Los Zorrilla y otros dueños de la tierra.
Hace unos años en la segunda versión de nuestra pagina web hicimos una investigación de quienes eran los Zorrilla ya que este apellido aparecía en varios textos como uno de los mayores dueños de la tierra de la región. Aquí una actualización de aquel posteo de nuestra vieja pagina.
En 1905 Estanislao Zeballos dice: “Los argentinos trabajan para dos docenas de familias que gozan de favores oficiales”.
“(…) la conquista de esas tierras pobladas por los pueblos originarios, fue financiada por los estancieros del norte de la provincia de Buenos Aires, encabezados por el titular de la Sociedad Rural, llamado Martínez de Hoz, apellido conocido no precisamente para la democracia argentina. Se emitieron cuatro mil títulos públicos, con un valor nominal inicial de cuatrocientos pesos cada uno. Cada título daba derecho a la propiedad de una legua de tierra de dos mil quinientas hectáreas. En las tierras por conquistar, se otorgaba una renta en efectivo del seis por ciento anual hasta que se hiciera efectiva la posesión de la propiedad. El empréstito implicaba la venta de cuatro mil leguas (diez millones de hectáreas) entre las líneas de fronteras ubicadas y los ríos Negro y Neuquén. Después vamos a ver cómo el señor Martínez de Hoz va a recibir dos millones de hectáreas, tal cual lo dice la Bolsa de comercio en 1879”. (Osvaldo Bayer, 2005).
En las listas vemos otros dueños como un futuro presidente Torcuato Alvear (97.500 hectáreas), empresarios enriquecidos en tiempos de la colonia española como Ernesto Tornquist (82.550 ha) o Fransisco Piñeyro (80 ha.)... nosotros encontramos al General pidiendo su premio: entre muchas tierras más le dieron de regalo 15 mil hectáreas en Río Negro como premio por hacer la campaña genocida. Los militares como el General Roca, que participaron de la Campaña militar (una campaña en la que no hubiera sido necesaria la violencia si hubieran continuado con el sistema de acuerdos e intercambios comerciales con los indígenas que venia desde hace siglos) recibieron miles de tierras de regalo solo por subirse a un caballo y llegar a la Confluencia, SIN DISPARA UN SOLO TIRO pues en este trayecto los indígenas que se encontraban eran amigos de los blancos. Por eso, se sometieron, los evangelizaron (Ver FOTOS de Antonio Pozzo) y muchos de ellos se enrolaron en el ejército.
La Ley de Premios adjudicaba a cada participante militar en la Campaña del Desierto una cantidad mínima de 100 hectáreas por soldado que se incrementaba hasta 16.000 hectáreas para el grado de Teniente General. Interrumpido el pago de sueldo para todos los que formaban el ejército ubicado en la Patagonia, la desesperación cundió entre todos: jefes, oficiales, suboficiales y soldados. Las penurias sufridas están muy bien descriptas en el libro “Guerra al Malón” escrita por el Comandante Prado en 1912.
Desde su promulgación, la Ley de Premios a los militares y soldados que intervinieran en la Campaña del Desierto, demostró la gran crisis moral que afectaba a los porteños... Todos los porteños que quisieran estar incluidos en las listas de “héroes del desierto”, hasta el mismo Sarmiento, según informa el diario “La Tribuna” del 22 de diciembre de 1885, movieron sus influencias para integrar la lista. Sarmiento, como general, había pedido 16.000 hectáreas. Su argumento era de hierro: también él había luchado contra la barbarie de Rosas como “boletinero” con el grado de Teniente Coronel, en el ejército de Urquiza, donde tenía el oficio de escribir libretos para un ejército de analfabetos… llegó al grado de General, con sueldo que se le pagó siempre hasta el día de su muerte. Su pedido no prosperó por oposición de Carlos Pellegrini en el Senado. Como fueron muchos los que pretendían colarse en el reparto de tierras de la Patagonia, hubo que hacer varias listas. Al fin por cansancio se decidió aceptar una lista que incluía a5137 “héroes del desierto”. Esos 5.137 beneficiarios cedieron sus derechos a los grandes especuladores, a quienes nos hemos referidos, por unos pocos pesos. En cuanto a las tierras de grandes extensiones que no se entregaron a los beneficiarios ni fueron pedidas por éstos, el Estado procedió a venderlas. En la sesión del Senado del 7 de diciembre de 1891, el senador Dardo Rocha dice: “Esta tierra que vendemos para que sea poblada y que ponemos en condiciones pagando un pequeñísimo canon... se da a un precio tan barato como viene a ser el de 1.500 pesos pagaderos en 3 años” “¿Y los soldados que sobrevivieron recibieron las 100 hectáreas que le correspondía a cada uno? Bueno, estos fueron los beneficiaron que cedieron sus derechos a los cesionarios especuladores… al respecto, el Ministro del Interior, Dr. Wenseslao Escalante dice: “Se me ha denunciado que en la época de la entrega de certificados de premios militares se había formado una comandita para especular con esos títulos que se entregaron a un precio que no excedía de veinte pesos las 100 hectáreas”. Veinte pesos por los fríos y piojos reales, por el hambre real, por la humillación real, por la fatiga real de haber realizado una expedición con sangre y sin pan. Veinte pesos y que valían a seis días y medio de jornal de un carpintero, a ocho días de jornal de un pintor, a diez días de jornal de un tipógrafo, a 12 días de jornal de un herrero. Porque en 1887 el promedio de un jornal era de $1,23. Así pagó Roca y su camarilla a los que hoy, con tanta unción recuerdan quienes concurren al homenaje anual a héroes del desierto. En Hernandismo y Martinfierrismo (geopolítica del Martín Fierro)” 1979.
¿Quienes son los Zorrilla?
Zorrilla fue uno de los apellidos que aparece reiteradamente en documentos de propiedad de tierras en la región desde finales del siglo XIX y comienzos del XX cuando el Estado Nacional decide su avance sobre los territorios bajo el dominio de pueblos originarios del sur y del norte del país. Algunos textos sobre historia local hacen referencia a Benjamín Zorrilla como uno de los primeros pobladores y en documentos oficiales originales aparece el apellido como concesionario de lotes varios entre 1896 y 1920 y la “Sucesión Zorrilla” como propietaria de mil hectáreas en Allen.
Desde el Museo local cuentan:
"En 1907 Don Patricio abandonó la Capital Federal luego de renunciar al Ministerio de Agricultura. Llegó al Alto Valle para administrar las propiedades de su hermano Miguel. A pesar de encontrarse a más de mil kilómetros, siguió manteniendo relaciones con el ambiente porteño. Ese lazo fue de mucha ayuda para su futuro accionar en pos del progreso de toda la región valletana. Una estrecha amistad lo unió siempre al General Roca y al Dr. Roque Sáenz Peña. Llegó a la región en compañía de su esposa, Catalina Brickmann, con quien se hospedó en casa de Benjamín Zorrilla, uno de los principales terratenientes de la zona". Aquí Texto Completo
A través de los años estos terratenientes han sido vistos con el prestigio de ser “primeros pobladores”, que impulsaron el “desarrollo” de la zona, peticionando a sus amigos funcionarios y manejando influencias para recibir tierras en condiciones ilegales, que se hicieron “legales” gracias al "apellido" del ladrón y a la lejanía de Buenos Aires, que ni se enteraba de lo que hacían a miles de kilómetros... si se enteraban: coima y chau.
Los "grandes señores" que llegaron a las "nuevas" tierras patagonicas, impulsaron transformaciones (riego, trenes, correo, etc.) pero con el objetivo de aumentar el valor de la tierra, obtenida por concesión, premio o por venta a precios ínfimos, para luego parcelarlas y venderlas a precios mucho más altos de lo que las adquirieron.
«Entre nosotros, en nuestro Oriente Argentino, hoy la política debe consistir en llevar a nuestros hermanos de valía a los asientos de las municipalidades y de los consejos de educación, a las bancas del legislador nacional y del legislador provincial, a los tribunales de justicia, a la administración pública en general y dondequiera que exista elemento dirigente de la masa y elemento educador, para que nuestra enseñanza penetre en todas partes, en la educación, en la administración y en la política»
Mensaje para el año 1895-96 del Gran Maestre de la masonería argentina, Rudecindo Roca, hermano de Julio Argentino, en: Revista Archivorum, t. I, Cuad. 2, 1905.
Todos eran masones y es clave para entender sus intereses:
(...) "no caben dudas de la importancia del asociacionismo masón en la conformación de grupos políticos de expresión en las nuevas sociedades patagónicas. La inexistencia de núcleos receptores de viejo cuño, unida a las limitaciones impuestas para el ejercicio pleno de la ciudadanía política, habrían facilitado tal inserción, y las logias se habrían convertido en un camino válido, y por cierto exitoso durante varios años, para el acceso a cargos políticos y directivos en los principales organismos de la administración pública urbana de los territorios, así como también, seguramente, para la realización de buenos negocios" (Bandieri, S. 2010)
Los primeros inmigrantes que llegan a la zona quienes tenían un pequeño capital como para comprar... no venían con "una mano atrás y otra adelante". Los estudios indican que los primero que llegaron (salvo casos por supuesto) compraron más caro y pagaron con el pequeño capital que trajeron para finalmente concluir las compras aportando trabajo en las tierras de los latifundistas. 1).
Algunos historiadores refieren a Benjamín Zorrilla como uno de los principales terrateniente del Alto Valle y Valle Medio del río Negro, y uno de los más interesados en desarrollar obras públicas que valorizaran las tierras norpatagónicas. Doeswijk acuerda con Ockier que en el valle hubo un proceso de acaparamiento de tierras y uno de los rentistas con mayor cantidad era Zorrilla.
Los Zorrillas fueron funcionarios de varios gobiernos:
Un Benjamín fue Gobernador de Salta, Ministro del Interior del Gobierno de los Presidentes Avellaneda y Uriburu, Director del Banco nacional, Presidente del Consejo Escolar (de allí que hay escuelas con su nombre) durante el gobierno de Sarmiento.
Manuel Marcos Zorrilla fue Ministro de Agricultura y Secretario de Roca. Marcos recibirá del General Roca:
"15.000 hectáreas que tuvo su bautismo como “Campo Zorrilla” durante muchos años. En 5.000 hectáreas se pusieron los ojos para que en julio de 1924 naciera la Sociedad Italo-Argentina de Colonización" (Río Negro, 2011)
"Al este de la Colonia Roca, por su parte, el proceso de subdivisión de la tierra se inició más tardíamente, como producto de la habilitación de los sucesivos tramos del sistema integrado de riego que finalizó en 1928 para todo el Alto Valle. Estos campos, aledaños a las actuales comunas de Godoy, Villa Regina y Chichinales, habían sido concedidos por el gobierno nacional al ex Ministro de Agricultura Manuel Marcos Zorrilla, abarcando una superficie superior a las 17.000 ha de valle, de un total de 36.000 que se le habían adjudicado en el territorio de Río Negro. La primera subdivisión de estas tierras se produjo en 1924, cuando la "Compañía Italo Argentina de Colonización" –CIAC- compró 5.000 ha con el propósito de poblarlas con colonos procedentes de Italia, constituyendo la Colonia Villa Regina". (Bandieri, S. 2015)
Los Zorrilla están vinculados estrechamente a la Patagonia en este contexto de intereses coincidentes del estado y clase, en alianza con el capital inglés. Poseer tierra no significó igualdad ya que las zonas de interés estaban en función de su valor y calidad, hacia ellas se orientó el interés. Los Zorrilla adquirieron tierras por ejemplo en Salta, exactamente en el partido de Cachi, donde Benjamín fue propietario. Hoy existen funcionarios de gobiernos de esta familia.
A fines del siglo XIX, don Benjamín, arrendó sus tierras “convirtiéndose en un gran propietario ausentista” pues tenía tierras pero no las poblaba infringiendo así varias leyes que prohibían la tierra ociosa, sin producir... Poseía tierras en Payogasta, San José, algunas fueron subdivididas y vendidas, otras se mantuvieron históricamente en la familia (Lera, Mariana, 2005).
En documentación original del Archivo Histórico de Viedma vemos gran cantidad de tierras pertenecientes a la Sucesión Zorrilla y muchos testimonios de hijos de antiguos pobladores narran la llegada de padres y abuelos a trabajar las tierras de “los Zorrilla”. El Benjamín que aparece en las crónicas locales es el que fuera secretario del General Roca. Fue en 1885 cuando Benjamín Zorrilla como secretario privado del Gral. Roca obtiene tierras en el Alto Valle, su sucesión será propietaria de grandes extensiones de tierras en la región.
“Yo nací en 1930 en el establecimiento Zorrilla, mi papá se llamaba Domingo Severini que vino a trabajar la viña a comienzos de siglo. Mi mamá se llamaba Catalina Yaconni pero murió cuando yo era muy pequeña así que con mis hermanos comenzamos a ayudar a mi papá en lo que fuera, sembrando maíz, porotos, en la viña, también criábamos animales, hacíamos facturas y cuando podíamos íbamos a los bailes que se hacían siempre en lo de Cordiviola, en Guerrico, en un galpón con piso de tierra pero con orquesta aunque ¡estaba lleno de murciélagos!” (Rosa Severini, 2006)
Manuel Zorrilla, llegó a tener 36.000 hectáreas en el territorio de Río Negro y de algunas extensiones hizo la subdivisión y venta recién en 1924, cuando negoció con la Cia. Italo Argentina de Colonización, la cual conformó la Colonia Villa Regina. Los campos aledaños a las actuales comunas de Godoy, Villa Regina y Chichinales, fueron concedidos por el gobierno nacional al ex Ministro de Agricultura Manuel Marcos Zorrilla, propiedades que abarcaban una superficie superior a las 17.000 ha de valle, de un total de 36.000 que se le habían adjudicado en el territorio de Río Negro. En Allen un Marcos Zorrilla aparece como dueño de la bodega San Marcos, participaba en la Cooperativa de Irrigación junto a Patricio y el francés Doleris (ver “El Nilo Argentino”, 1912) refiere a la estancia de Zorrilla, ubicada a un km. de la de Patricio Piñeiro Sorondo, y describe sus viñas y frutales.
Manuel, fue intendente de Buenos Aires en 1880 y secretario del presidente Avellaneda. También había sido interventor en Santa Fe y profesor de derecho administrativo en la UBA. Su vínculo con la región es señalado en la conformación de Logias masónicas en Neuquén en las que Miguel (hermano de Patricio) y Alejandro Sorondo (tío de Patricio) aparecen como grupos integrantes de la masonería neuquina (Diario Río Negro, 2004). Con los Sorondo, los Zorrilla, coinciden no sólo en la posesión de tierras en Las Lajas sino también en la conformación de logias masónicas que fundan la nueva Capital en Neuquén. Como cultores de las ideas del liberalismo laicista de la época, garantizaron una mediación por demás exitosa entre la sociedad civil y el poder (Bandieri, S. 2007).
En definitiva, señores proingleses y masones, que vieron en las nuevas tierras patagonicas negocios y prestigio, accediendo a cargos con la idea de orientar el desarrollo institucional y económico:
" (...) no caben dudas de la importancia del asociacionismo masón en la conformación de grupos políticos de expresión en las nuevas sociedades patagónicas. La inexistencia de núcleos receptores de viejo cuño, unida a las limitaciones impuestas para el ejercicio pleno de la ciudadanía política, habrían facilitado tal inserción, y las logias se habrían convertido en un camino válido, y por cierto exitoso durante varios años, para el acceso a cargos políticos y directivos en los principales organismos de la administración pública urbana de los territorios, así como también, seguramente, para la realización de buenos negocios". (Bandieri, S. 2010)
La elite allense tenía lazos con la elite neuquina que impulsó el traslado de la capital. Todos eran masones y amigos de Patricio Piñeiro Sorondo.
Zorrilla poseía propiedades en el departamento Los Lagos y los Sorondo también. Sin tratar de encontrar “lazos mágicos” que indiquen unidad de intereses, es llamativa la cercanía de estos grupos teniendo en cuenta las condiciones de la época y el lugar. Los vínculos masones incluyen personajes reconocidos apenas terminada la campaña. Según Francisco Juárez, en Neuquén, desde sus orígenes es asombroso encontrar agrimensores, terratenientes pioneros, gobernantes, funcionarios, profesionales, militares, masones y, sin asegurar que exista un plan de largo alcance con objetivos de apropiación o especulación inmobiliaria: “Hay, sin embargo, dos áreas de presupuesto para otro tipo de elaboraciones e hipótesis de trabajo: 1) la coincidencia de protagonistas con esa filiación en funciones gubernamentales o compradores de tierras, otros en trabajo de mensura, y hasta los primeros interventores nacionales; y 2) el diseño y disposiciones urbanas de la nueva capital. Referido a esto último, ya ventilado en estas páginas, puede agregarse que, además del parecido diseño urbano de La Plata inspirado en el plano del ingeniero Juan Martín Burgos (iniciado en la Logia Confraternidad Argentina Nº 2 el 30/10/1875), la planta inicial de Neuquén agrega la rigidez laica de un trazado inicial sin ubicación de templo religioso alguno y plaza principal, como fue lo típico de la España virreinal” (Juárez, 2004) En la historia local no aparece hoy nada que permita encontrar vinculación entre los “pioneros” fundadores y el esquema propio de la oligarquía decimonónica que consideró a los territorios nacionales como una colonia dentro del país (Zusman, 2007). Navarro Floria refiere que la Nación naciente solo pensó en la prosperidad material para un sector, todo lo demás quedó postergado; los habitantes de los territorios nacionales eran ciudadanos de segunda: Lee ACá sobre esto
En el análisis del proceso de distribución, valorización y venta de la tierra en Allen podemos desarrollar algunas hipótesis que nos acerquen a muchos de los problemas que aquejan en la actualidad: límites difusos, tierra fiscal y tomas, propiedad de la tierra, pequeño propietario en extinción, desarrollo económico hacia fuera, entre otros. La idea de desarrollo regional/local sigue ausente, las empresas de antaño con apellidos en los anales directivos, se han diversificado pero siguen en el territorio y avanzan sin rendir cuentas a los estados provinciales.
Río Negro desarrollo históricamente leyes y modelo de gestión de las tierras fiscales sin regular ni controlar el proceso de apropiación de la tierra, orientado a la urbanización central y donde las zonas periféricas y marginales no tenían valor. Con el tiempo era de esperar una legislación que terminara con los problemas que permitieran su ocupación definitiva. Sin embargo, la burocracia dilató la distribución y en el Valle (y en nuestra ciudad en particular), las tierras fiscales siguen esperando.
Las mejores tierras, como hemos visto, se entregaron sin control a la especulación y a casi un siglo, las menos productivas se mantienen fiscales. No hay política local ni provincial para regularizar ni mejorar esas tierras y nadie está dispuesto a hacer inversión alguna que las haga rentables. Sin embargo, mucha tierra fiscal se “pide” al gobierno; hoy también “cercanos” al poder obtienen tierra que en algunos años tendrá valor. En Allen la tierra se disputa hoy para vivienda, las chacras cercanas al casco urbano se venden para vivienda (lo que provocará un impacto ambiental a corto plazo) ya que muchos chacareros no pueden hacer frente al avance de las multinacionales que determinan otro modelo de producción y/o cambio de matriz. No hay desde el gobierno entendimiento de la situación ni se sabe como resolver una herencia que para entenderla habría que estudiar con profundidad el proceso.
Saber más:
¿Quienes son los beneficiarios directos de las tierras de la Conquista? Lee acá
LA ÚLTIMA FRONTERA. LA REGULARIZACIÓN DE LA TIERRA FISCAL EN LA PATAGONIA ARGENTINA. El caso de la Provincia de Río Negro. Dr. Marcelo Sili Investigador Conicet – Depto. de Geografía, Universidad Nacional del Sur. Y Prof. Andrea Massari Fundación Génesis, Provincia de Río Negro, Argentina /www.landnetamericas.org/
Varios historiadores han confirmado que la apropiación de la tierra del Alto Valle fue latifundista es decir "una importante extensión de tierra en manos de un grupo pequeño de personas" entre ellos: Susana Bandieri - Navarro Floria y Nicoletti M. - Maria C. Ockier - otros.
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