Viñedos y Bodega “LA CERDEÑA” de Antonio Daga.
Don Antonio Daga, nacido a mediados de la última década del siglo XIX, era oriundo de la isla de Cerdeña, en el sur de Italia, arribó a la Argentina con 15 años cumplidos en compañía de un tío, fue en los años previos a la Primera Guerra Mundial. Desde la Estación Retiro partieron en tren con destino a la provincia de San Luis, donde ambos se emplearon para trabajar en unas canteras de mármol ónix.
El motivo esencial de las inmigraciones, como lo expresara el escritor italiano Edmondo De Amicis (1846 – 1908) –autor de libros de viaje y de la famosa novela “Corazón”–, ha sido “migro per mangiare”.
Al desatarse en 1914 el conflicto bélico mundial llamado en su momento la Gran Guerra, este inmigrante sardo imbuido de un ardiente patriotismo fue uno de los 32.430 italianos radicados en Argentina que decidieron regresar a su país natal a fin de incorporarse al ejército de su patria para luchar en tal conflagración (Eugenia Scarzanella, 2007), algunos lo hicieron como soldados voluntarios, tal el caso de él, y otros convocados por la Embajada itálica para combatir.
Don Antonio, que había contraído matrimonio en Italia, retornó con su mujer e hijos a la Argentina en la década de 1930 con el firme propósito de adquirir una chacra en Villa Regina, para llevar a cabo su proyecto personal que lo ilusionaba desde que había pisado suelo argentino por primera vez, el cual consistía en implantar vides y erigir su propia bodega.
El protagonista de esta crónica conforma un emprendimiento familiar al que denomina Viñedos y Bodega “LA CERDEÑA” de Antonio Daga. Según la Guía Comercial del F.C.SUD, OESTE y MIDLAND, para la vendimia del año 1942 esta bodega había elaborado 40.000 litros de vino. En el afiche primitivo de la bodega aparecía VILLA REGINA – F.C.S.
El vino elaborado era principalmente tipo clarete, envasado para su distribución en bordelesas. La venta del mismo la realizaba en la región del Alto Valle de Rio Negro y Neuquén, enviaba a Bahía Blanca y su zona de influencia y, asimismo, efectuaba su distribución en la Línea Sur rionegrina.
Don Antonio iniciaba su jornada laboral a la hora que el amanecer llegaba lentamente, en el horizonte hacia el oriente asomaba una pequeña luz que se iba expandiendo y la Cruz del Sur empezaba a desvanecerse. Era una persona para quién el trabajo constituía su razón de vida, que pudo rozar la tarde con las yemas de los dedos. Su vida ha sido una peculiar historia de coraje, voluntad y sacrificios, marcando un derrotero de conducta para las próximas generaciones.
En el año 1953 se constituyó la sociedad Viñedos y Bodega LA CERDEÑA S.R.L., como una estrategia de trabajo familiar.
A partir del año 1958 esta bodega quedó registrada en el Instituto Nacional de Vitivinicultura bajo el N° N 71041.
Los vinos elaborados tipo claretes, blancos y tintos a principios de la década del ’70 empezaron a ser fraccionados en damajuanas de 5 y 10 litros y expendidos con la tradicional y acreditada marca comercial Viñedos y Bodega LA CERDEÑA S.R.L.
Su última elaboración se registró en el año 1992 y el cese definitivo de actividades otorgado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura fue el 3 de febrero de 1994.
Un especial agradecimiento a mi ex alumno y colega Guille Daga que me envió el escaneo de los afiches.
Publicado en Afiches de bordelesas de vino de la Patagonia Norte de Federico Witkowski.
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