jueves, 14 de noviembre de 2024

PRÓLOGO. Carlos Basabe Cerdá.


PRÓLOGO.

Carlos Basabe Cerdá nació en una población al norte de la patagonia argentina en julio de 1940, su primera vivienda fue una chabola o rancho que se asentaba sobre terrenos fiscales donde los vecinos eran todos operarios o jornaleros que trabajaban el campo, la construcción o los aserraderos. Villa Regina se inauguró como población de inmigrantes Italianos y Españoles en su mayor porcentaje, y el sacrificio de desmonte, emparejamiento y trazados de acequias de riego, fue titánica para poder convertir esos páramos desérticos en tierras productivas.

16 años después de haber sido declarada población, Carlos nació en una muy humilde vivienda sin luz, agua, ni servicios básicos.   el alumbrado era con lámparas a kerosene, la calefacción y fogones de cocina eran alimentados a leña, y el agua se recogía de un canal de riego que pasaba enfrente.

Su niñez de chico pobre le obligó a crear sus propios juguetes recogiendo deshechos de un basural propiedad de una fábrica tomatera que estaba a unos 500 metros de distancia.

Paralela a una ruta nacional de tierra y pedregullo corría la vía del Ferrocarril General Roca que cumplía con el transporte de frutas, petróleo, piedra de alabastro, soda cáustica y otras especies del Valle a Buenos Aires (1.200 kilómetros) además de una formación diaria de transportes de pasajeros hacia el mismo punto.

La manipulación de elementos naturales para entretenimiento, el paso por la escuela primaria y la integración al trabajo con apenas 8 años, hace que multiplique la imaginación y la curiosidad por todo lo que se necesitara para vivir.   De esa manera fue cambiando de trabajos que no tenían nada entre si, "cadete de almacén", cadete de farmacia con 12 años, lo que no impidió que el farmacéutico viendo la curiosidad, le dio la oportunidad de que elaborara algunas "recetas magistrales" que se usaban en esa época.

 Así fue que se encargó de hacer una crema con productos pesados en una minúscula balanza de pocos gramos, llamada "diadermina", también se encargaba de hacer un laxante llamado "limonada rougé" supositorios y otras recetas.   De la farmacia pasó a ser repartidor de telegramas en una bicicleta del correo (el medio de comunicación más rápido de la época), trabajó en aserraderos armando jaulas y cajones de madera para embalar las frutas que viajaban a Buenos Aires, fue repartidor de helados, vendedor de caramelos en un cine, ayudante de carnicero y de allí pasó a su oficio de pintor rotulista que conservó durante 55 años.

La diversidad de trabajos y la permanente curiosidad por la vida lo hizo cantante de temas bailables y luego guitarrista,  cantante de tangos y folklore, llegando a ser representante de Villa Regina en escenarios Nacionales.

El cariño a la naturaleza y la sensibilidad por la familia y los amigos, le inspiran elaborar versos y cuentos cortos que hoy se ponen a consideración de quienes los lean. No son poemas de gran elocuencia gramatical, pero se puede apreciar que trata de describir con todo cariño los personajes y paisajes que relata.

Para entender su amor a Villa Regina, debemos saber que es una población emergente al pié de una barda o meseta recostada en la parte norte, siendo además la puerta al Alto Valle de Río Negro, un corredor frutícola de 100 kilómetros de largo por unos 6 o 7 kilómetros de ancho.

Sobre la parte sur, corre el Rio Negro producto de la confluencia del Rio Limay y el Río Neuquén   toda esa masa de tierra está sembrada de frutales que son la mayor riqueza de la zona.    Manzanos, perales, ciruelos viñas, duraznos o melocotón, nectarinas o pelones son una parte de las variedades que se mezclan con sembradíos de verduras, alfalfa, y otras especies.

Los que cruzan el tramo desde Bahía Blanca hasta la entrada al valle, pueden ver solamente tierras estériles y semidesérticas por lo que al llegar al alto valle se sorprende del vergel que acompaña la ruta nacional 22 hasta la provincia del Neuquén.

Desde 1981, se afinca en Palma de Mallorca (capital de las Islas Baleares de España) para quedarse definitivamente con su familia y es por ese mismo motivo que empieza a enamorarse de las bellezas isleñas. Cada tanto cuando está motivado, escribe un poema o un cuento corto para descargar su creatividad, las mismas que hoy ocupan este pequeño ejemplar.

Estas primeras letras reunidas en versos, están dedicadas a Mirta Doyle (su esposa) en ocasión de cumplir las bodas de oro.

 ANIVERSARIO.

 Anoche te he vuelto a tener entre mis sueños

 con aquella juventud exuberante

 eras un arroyo de adolescencia cristalina

 corriendo por un cauce desafiante

 fue solo un flechazo en nuestras vidas

 aquel hermoso encuentro de verano

 mi corazón quedó herido de muerte en ese instante

 como un pájaro alcanzado por un rayo

 ¿que puedo recordarte que no sepas?

 en estos cincuenta años que han pasado

 transitando los dos juntos el camino

 que nos puso la vida en nuestras manos

 ¿que pronto que ha pasado esta aventura

 o quizá, muy a prisa la bebimos

 parece que fue ayer cuando empezamos

 a sortear las espinas del camino

 hoy estamos mayores y felices

 sin especulaciones, con las cartas dadas vueltas

 entregados el uno para el otro

 somos dos llaves de una misma puerta

 ¡quiero darte las gracias por tu apoyo!

 y lo mucho que te he amado en esta vida

 si volviera a nacer solo pretendo

 volver de nuevo a ese punto de partida

Una vida llena de altibajos, alegrías y malos momentos encapsularon la historia de este matrimonio que lleva 54 años de vida compartida.  Yendo y viniendo hacia diferentes sitios, buscando siempre una estabilidad que garantice la mayoría de edad resumidas en unas pocas estrofas donde el autor deja bien claro su amor por su mujer.

POLICROMÍA.

Cromados de ocre y oro, los álamos plateados

se perfilan desnudos, junto a aquel viejo rio

separador de vientos, en las chacras vallistas

cantaban junto al céfiro, las notas del estío

hermanos de los sauces, panorámica antigua

sombrean los solares de la costa vaguada

le dan encanto joven, a la isla elegante

la que Gonzales Jezzi, con pasión instaurara

vigilan con ternura, a niños bullangueros

que corren por el pasto detrás de una pelota

ascuas en la parrilla, humeando la asadura

saludan con aplomo, el nacer de la aurora

a lo largo del rio caudaloso y señero

son la policromía de las tardes de otoño

entre el ocre y el rojo, se mezclan los colores

cuando ya se desprende de su verde visoño

en momentos puntuales, los álamos plateados

sirvieron de cumbrera en los humildes ranchos

o fueron combustible, de cocinas a leña

en las heladas noches de los inviernos largos

hoy regreso y los miro, con ojos asombrados

los llevo entre mis fotos, como testigo magro

a mostrar en españa, que allá del otro lado

Dios existe y disfruta, de esos hermosos árboles.

El valle de Rio Negro ocupa una extensión de unos 100 kilómetros de largo por unos 10 kilómetros de ancho,  sobre la parte sur corre el Rio Negro que es producto de las confluencias de los ríos Limay y Neuquén. Antes de que se creara la represa de "El Chocón", estos ríos eran libres de caudal y en la época del deshielo al iniciarse la primavera desde el mes de septiembre, solía desmadrarse y sus aguas inundaban las riberas donde estaban las chacras de frutas a lo largo de esos 100 kilómetros.   Como consecuencia de esas grandes inundaciones, también sufrían las consecuencias los habitantes ribereños.  Estos versos tratan de definir esa costa sembrada de árboles naturales y otros plantados a posta para ayudar a atajar los vientos que hacen caer las frutas.  Los tonos que toman en otoño es un sueño que dificilmente se pueda olvidar en la vida.

14/11/2017.

Carlos Basabe Cerdá nacido el nueve de julio de 1940. Vive en Palma de Mallorca, Isla Baleares (España).

Pedro Basabe (mi padre), me desperté y se me vino el recuerdo de cuando éramos niños, (mi hermano Pedro 7 años, yo 5 y mi hermano Ricardo pocos meses durmiendo en una jaula tomatera.  Cosechábamos tomates para un tal "Menegon" en una chacrita antes de llegar a Godoy, nos pagaban 25 centavos la jaula, juntábamos entre mi hermano y yo 5 jaulas al día.  Llegada la media tarde parábamos a tomar mate cocido con galleta, que mi querida mamá lo preparaba en la cabecera de los surcos y allí con cuatro jaulas de asiento nos reuníamos para contarnos los descubrimientos del día. (Alguna vez volvimos caminando a Regina) Hoy es uno de los tantísimos recuerdos que lleva mi alma romántica. (Descansen en paz mamá y papá). Carlos Basabe.

Fotos varias.






Realizado por Carlos Basabe.





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