, motivados por la proscripción del peronismo.
El preámbulo de la asociación establecía: “Hombres y mujeres peronistas templados en un ideal de patria y en el sufrimiento, dispuestos a recuperar nuestras banderas a través de todas las enseñanzas, ejemplos y realidades que surgen de la Doctrina Nacional Peronista y bajo la divisa 'Quienes quieran oír que oigan. Quienes quieran seguir, que sigan' como soldados y no como jefes de un movimiento e invocando para nosotros y todos los peronistas el derecho de actuar sin más compensación que el deber de hacerlo por el deber mismo, reunidos el treinta de octubre de mil novecientos cincuenta y ocho en Neuquén Capital de la Provincia del mismo nombre declaran la constitución de la Agrupación”.
“La juventud peronista de Neuquén, indiscutidos herederos de la obra del General Perón, debe luchar y trabajar porque su vuelta a la Patria no se prolongue más, para evitar que nuestra patria se derrumbe completamente y su pueblo siga viviendo con privaciones económicas y negativas de derechos".
"Jóvenes peronistas: salid a reconquistar las tres banderas del Justicialismo –Soberanía Política- Justicia Social e Independencia Económica”.
Editaron también en conjunto con otros compañeros y desde la clandestinidad, el periódico Nuestra Voz. Circulaba clandestinamente porque el Decreto 4161 de 1957, dictado por la Revolución Libertadora de 1955 que derrocara el gobierno del General Perón, prohibía la publicación de imágenes de Perón y de Evita, así como las reuniones de militantes peronistas, entre otras determinaciones.
No obstante, Nuestra Voz exhibía en su portada su frecuencia y los datos de quien era la responsable: "Periódico Quincenal Independiente. Directora: Rossina N. de Rodríguez. Dirección y Administración: Santa Fe 373, Neuquén", dirección que no era otra que la del domicilio de Rossina. Esto demuestra el compromiso asumido para con el peronismo, en épocas de proscripción.
El periódico también narró, desafiante, las reuniones realizadas para recordar El Día de la Lealtad. Sus páginas fueron portadoras de todos los pormenores de ese acto, en donde se resaltaron palabras y emociones vividas con motivo de conmemorar el 17 de octubre de 1945.
Nuestra Voz era fiel vehículo de las convicciones de sus responsables. Así lo demuestra el ejemplar del 5 de junio de 1959, en cuya portada podía leerse: “El peronismo no tiene ni debe tener dueños”. Dicho año enmarcó un período de tremenda persecución a los peronistas, la intención del gobierno de facto era de “desperonizar” la sociedad argentina. Rossina y su grupo no se amedrentaron y continuaron con la prédica acolita al líder exiliado: “En estos últimos tiempos y en lo que atañe al orden provincial, venimos observando un marcado silencio en aquellos que se titulan dirigentes peronistas dentro de nuestro Estado. Este silencio no es constructivo ni dice mucho a favor de quienes pretenden estar al frente de un movimiento de tanta envergadura como es el nuestro. El que no se siente capaz o siente debilidad para conducir el timón de esta gran nave, que tenga la suficiente entereza moral y hombría de bien para pasar a retaguardia hasta que reúna todas las condiciones (…).
Los momentos difíciles para el peronismo no han pasado. Siempre hay algo por qué luchar. Siempre hay algo para defender con el esfuerzo y el trabajo. Nuestra doctrina es muy amplia por eso nos da siempre tema para salir a pregonar u objetivo para defender”.
Transcribimos parte de aquellas palabras tan significativas de los luchadores por la vigencia del peronismo a pesar de la  exclusión, que perduró en los años que el líder estuvo ausente del país.
 
La placa de bronce de Eva Perón.
Junto a una placa entregada por Rossina al Partido Justicialista, se encontró una nota escrita por su esposo que decía así: “Esta placa de María Eva Duarte de Perón, se encontraba colocada en la Secretaría General de la Gobernación del Neuquén, antes del año 1955, y por orden de las autoridades de la Gobernación, Gobierno de facto, Revolución Libertadora, había que fundirlos y hacer patentes de bronce para vehículos autorizados. Considerando una ignominia la medida adoptada, en el año 1958 se recuperó y fue escondida por faltas de garantías. El poseedor de esto era el suscripto Carlos Mario Rodríguez L.E. 2.200.057. Neuquén, año 1958” (esposo de Rossina).
Carlos Mario Rodríguez tuvo el buen tino de “desobedecer” al gobierno golpista para conservar la efigie de Evita.
 
Asociación Básquet Femenino del Comahue
La labor de Rossina en pro del deporte neuquino, y fundamentalmente del básquet femenino en el Club Pacífico, fue y continúa siendo de un valor incalculable.
Formó parte de una fuerte y sostenida promoción de este deporte no sólo a nivel provincial sino también al de la competencia nacional.
Su tarea estuvo acompañada de otras mujeres del Neuquén de ayer, que engrandecieron al Club Pacífico constituyendo la Comisión de Damas, bajo la presidencia de Enrique Martínez: Felipa Sánchez, Celmira Peña de Heredia, De Seleme, De Martínez, De Jacob. En la foto están ausentes las señoras Ponce y Tete Bacci, entre otras.
Los hijos fueron quienes comenzaron a practicar básquet, en la década del '60, ellos hicieron que, poco después, sus padres se vincularan con los clubes deportivos. Rossina recuerda que comenzaron a practicar en la vieja Escuela Nº 121,  en la calle Perito Moreno, en la Escuela Nº 2 y también en la 61. Sólo contaban con arcos de pelota al cesto y practicaban como si fuera básquet.
Uno de los planteles de Nivel Superior del Básquet más recordados de la década del '60, tuvo como dirigentes a Rossina y a Edith Ponce, y fueron sus jugadoras Marcos, Saita, María Amalia Vanoli, Crexel, Hebe Clair, Norma Idáñez, Marta Vidal, entre otras.
Asimismo, Rossina atesora fotografías del plantel de básquet femenino de 1979. Sus jugadoras fueron: Mozzoni, García Ramirez, Anzola, Morales, Mesa, Palavecino, Vallejos, Hankalo, Gorgatelli, Alcazar, Barzan. Se logró el séptimo puesto y el premio a la delegación más correcta.
 
Luis Ángel Ramírez, compañero del club
Ramírez fue el entrenador de básquet del Club Pacífico, un ser excepcional, como un padre para los jóvenes que jugaban en el club. Hoy está en el recuerdo de todos aquellos que lo conocieron. El gimnasio de básquet lleva su nombre.
  
Rossina poeta.
Rossina escribió un libro llamado “Relatos y Poesías” con el seudónimo Rossana Fontan, nombre derivado de Rossina y de su apellido materno, Fontana.
En sus páginas recuerda y recrea la vida junto a su madre y los sacrificios de esos inmigrantes arribados a estas tierras. En sus páginas también da cuenta de sus ideales peronistas, del amor por sus hijos y por su querido Neuquén.
En uno de sus poemas dice: “No quiero lágrimas./ Cuando yo me vaya, no quiero lágrimas./ Si fui feliz, por qué derramarlas”.
Este es el relato de una mujer luchadora que supo sostener los fines e ideales abrazados, al punto de poner en riesgo su vida en épocas de la proscripción del peronismo. Con esa misma pasión promovió la creación y difusión del básquet femenino, logrando que obtenga reconocimiento a nivel nacional. Por sus inestimables aportes, uno de los salones del Club Pacífico lleva su nombre.
A sus 82 años, Rossina es dueña de una lucidez increíble. Su historia de vida ennoblece nuestro querido Neuquén.

Publicado en Diario La Mañana del Neuquén.

Por Lic. Vicky Chávez.

Rossina Nones de Rodríguez: mujer peronista, testigo de la creación del MPN.

Este es el relato de una mujer luchadora que supo sostener los fines e ideales abrazados, al punto de poner en riesgo su vida en épocas de la proscripción. Con esa misma pasión promovió la creación y difusión del básquet femenino, logrando que obtenga reconocimiento a nivel nacional.
Por Lic. Vicky Chávez.
24 de julio 2021.
Las historias neuquinas y rionegrinas nacieron entrelazadas, un mismo origen las hermana. Rossina Nones nació en Río Negro y vivió su vida en Neuquén: su intensa labor como militante peronista y la tarea desarrollada en el Club Pacífico hace que la consideremos un emblemático personaje del Valle del ayer.

Rossina era hija de Ana Fontana y de José Domingo Nicolás Nones, italianos del norte que arribaron a la Argentina en los albores del siglo XX. Como usualmente ocurría, primero llegaba el jefe de familia y luego la esposa y los hijos.

Su padre llegó al Valle de Río Negro con un grupo de compañeros italianos, invitados por el Presidente Alvear y su esposa Regina Paccini de Alvear, cantante lírica italiana, en cuyo honor se bautizó el lugar: Villa Regina.

La madre de Rossina arribó de Italia con los hijos mayores. Uno de ellos estaba enfermo y, como en el barco no permitían pasajeros con problemas de salud, debió quedarse en Italia. Afortunadamente, nos contó la propia Rossina, la vecina que quedó a su cuidado viajaba a nuestro país en un mes. Así que, al cabo de ese tiempo, la familia felizmente volvió a reunirse.

Rossina nació en Villa Regina el 8 de octubre de 1929: sus padres trabajaban en las viñas de una chacra, y hacían vino. Pero el trabajo era muy duro allí, por eso Ana buscó otro trabajo para reemplazar la faena campestre. Afortunadamente, pronto consiguió empleo en la fonda de Pedro Sánchez, en Neuquén capital. Así fue que Rossina arribó a esta ciudad para nunca más partir.

Tanto ella como sus hermanos concurrieron a la Escuela primaria N° 2 y la Escuela N° 61, pioneras en la capital. Ya de grandes, sus hermanos se nacionalizaron y pudieron ingresar a trabajar a YPF. Poco después, su padre regresó a Italia; Rossina estuvo siempre al lado de su madre y en el contacto permanente con sus amigos de Villa Regina.

Su familia.

Formó su hogar con Carlos Mario Rodríguez, nacido en Lincoln, provincia de Buenos Aires, el 22 de julio de 1917. Carlos era militar y arribó a la zona en la década del ‘40. Construyeron su casa en calle Santa Fe casi Alderete. De la unión nacieron tres hijos, Carlos Daniel, Alicia y Silvia que, a su vez, les dieron varios nietos y bisnietos.

La militancia peronista

Su amor por el peronismo nació cuando se produjo el recordado terremoto de San Juan en 1944 y se enteró de que Evita iba en tren repartiendo elementos y mercaderías para los más necesitados. A partir de allí, su apego a esa doctrina fue incondicional.

En la amena charla que mantuvimos, nuestra entrevistada justificaba la creación del Movimiento Popular Neuquino como una opción nacida a raíz de la proscripción del peronismo. “Era una manera de hacer peronismo”, afirmó. Sin embargo, el peronismo ortodoxo no justifica el hecho de que, luego de haberse levantado la proscripción, el MPN no dejara de funcionar como partido independiente.

Rossina resaltó la figura del Ingeniero Luis Alonso por su militancia peronista, su humildad, por su capacidad de trabajo sin cansancio por la ciudad, de manera silenciosa, cuando ocupó un cargo en el Municipio. El 30 de octubre de 1958 crearon, Rossina con otros compañeros peronistas, la Asociación Peronista 17 de Octubre.

Editaron, también en conjunto con otros compañeros, y desde la clandestinidad, el periódico Nuestra Voz. Circulaba secretamente porque el Decreto 4161 de 1957, dictado por la Revolución Libertadora de 1955 que derrocara el gobierno del General Perón, prohibía la publicación de imágenes de Perón y de Evita, así como las reuniones de militantes peronistas, entre otras determinaciones.

No obstante, Nuestra Voz exhibía en su portada su frecuencia y los datos de quien era la responsable: “Periódico Quincenal Independiente. Directora: Rossina N. de Rodríguez. Dirección y Administración: Santa Fe 373, Neuquén, dirección que no era otra que la del domicilio de Rossina. Esto demuestra el compromiso asumido en épocas de proscripción.

El periódico también narró, desafiante, las reuniones realizadas para recordar “El día de la Lealtad”. Sus páginas fueron portadoras de todos los pormenores de ese acto, donde se resaltó palabras y emociones vividas con motivo de conmemorar el 17 de octubre de 1945. Como vemos, Nuestra Voz era fiel vehículo de las convicciones de sus responsables.

Así lo demuestra el ejemplar del 5 de junio de 1959, en cuya portada podía leerse: “El peronismo no tiene ni debe tener dueños”. Ese año enmarcó un periodo de tremenda persecución a los peronistas; la intención del gobierno de facto era de “desperonizar” la sociedad argentina. Rossina y su grupo no se amedrentaron y continuaron con la prédica acólita al líder exiliado:

“Los momentos difíciles para el peronismo no han pasado. Siempre hay algo por qué luchar. Siempre hay algo para defender con el esfuerzo y el trabajo. Nuestra doctrina es muy amplia por eso nos da siempre tema para salir a pregonar u objetivo para defender.”

La placa de bronce de Eva Perón.

Junto a una placa entregada por Rossina al Partido Justicialista, se encontró una nota escrita por su esposo que decía así:

“Esta placa de María Eva Duarte de Perón, se encontraba colocada en la Secretaría General de la Gobernación del Neuquén, antes del año 1955, y por orden de las autoridades del Gobierno de facto, Revolución Libertadora, había que fundirlos y hacer patentes de bronce para vehículos autorizados. Considerando una ignominia la medida adoptada, en 1958 se recuperó y fue escondida por faltas de garantías. El poseedor de esto era el suscripto Carlos Mario Rodríguez LE. 2.200.057. Neuquén, año 1958”.

Carlos Mario había tenido el buen tino de “desobedecer” al gobierno golpista para conservar la efigie de Evita.

Asociación Básquet Femenino del Comahue

La labor de Rossina en pro del deporte neuquino, y especialmente del básquet femenino en el Club Pacífico, fue de un valor incalculable.

Formó parte de una fuerte y sostenida promoción de este deporte no solo a nivel provincial sino también al de la competencia nacional.

Su tarea estuvo acompañada de otras mujeres del Neuquén de ayer, que engrandecieron al Club Pacífico constituyendo la Comisión de Damas, bajo la presidencia de Enrique Martínez: doña Felipa Sánchez; Celmira Peña de Heredia; Sra. de Seleme, Sra. de Martínez, Sra. de Jacob; la Sra. Ponce y Tete Bacci, entre otras.

Los hijos fueron los que comenzaron a practicar básquet, en la década del ‘60; ellos hicieron que, poco después, sus padres se vincularan con los clubes deportivos. Rossina recordaba que comenzaron a practicar en la vieja Escuela 121, en la calle Perito Moreno, en la Escuela N° 2 y también en la 61. Solo contaban con arcos de pelota al cesto y practicaban como si fuera básquet. Uno de los planteles de Nivel Superior del Básquet más recordados de la década del ‘60, tuvo como dirigentes a Rossina y a la Sra. Edith Ponce, y fueron sus jugadoras Marcos, Saita, María Amalia Vanoli, Crexel, Hebe Clair, Norma Idáñez, Marta Vidal, entre otras.

Además, Rossina atesoraba fotografías del plantel de Básquet femenino de 1979. Sus jugadoras fueron: Mozzoni, García Ramírez, Anzola, Morales, Mesa, Palavecino, Vallejos, Hankalo, Gorgatelli, Alcazar, Barzan. Se logró el 7° puesto y el premio a la delegación más correcta.

Un compañero del club: don Luis Ángel Ramírez.

Don Ramírez fue el entrenador de básquet del Club Pacífico; un ser excepcional, como un padre para los jóvenes que jugaban en el club. Hoy está en el recuerdo de todos aquellos que lo conocieron. El gimnasio de Básquet lleva su nombre.

Los vastos diplomas de Rossina.

Enumerar y detallar sus diplomas es contar lo prolífica que fue su vida en la difusión del deporte: Diploma otorgado por el Club Pacífico cuando la institución cumplió 90 años de vida. Diploma de Honor año 2006. Mujeres por Neuquén. En reconocimiento a la destacada militancia en los inicios del MPN. Asociación Raíces Neuquinas Antiguo Poblador Año 2009

Por integrar como Presidenta el 1er. Seleccionado que participó en el campeonato argentino realizado en Entre Ríos. Grupo de Ex jugadoras de Básquet, en el vigésimo Aniversario. Integrante de la Primera Comisión Directiva Asociación Básquet Femenino del Comahue. Diploma de Honor en reconocimiento por lo que brindó al Básquetbol de Río Negro y Neuquén. En su trayectoria deportiva. Comisión de Mini Básquet Femenino Asociación del Comahue, por su actuación en el Básquetbol Femenino Pionera. 1993.Club Atlético Pacífico Socio Vitalicio. 16.9.1989. Reconocimiento en honor a su trayectoria, esfuerzo y dedicación en la división superior de Básquet Femenino de nuestra ciudad. Junio de 2011.

Esto es una síntesis: hay más diplomas y placas que adornaban las paredes de su casa.

La poeta.

Rossina escribió un libro llamado Relatos y Poesías con el seudónimo Rossana Fontan, nombre derivado de Rossina y de su apellido materno, Fontana.

En él recuerda y recrea la vida junto a su madre y los sacrificios de esos inmigrantes arribados a estas tierras. En sus páginas también da cuenta de sus ideales peronistas, del amor por sus hijos y por estas tierras patagónicas.

En uno de sus poemas dice:

“No quiero lágrimas.

Cuando yo me vaya, no quiero lágrimas.

Si fui feliz, por qué derramarlas”

Este es el relato de una mujer luchadora que supo sostener los fines e ideales abrazados, al punto de poner en riesgo su vida en épocas de la proscripción. Con esa misma pasión promovió la creación y difusión del básquet femenino, logrando que obtenga reconocimiento a nivel nacional. Por sus inestimables aportes, uno de los salones del Club Pacífico lleva su nombre. Su historia de vida ennoblece nuestro querido Valle de Río Negro y Neuquén.

Publicado en Diario La Mañana del Neuquén.

Por Lic. Vicky Chávez.
24 de julio 2021.
https://www.lmneuquen.com/rossina-nones-rodriguez-mujer-peronista-testigo-la-creacion-del-mpn-n826917

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