Noé Següino y la museóloga Magalí Catriquir junto al altar de 1928, recuperado y restaurado. Foto Néstor Salas. |
“La historia es el presente preservada para el futuro”, sentencia Noé Següino, que a lo largo de su vida a hecho muchos esfuerzos en rescatar la memoria de las historias que hicieron al nacimiento y desarrollo de Villa Regina.
Décimo hijo de uno de los primeros inmigrantes italianos que arribaron a esta ciudad con el proyecto colonizador de la Compañía Italo Argentina de Colonización (CIAC), desde muy chico escuchó de primera mano los relatos de vida de los colonos.
“Mi interés por la historia surgió en forma natural; nací en Villa Regina en 1948, y cuando tenía cinco años mi madre murió. Por eso me crié entre adultos; mi padre me llevaba a todos lados, escuchaba lo que hablaba con otros inmigrantes; iba al bar donde tomaban su vaso de vino y yo me dormía debajo de la mesa escuchado sus relatos”, cuenta Noé, que además de las historias personales, también se ocupó de rescatar objetos que usaron los colonos en los primeros años del nacimiento de la ciudad.
Gran parte de estos elementos están resguardados en el Museo Municipal Felipe Bonoli, que funciona en la primera vivienda que se construyó en la ciudad, y que, además, sirvió de vivienda y oficina a Bonoli que fue gerente de la CIAC.
“La colonización de Villa Regina tiene características muy particulares porque se hizo de manera organizada, cada inmigrante que venía ya tenía asignada una parcela de tierra para trabajar y un crédito de la compañía con herramientas y elementos para el trabajo. Los inmigrantes que llegaron era gente instruida; en poco tiempo formaron la banda de música y crearon la biblioteca”, dice al hacer un breve repaso de la historia de la ciudad.
Con solo 22 años ingresó a trabajar en la locución comercial en la AM LU16, donde aprendió los distintos aspectos del trabajo radial, desde la operación hasta la redacción y conducción de programas.
Precisamente este trabajo le permitió profundizar dos de sus pasiones en la vida, la de rescatar la memoria de los colonos con sus historias, y la de escritor con la edición de su primer trabajo “De las historias no conocidas”.
En la tarea de rescate de objetos y elementos históricos, hace pocas semanas atrás entregó al museo Felipe Bonoli, el primer altar que tuvo la iglesia local. “No conseguí datos sobre si fue construido acá o vino de afuera; pero data de aproximadamente 1928. En la década del ‘90 quedó abandonado, lo rescaté y hasta antes de la pandemia estuvo en la capilla Santa Rita en una chacra. Después estuvo en un galpón en mi casa, donde fue restaurada la pintura y entregada al museo”, contó.
El altar tiene un lugar de privilegio junto a la pintura “El descenso de la Cruz” que realizó entre 1928 y 1930, Benedicta Cipolletti, hija del ingeniero César Cipolletti que diseñó el sistema de riego del Alto Valle, y esposa de Felipe Bonoli, a quien acompañó en la fundación de Villa Regina. La imagen exhibió durante años junto al altar en la iglesia local.
Reedición del libro de relatos históricos.
En 1994 Noé Següino publicó su libro de relatos “De las historias no conocidas”, en el que rescató vivencias de los primeros colonos de Regina, que obtuvo buenos comentarios y críticas; y que lo llevó a disertar en distintos espacios en la provincia.
* Publicado en Diario Río Negro, 26/09/2022.
https://www.rionegro.com.ar/sociedad/al-rescate-de-la-memoria-de-la-ciudad-2514512/
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