domingo, 29 de diciembre de 2019

Chacra de Pancani. Crecida del río Julio de 1.958.

La foto del recuerdo. 

Chacra de Pancani. Crecida del río Julio de 1.958. En la foto: Darío Durazzi y Delia Pancani. Altura: Otto Krause.

* Información y foto: Pallino Grifoni.
Gracias Pallino.
* Información y foto: Pallino Grifoni.
Gracias Pallino.

viernes, 27 de diciembre de 2019

Época de oro del fútbol reginense de la Gloria Bendita CLUB ATLÉTICO REGINA.


Estos son algunos de los artífices de la etapa de oro del fútbol reginense: Negro Quiroga, Nenucho Centeno, Mario Lucero, el Loco Gaitán, Ruso Strack, Caito Di Carli, Santos Amaya, Mario Medina, Omar Liguori, Gallego García, Loro Porrino, Negro Rivero, Tano Pasini, Chueco Salinas, Héctor Tapattá, Mario Giménez, Rubén Franco, Bambi Flores, Correira, Ramón Sánchez, Héctor Fernandez, Francisco García.

DTs: Santangelo, Miranda, Di Julio.

Texto e imagen: Nicolás Porrino -  facebook.

sábado, 21 de diciembre de 2019

La foto del recuerdo.

La foto del recuerdo. 

Aparecen Gogo Harina, Máximo Massaccesi y M. Rossati atrás la Regina de entonces.

Falta Amigos lectores de ¡BIEN DE REGINA! investigar el año aproximado de la misma.
* Información y foto: Pallino Grifoni.
Gracias Pallino.

viernes, 13 de diciembre de 2019

COOPERATIVA "LA REGINENSE". COOPERATIVA VITIVINÍCOLA FRUTÍCOLA Y HORTÍCOLA, COLONIA REGINA CREADA EN 1929. Hoy cumple 90º Años.


COOPERATIVA "LA REGINENSE". COOPERATIVA VITIVINÍCOLA FRUTÍCOLA Y HORTÍCOLA, COLONIA REGINA CREADA EN 1929. Hoy cumple 90º Años.
La primera Cooperativa, fue la Cooperativa “Colónica” una figura inexistente hoy, en nuestro derecho  Cooperativo, cuando en el momento de su creación no existía la Ley Nacional de Cooperativas, porque la Ley 11.378 fue dictada en 1927, o sea 3 años después de fundarse en Villa Regina la Cooperativa “Colónica” que tomó una característica de una Cooperativa de Consumo, de una Cooperativa de Producción, de una Cooperativa de Crédito, y no logró alcanzar la etapa de una Cooperativa de Comercialización, que sí inicia la Cooperativa “La Reginense”.
La Cooperativa “Colónica” fue creada a instancias de la C.I.A.C., en cambio la Cooperativa “La Reginense” es idea de la C.I.A.C.
El ingeniero Felipe Bonoli, como Gerente de la CIAC,  participó de la convocatoria del 13 de diciembre de 1929.
Esta reunión se convierte en constitutiva con la presencia de muchos primeros colonos.
EL 13 de Diciembre de 1929, es decir, a solo 5 años de la fundación de Villa Regina, se fundaba “LA REGINENSE” Cooperativa Vitivinícola, Frutícola y Hortícola Colonia Regina Limitada.
Listado de vecinos participantes de la 1era. Asamblea de Socios de la Coop. Vitivinícola Colonia Regina Ltda.
•             GREGORIO RUCABILA                              
             JOSÉ CAPORALINI
             ROMANO MOLIN
             ING. MARIO BICCHI
             PEDRO BIGGI
             FORTUNATO PASSAMONTI
             BAUTISTA VIBERTI
             LUIS BEROLA
             NAZARENO SILVETTI
             JUAN TONCOVICH
             JUAN BAUTISTA FABRO
             EMILIANO CIMINELLI
             VICENTE PESCE
             JOSE PRETTO
             ALBERTO GIOVANINI
             RUFINO GREGORI
             HECTOR BENATTI
             EUGENIO RIGATTO
             EUGENIO VECCHI
             JUAN BAUTISTA ZAMPA
             ATILIO MARTINOLI
             MIGUEL POTES
             GUIDO ROSATTI
             HECTOR GRIFONI
             ENRIQUE PERAZZOLI
             ANTONIO LIBERATI
             PABLO SEDETTI
             SANTOS ZANINI
             ANGELO BUSARELLO
             PEDRO PISTRIN
             ERNESTO DE BORTOLI
             JUAN ALBA
             ANGEL PATTERNOLLI
             VICENTE MUNER
             UMBERTO SEBER
             ANDRES TONCOVICH
             ANTONIO UCATIER
             FRANCISCO VERTUA
             JOSE DEL TEDESCO
             FRANCISCO CORBERA
             JOSE BARALE
             ATILIO GIGANTE
             CARMELO DI MARTINO
             ANTONIO RIGONI
Este listado fue brindado por José Pérez.
Comenzó con Bodega de Vino con capacidad de dos millones de litros u su primer directorio estaba integrado de la siguiente manera:
PRESIDENTE: Ing. Mario Bicchi; Vice Presidente: Luis Berola; Secretario: Pedro Biggi; Pro Secretario: Bautista Viberti; Tesorero: Fortunato Passamonti; Pro Tesorero: Nazareno Silvetti; Vocales: Juan Toncovich, José Pretto, Juan Bautista Fabro, Alberto Giovanini, Héctor Benatti,  siendo vocales suplentes: Vicente Pesce, Eugenio Rigatto y Emiliano Ciminelli.
Unos meses después, cuando unos 80 colonos, que implicaban unas 300 has. de viña, se reunieron por primera vez y se constituyó la Asamblea de socios, esta comisión fue reemplazada por la definitiva presidida por Guido Rossati; Vicente Muner, vicepresidente; secretario Bautista Viberti,; prosecretario José Caporalini; tesorero Héctor Grifoni; pro tesorero Enrique Perazzoli; y vocales: Luis Berola, Héctor Benatti, Enrique de Bortoli, Gregorio Rucavila y Antonio Liberatti.
La Cooperativa se impuso como objetivo la distribución para sus asociados de los productos que necesitaran al precio más ventajoso suprimiendo los intermediarios.
El capital social se conformó con acciones nominativas individuales cuyo valor de $100 m/n cada una. Cada socio debía suscribir al menos una acción por cada dos hectáreas de viñas.
Obtenía su Personería Jurídica el 18 de Setiembre de 1930.
En 1937 se introdujo la industria sidrera y la Cooperativa La Reginense fue pionera en el Valle.
Luego de ese comienzo mencionado, la Cooperativa que comenzó recibiendo la producción primaria de sus socios. La uva demandó la construcción de una bodega con una capacidad inicial de 1.000.000 de litros a lo que siguió la fábrica de conservas, anexando luego el aserradero en 1932, luego vendría el  Galpón de empaque, destilería, molienda de manzanas, fábrica de embasamiento de sidra, fábrica de espumantes, elaborando grappa, calvados y vinos espumosos de la marca Recamier,  frigorífico y supermercado. El coñac Valñac especialmente añejado en cubas de roble Nancy, es parte de la elaboración de 8000 botellas que salieron a la venta por única vez en el año 1951.
Sus marcas reconocidas fueron "Mosela Argentino", "Valle Alegre", Champagne "Recamier", Sidra "La Reginense", Grapa "La Reginense" llegando a incursionar en un jugo manzana de consumo directo denominado "Vera Mela".
En 1986 su actividad se centraba en la molienda de manzanas que deriva en 4.000.000 de litros de caldo superando en la sidra envasada las 200.000 docenas de botellas. Con un galpón para trabajar 400.000 cajones y el frigorífico para almacenar unos 150.000 cajones.
En 1986 el Consejo de administración estaba conformado por los Sres. Atilio Vesprini, Arnaldo Borghese, Francisco Galletta, Damián Rosetani, Adino Dal Piva, Arturo Tofoni, Armando Vesprini, Ezio Dalsasso y Tulio Dalsasso.
En noviembre de 2017 el municipio de Villa Regina, la Cooperativa La Reginense y Fundesur firmaron un acuerdo para la construcción del Museo de la Sidra y el Vino, que se ubicará dentro del edificio de la emblemática empresa de esta ciudad, con fondos que aportarán los gobiernos provincial y nacional.
En cuanto al museo, indicó que un sector estará ubicado en el área de cocheras de La Reginense, pero que también se aprovecharán distintas naves del edificio de la planta de elaboración de sidra, al que se sumará la reparación de la vieja proveeduría para la creación de un centro de capacitación e investigación.
Declarado Monumento Histórico en el año 2007.
La Cooperativa La Reginense, fue intervenida por la justicia a raíz de un pedido formulado por la Dirección de Cooperativas y Mutuales de la provincia, tras detectar incumplimientos estatutarios su interventor José Esteban Pérez tiene una tarea magna de recuperar esta Cooperativa Reginense.
En los próximos días apuntan a envasar 14 mil litros de sidra para conmemorar el 90 aniversario de su fundación.
El programa para el retorno de La Reginense a la elaboración de sidra se puso en marcha en octubre con una convocatoria abierta a todos los productores interesados en aportar manzanas para la molienda y la elaboración del caldo que ya está a punto de pasar a la etapa de envasado.
La intervención avanzo con programas de reactivación tanto de la planta de empaque y frío, como de la planta elaboradora de sidra.
Se utilizaron para este trabajo de recopilación información de libros “Hechos y realidades reginenses” de Franco González, “Me lo contó mi abuelo” de Silvia Zanini, “Las historias que nos unen” de Silvia Zanini, información brindada por José Pérez Interventor Judicial de “La Reginense”.
Acto aniversario de La Reginense. Viernes 13  de Diciembre a las 18 Hs.  Entronizacion de la Virgen Maria Auxiliadora (Patrona del Agro) en instalaciones de La Reginense. 19 Hs. Entrega de Certificados a los Integrantes de la primer asamblea (año 1929).

jueves, 12 de diciembre de 2019

12 de Diciembre de 1968: deja de existir en Buenos Aires, el Ingeniero Felipe Bonoli, a los 84 años de edad.


12 de Diciembre de 1968: deja de existir en Buenos Aires, el Ingeniero Felipe Bonoli, a los 84 años de edad.

El Ingeniero Felipe Bonoli, nació en la Ciudad de Roma, Vía Giubbonari Nº 74, el 22 de mayo de 1883. Era hijo de María D´Arcangelis y del Ingeniero Héctor Bonoli, quien tuvo importante actuación en la organización del Servicio de Agua Potable, en Roma, demostró desde pequeño marcada inclinación hacia la profesión de su padre.
Era de espíritu inquieto, luego de recibir el título de Ingeniero en la Universidad de su ciudad natal, realizó varios viajes de perfeccionamiento a Alemania y otros países Europeos.
Durante los primeros años del Siglo XX, de regreso a Roma, se entera por lo que habían sido sus profesores, que el insigne Ingeniero Hidráulico, César Cipolletti, que ya había realizado importantes obras en la República Argentina, había sido contratado nuevamente por el Gobierno Argentino, para construir el Dique, que había proyectado con el fin de controlar las crecientes y posibilitar el riego en el Alto Valle Rionegrino.
El Ingeniero Cipolletti, se había comprometido a seleccionar y llevar consigo el grupo de técnicos e ingenieros, que pudiera ayudarle en sus trabajos, y acelerar así la construcción del Dique, obra en la cual el Gobierno estaba particularmente interesado, para transformar el desierto, mediante canales de riego que posibilitaran el desarrollo de la agricultura y el poblamiento de las ricas tierras, totalmente incultas.
El Ingeniero Bonoli, era aún joven, recién se iniciaba en su profesión, vinculado a las tareas propias de la Universidad. Su espíritu inquieto, repleto de aspiraciones, para la realización de grandes empresas. Con sus antecedentes, se puso en contacto con el equipo del Ingeniero César Cipolletti, y logró ser incluído, en la comitiva de expertos, que lo acompañaría en sus trabajos en Río Negro.
Conseguirlo no le fue fácil, ya que la competencia era dura, pero su capacidad, unida a una persistente insistencia logró finalmente llamar la atención del Ingeniero Cipolletti. Consiguió así que éste lo incluyera en su Comitiva Técnica, designándolo Ayudante de Campo.
Este hecho habrá de adquirir una importancia fundamental que incidirá posteriormente, no solo en su vida familiar, pues al poco tiempo se enamoró y se casó con la hija de César Cipolletti, sino por el hecho de haber logrado asimilar y adoptar la visión del Insigne Hidráulico Italiano que, impactado con la imponencia del río Negro soñaba con poder realizar, algún día, un plan de colonización, para radicar en la zona, un importante núcleo de familias de agricultores especializados en Italia.
La Comitiva Técnica del Ingeniero Cipolletti, embarcó finalmente en Génova rumbo a Buenos Aires, en el Vapor "Tommaso de Savoia", en enero de 1908. Acompañaban al Ingeniero Cipolletti su esposa Ida Grossi y sus cuatro hijos, Benedicto, Pedro, Luís y Emilio, juntamente con los Ingenieros Italianos, Severino, Kambo, Vulpani, Cantutti, Apolinario, Pasalacqua, y Bonoli.
A los pocos días de la travesía, como consecuencia de una inesperada dolencia, se produce a bordo el fallecimiento del Ingeniero César Cipolletti, fue el 23 de enero de 1908.
Dada su personalidad, sus restos fueron embalsamados, para poder ser enterrados en Buenos Aires con las honras correspondientes.
La familia de César Cipolletti, decide radicarse en Argentina, pero viaja de regreso a Roma para dejar solucionados los aspectos sucesorios. En este viaje, los acompaña el Ingeniero Bonoli, ya comprometido en matrimonio con Benedicta Cipolletti.
La pareja se casó en Roma, a fines de 1908, para regresar luego a la Argentina, instalándose inicialmente en la Ciudad de Mendoza.
El Ingeniero Bonoli, pasó allí los primeros años de su experiencia en la Argentina, asociándose en una Empresa Metalúrgica, y realizando asesoramientos en temas de su especialidad.
En 1912, nacieron sus hijos, mellizos, César y Héctor Bonoli Cipolletti. Siguiendo la tradición familiar, el primero se especializó en Hidráulica y llegó a ser un importante funcionario de Obras Sanitarias de la Nación, el segundo se especializó en Psiquiatría, llegando a ser Director del Instituto Psiquiátrico Infante Juvenil Tobar García.
Hacia 1920 la familia se traslada a Córdoba, donde el Ingeniero Bonoli, se desempeñó como Gerente en la Compañía Anglo Argentina de Electricidad de Córdoba, y Profesor del Colegio Nacional de Córdoba, interviniendo en la Organización de la Compañía de Luz y Fuerza de Alta Gracia, y participó en la instalación del proyecto del tranvía eléctrico, que se extendería , desde la Ciudad de Córdoba hasta la estación Arguello (14 km).
En 1923, se instaló en Buenos Aires, donde nació su tercer hijo, Felipe Bonoli Cipolletti, quien se doctoró en Ciencias Naturales (Geología), llegando a tener destacada actuación en las provincias de Río Negro, Neuquén y Chubut, en el estudio y desarrollo de importantes proyectos mineros.
El Ingeniero Bonoli, tuvo conocimiento de la existencia de la propiedad de la Sucesión Zorrilla que comprendía alrededor de 8.000 hectáreas, en el lugar que hoy ocupa Villa Regina.
En tratativas iniciales de compra con los herederos, ayudado por un conocido de la familia vendedora, el Ingeniero Juan Molina Civil, quien fuera amigo del Ingeniero Cipolletti, por desempeñarse como Ministro de Obras Públicas de Mendoza, cuando se encontraba trabajando en las Obras Hidráulicas en dicha provincia.
El 30 de noviembre de 1923. adquirió los terrenos para Colonizar y los cedió posteriormente al mismo precio, sin un solo centavo de beneficio, luego como Gerente de la CIAC, fueron aprobados los planos para subdividir los lotes de 10 a 15 has. introducidas las mejoras eran constituidas, por una casa, los alambrados, las obras de riego y desagues, caminos, y acciones en una Cooperativa Colónica que les acordaba los necesarios créditos de víveres, plantas y semillas a cada colono.
Para esta primera colonia, el nombre propuesto era “Vittorio Veneto”, pero el agradecimiento político pudo más y culmina llamándose “Colonia Regina Pacini de Alvear”.
A fines de 1923, Bonoli asume como Director Técnico en la C.I.A.C., Compañía Italo Argentina de Colonización, para concretar el Proyecto de Colonización.
La campaña, implementada por Bonoli, con el auxilio de Vicenzo Tasco, daba estabilidad económica a las familias colónicas ya que contaba con el apoyo de la Compañía de Colonización, que establecía el precio de venta de las tierras.
Un 13 de diciembre de 1929, hace 90 años, patrocinados los colonos, por parte de la C.I.A.C. representada por el Ingeniero Felipe Bonoli, se reunieron y realizaron la Asamblea Constitutiva con la presencia de más de 100 colonos, fundando “La Reginense” Cooperativa Vitivinícola, Frutícola y Hortícola Colonia Regina Ltda.
A fines de 1930, la campaña de los colonos, se hizo cada vez más violenta. Paralelamente el Directorio de la C.I.A.C., influenciado por la I.C.L.E. en Roma, consideraba que Bonoli, que nunca se cansaba de pedir mayores ayudas para los colonos, no era persona grata.
Se reorganiza entonces la Administración de la Compañía, y Bonoli, triste y amargado renuncia retirándose definitivamente del Valle, en enero de 1931.
Por 1940 es encargado de una empresa norteamericana donde redacta un proyecto de colonización en Bolivia.
Por 1952 efectúa un proyecto para colonizar con familias italianas una 6.000 hectáreas en la provincia de Jujuy.
El 21 de junio de 1965 el gobierno de Italia le confiere el grado de Comendador de la Orden al Mérito de la República Italiana.   
El Ing. Bonoli hasta su fallecimiento, a la edad de 84 años, el 12 de septiembre de 1967, mientras estaba abocado, al estudio de otro proyecto de colonización, con Italianos en Senillosa (Neuquén).
Desde que dejara Villa Regina en 1930 hasta que falleciera en 1967, Bonoli continuó con su espíritu de colono fundador trabajando para otras empresas en Bolivia (1940), en Jujuy (1956), en Colombia (1956) y a los 84 años lo sorprende la muerte cuando trabajaba en “otro proyecto más” de colonización con italianos en Senillosa. Sí, a solo 116 km. de Villa Regina!!! No habría nada de casualidad si vemos que el COPADE neuquino se fundó en 1963, y uno de los primeros integrantes del mismo fue el Ing. Felipe Bonolli Cipolletti, hijo del fundador de Regina.
En el cincuentenario de la Ciudad de Villa Regin, año 1.974, sus restos junto con su primera esposa, Benedicta Cipolletti, fueron trasladados en la bóveda de Emilio Bignami, desde entonces sus restos descansan en el cementerio local en el Monumento a los Primeros Colonos.
“Bonoli descansa en el cementerio local. Y su recuerdo apenas perdura en el nombre de una calle que tiene 2 cuadras y ½, cuadras que no llegan ni a los 100 metros cada una!!! Y un monumento pequeño y casi hecho a “mitad” en una plaza. Para él, no hubo ni una avenida, ni un barrio, ni una plaza, con su nombre” (Conceptos de Walter Ventura).

jueves, 5 de diciembre de 2019

ESCRUTINIO DEFINITIVO ELECCIONES MUNICIPALES SIMULTÁNEAS NACIONALES MUNICIPIO DE VILLA REGINA 27 DE OCTUBRE DE 2019.


ESCRUTINIO DEFINITIVO ELECCIONES MUNICIPALES SIMULTÁNEAS NACIONALES  MUNICIPIO DE VILLA REGINA 27 DE OCTUBRE DE 2019.

A continuación este sitio da a conocer la información brindada por el Tribunal Electoral Municipalidad de Villa Regina.
ACTA NUMERO CIENTO CINCUENTA Y SIETE reunión en Villa Regina, Provincia de Río Negro, siendo las 13:00 horas del día 29 de noviembre de 2019 los miembros integrantes del el Tribunal Electoral Municipal: Prof. José E. Rayó Presidente del Concejo Deliberante y los Dres. Horacio Nello Pagliaricci y Juan Carlos Giménez, este último en su carácter de Fiscal Municipal  y miembro necesario de éste cuerpo, quien ha asumido oportunamente la Presidencia.
INTENDENTE total de votos emitidos 22.696. Afirmativos: 19.829, Blanco: 2.359, Recurridos Válidos, Impugnados válidos 0, nulos 508.
ALIANZA FRENTE DE TODOS       7.807
JUNTOS SOMOS RÍO NEGRO     6.955
ALIANZA SOMOS VILLA REGINA              3.921
PARTIDO OBRERO           1.146
Sumatoria colectoras Alianza Somos Villa Regina y Juntos Somos Río Negro: 10.876.
CONCEJALES MUNICIPALES total votos emitidos 22.696, blanco 3.091, recurridos declarados válidos, impugnados válidos 0, nulos 426.
ALIANZA FRENTE DE TODOS       7.595
JUNTOS SOMOS RÍO NEGRO     6.630
ALIANZA SOMOS VILLA REGINA              3.859
PARTIDO OBRERO           1.095
MIEMBROS DEL TRIBUNAL DE CUENTAS
Votos emitidos 22.696, afirmativos 19.106, en blanco 3.157, recurridos declarados válidos; impugnados válidos 0; nulos 433.
ALIANZA FRENTE DE TODOS       7.567
JUNTOS SOMOS RÍO NEGRO     6.618
ALIANZA SOMOS VILLA REGINA  3.867
PARTIDO OBRERO           1.054
Se procede a proclamar a las personas electas en las personas y cargos de Intendente Roberto Marcelo Orazi; Concejales Martín Vesprini, Gabriela Viviana Figueroa, Natalia Paola Vergara, Hugo Javier Cerda, Edgardo Omar Vega, Claudia Analí Maidana, Silvio Isaías Rodríguez, Agustina Sol Fernández, Carlos luis Rodríguez, María Eugenia Paillapi. Para el Tribunal de Cuentas Domingo Rafael Vallejo, Gimena Belén Cerda, Luis Horacio Fiordelli.
Se agradece al Sr. Fiscal Municipal, Juan Carlos Giménez, que preside el Tribunal  Electoral Municipal por brindar esta información que se difunde en este sitio y que constituye en el discurrir del tiempo un Documento Histórico. Se escanea el mismo.

* Fuente de información: Tribunal Electoral Municipal de Villa Regina que preside el Sr. Juan Carlos Giménez.

miércoles, 4 de diciembre de 2019

Monumento a la Manzana. Antes y después.


MONUMENTO A LA MANZANA DE VILLA REGINA, LA PERLA DEL VALLE.
El 8 de septiembre de 1969, fue colocada en lo Alto de la barda, una gran "Manzana Deliciosa" construída por el vecino Gino Marzolla, en su Taller metalúrgico. Con el correr del tiempo se vio frustrada, por los embates de la naturaleza, los cada vez más fuertes vientos, vencieron la columna que sostenía la manzana.
Don Gino Marzolla, en el año 1978, restauró la inmensa fruta, que colocó a la vera de la ruta 22.
Y hoy sigue estando en el mismo lugar.

Cuando estaba construyendo la manzana.

domingo, 1 de diciembre de 2019

En el final del Canal, el sueño chacarero no se rinde.

En el final del Canal, el sueño chacarero no se rinde.

Por Javier Avena y Néstor Pérez.
En Chichinales, a 129,9 km del dique donde nace con 45 mts de solera (ancho del fondo), el Principal finaliza su recorrido con apenas 1,80 mts. Los productores de allí y de Regina aspiran a seguir trabajando la tierra y a vivir del fruto de su esfuerzo, con más seguridad y menos basura en el agua que da vida al Alto Valle.

Aquí termina el Canal que nace a 129,9 kilómetros en el dique Ballester. Comienza con 45 metros de solera (el ancho del fondo) y termina con solo 1,80. Y durante su recorrido de estructura telescópica, irriga unas 60.000 hectáreas que dan vida a la industria frutícola, el corazón productivo del Alto Valle.
Aún en tiempos de reclamos por la rentabilidad, de asfixia económica, de convivencia forzada con el petróleo, de perder tierras a manos de los loteos, aporta unos 725 millones de dólares al año y genera alrededor de 35.000 puestos de trabajo directos e indirectos, como lo imaginaron los visionarios que a comienzos del siglo XX levantaron un dique para contener las inundaciones del río Neuquén y generar una red de canales conectados al Principal: intuían que los frutos de la tierra le darían un sentido a una zona por entonces despoblada e inhóspita. Y si todo comenzó con la alfalfa, el tiempo trajo las famosas manzanas y peras, sello de origen de la región.
Paradojas.
Aquí, en el final, es acaso donde más se siente la tradición chacarera en el Alto Valle, que perdió 3.000 productores en los últimos 30 años, según los censos.
A pesar del éxodo de los jóvenes, de que cuesta encontrar los relevos para las generaciones más antiguas, en Regina aún muchos chacareros luchan por ser competitivos: la concentración que se produce en otras ciudades no es tan evidente y los galpones de empaque y los frigoríficos de mediano tamaño están distribuidos en distintas zonas.
Pasando la ciudad hacia el este, el Canal traslada los últimos metros cúbicos de su recorrido. Y un par de km antes de la pequeña ciudad de Chichinales, finaliza como tal y se ramifica: sigue hacia el este y el sur por dos canales secundarios, el 16 y el 17, que luego de subdivide para alimentar al 18 y terminar su recorrido completo. Paradojas del Valle, aquí, donde menos agua conduce el Principal, los loteos aún no golpean con la fuerza con que se extienden hacia al oeste, en especial a partir de Roca.
Y dos años atrás, la posibilidad de que se empiece a explorar el área Chelforó con fines petroleros provocó un firme rechazo desde la cámara que agrupa a los productores, que enfrentan otra paradoja: aunque aman lo que hacen, en el último bastión productivo cuesta cerrar los números y continuar es un desafío. Cada temporada, cada día.
De la chacra al lubricentro.
“Cada vez más países compiten con avances tecnológicos y varietales mientras nuestro sistema de producción va quedando obsoleto. Son cambios que se vienen sucediendo hace 30 años y quedamos fuera del sistema de comercialización, lejos del mundo. Y a todo eso hay que sumarle el costo argentino”, explica y agrega que así como él tiene pensado dejar de producir peras y dedicarse a la alfalfa, otros apuestan por los frutos rojos o el turismo chacarero.
"Voy a sacar los perales y trabajar con la alfalfa. Quiero seguir con la chacra, pero no voy a apostar más a la fruticultura. Mientras más países compiten con avances tecnológicos y varietales, nuestro sistema de producción va quedando obsoleto” dice Diego.
Diego Barenghi sabe bien de qué se trata: produce peras en sus seis hectáreas en Villa Regina y fue presidente del Consorcio de Riego en la ciudad. Con Estela, su mujer como compañera de equipo y sus cuatro hijas que pudieron formarse en la educación pública que valora y agradece, a medida que la rentabilidad disminuía diversificó su apuesta: puso un lubricentro frente al monumento a la Manzana en la ruta 22. “No me quedó otra”, dice este bonaerense que llegó hace tres décadas y encontró en las chacras su lugar en el mundo. “No heredé ni me vino impuesto: soy productor por elección”.
Con el tiempo, se convirtió en uno de los más ardorosos defensores de sus colegas de Regina y Chichinales y en un crítico de las políticas oficiales hacia la fruticultura.
“Cada vez más países compiten con avances tecnológicos y varietales mientras nuestro sistema de producción va quedando obsoleto. Son cambios que se vienen sucediendo hace 30 años y quedamos fuera del sistema de comercialización, lejos del mundo. Y a todo eso hay que sumarle el costo argentino”, explica y agrega que así como él tiene pensado dejar de producir peras y dedicarse a la alfalfa, otros apuestan por los frutos rojos o el turismo chacarero.
La de la rentabilidad no es la única pelea. Hubo otras a lo largo de estos años. Por ejemplo, una histórica: al estar ubicados en el final del Canal (en la jerga la cola), en muchas ocasiones el agua llegó con menos fuerza que a las ciudades anteriores en la progresión que comienza en Barda del Medio para atravesar las ciudades del Valle. Los reclamos eran ásperos y tarde o temprano, el agua siempre llegaba. No era lo único.
“Una de las cosas que siempre nos preocupó es la cantidad de basura que aparece por acá. Es increíble que no haya una conciencia sobre la importancia de este Canal para el Alto Valle”, dice Diego parado al lado del punto exacto donde concluye, a 129,9 kilómetros del inicio.
Aquí, se divide en tres: a la izquierda hay un descargador que se utiliza si es necesario aliviar el Canal, al centro nace el secundario 16 que recorre un tramo de unos 50 metros hasta el muro donde esta soleada mañana de primavera rebotan botellas de lavandina, de gaseosa, desodorantes, pedazos de telgopor y una ojota azul, entre otros objetos. A unos dos metros de profundidad, un túnel conduce el agua hacia las chacras de Chichinales. Y a la derecha, sale el secundario 17 que pasa por al lado del corral de las chivas de don Inostroza y sigue su marcha recto hasta que el caudal se divide para dar vida al secundario 18. Ambos riegan las últimas chacras de Chichinales.
A unos 200 metros del punto de la división en tres tramos, pastan las chivas de don Inostroza, el criancero que supo pescar en el Canal hasta que desaparecieron los peces. “Será por la contaminación, no sé, pero antes había”, cuenta minutos después de encerrar al rebaño en el corral, ayudado por los perros. “Lo que no cambió es la basura. Sigue viniendo un montón por el agua. La gente se sigue bañando, pero yo ya no me animo”, agrega.
Este es otro de los problemas: si bien está prohibido bañarse, cuando aprieta el calor el Canal se convierte en la gran pileta del Alto Valle. El agua ya no es tan pura como en los orígenes y por eso en las guardias de los hospitales aumentan los casos de pacientes intoxicados por bacterias. Además, muchos mueven las compuertas para generar “piletitas” a gusto en los tramos secundarios y a veces rompen las cadenas, los candados y las compuertas. Los tomeros no pueden hacer nada para evitarlo: uno contra muchos siempre llevan las de perder. Y hay un trasfondo trágico por los ahogados, un drama que suele generar además ásperas discusiones cuando los familiares exigen que corten el agua para recuperar los cuerpos y los responsables del sistema explican que no se puede detener el riego en las chacras cuando más se necesita en el año.
“Hay una ley que expresa la prohibición, pero es difícil de controlar. La situación es cada vez peor, porque hay accidentes y algunos son fatales”, señala Diego y cita casos en los que en la desesperación por encontrar a sus seres queridos, amigos y familiares provocaron serios daños en la estructura del dique Ballester y el Principal.
“Nunca hay que olvidar que el Canal tiene como fin irrigar 60.000 hectáreas que dieron origen a todas estas ciudades y permitieron el desarrollo de la región”, agrega. “Es una verdadera maravilla. Para saber cómo era esto antes de que existiera basta hacer dos kilómetros a las bardas áridas hacia el norte y el sur. Así era. Y el Canal lo cambió todo, convirtió a esta zona en uno de los valles irrigados no naturales más importantes del mundo. Por eso debemos preservarlo”.
Materia de estudio.
Diego es también presidente de la fundación que sostiene el funcionamiento de la Escuela Agraria (secundario público de gestión privada, cuesta 2.000 pesos por mes, hay becas, el almuerzo sale 100 pesos) que funciona en Regina y en la que colaboran todos los eslabones productivos de la ciudad.
Allí, 200 estudiantes se forman para trabajar en el campo y las chacras. Ellos explican mejor que nadie esta maravilla: “Como saben, la red de canales secundarios y terciarios alimentados por el Principal es lo que lleva el agua a las chacras y nos permite plantar, cosechar y tener animales en la escuela”, explica Selene Salazar, que estudió el sistema de riego en la materia Fruticultura en quinto año. Como sus compañeros, puede calcular la carga de cada canal de acuerdo con el diámetro, el ancho y la altura, sin olvidar que hay un centímetro de pendiente cada 25 metros. “Unos capos los que crearon este sistema hace 100 años. A puro esfuerzo e inteligencia, con las manos, sin tecnología”, agrega cada vez que las visitas le preguntan por el origen del Valle.
"El Canal lo cambió todo, convirtió a esta zona en uno de los valles irrigados no naturales más importantes del mundo”. Diego.
Don Inostroza, el criancero: “Antes había truchas, ahora hay basura”.
Teodoro Inostroza, de 62 años, vive a unos 200 metros de donde concluye el Canal Principal y nace el secundario 17 que pasa justo al lado de su casa y el corral de las chivas. Llegó a la zona en los años 70 cuando su abuelo compró estas tres hectáreas y cuarto y él se vino con su padre.
Ahora vive con sus hijas, sus nietos y su yerno. Y fue testigo del cambio: aunque los años no trajeron ni la electricidad ni el gas, de aquellas aguas puras en las que había peces y todos se bañaban sin problemas pasó a esta época en las que la contaminación lo complica todo.
“Mis tíos solían salir a pescar truchas, pero no ha quedado nada. Hasta las ranas desaparecieron. A veces se saben ver nutrias. Y de lo único que quedan muchos son mosquitos, son infernales. El agua trae mucha basura. Tiran animales muertos, ayer mismo vi cómo flotaban las tripas de uno grande”, comenta.
Tuvo chanchos, tuvo hortalizas ahora la pelea con las chivas, aunque se hace cuesta arriba con el alimento: “El maíz ya no se puede ni comprar”. Las saca a pastorear dos veces por día y vuelven solas, aunque el vigila a lo lejos.
La seguridad es otro de los temas que le preocupan. Hace poco le entraron en un raro momento en que no había nadie en la casa y le llevaron tres chivos grandes listos para carnear y le dejaron dos madres muertas. “¿Por qué? No sé, de pura maldad no más. Acá hay que estar defendiendo piola para que no te roben todo. Y si escuchamos ruido a la noche enseguida encendemos los reflectores y los pasamos de un lado para el otro”, relata. Cuenta también que antes se metía a nadar, pero abandonó esa costumbre cuando empezó a notar la contaminación. “Antes era más limpio, más lindo. Igual la gente se sigue metiendo cuando hace mucho calor, pero yo ya no me animo. También suelen sacar alguna carpa, pero a eso tampoco me animo, vienen del desagüe todo contaminado”.
Una dolorosa imagen que se repite.
Cada vez que atraviesa un centro urbano en ambas márgenes hay cientos de residuos. En Allen, por ejemplo, crece un extenso basural. Cuando se corta el riego en el lecho aparece la basura que el agua no se llevó.
El problema también afecta al resto de la estructura: en el colector P2 en Cipolletti, que es un drenaje que pasa por el norte de la ciudad, se generó un tapón de 100 metros de botellas plásticas y basura.
Todo se agudiza en las tomas que ocupan espacios que fueron pensados para mantenimiento y posibles ampliaciones. Esto complica los trabajos de corte de lamas. Y sin servicios ni recolección de residuos, en muchos casos la basura va directo al agua.
La basura se acumula a lo largo de los 130 km del canal principal.
Cada vez que atraviesa un centro urbano en ambas márgenes hay cientos de residuos. En Allen, por ejemplo, crece un extenso basural. Cuando se corta el riego en el lecho aparece la basura que el agua no se llevó.
El problema también afecta al resto de la estructura: en el colector P2 en Cipolletti, que es un drenaje que pasa por el norte de la ciudad, se generó un tapón de 100 metros de botellas plásticas y basura.
Todo se agudiza en las tomas que ocupan espacios que fueron pensados para mantenimiento y posibles ampliaciones. Esto complica los trabajos de corte de lamas. Y sin servicios ni recolección de residuos, en muchos casos la basura va directo al agua.Crónicas a orillas del Canal Grande.
Publicado en Diario "Río Negro", domingo 1º de diciembre de 2019.

viernes, 29 de noviembre de 2019

El equipo de básquet del CLUB ATLÉTICO REGINA categoría cadetes 1.997.

El equipo de básquet del Club Atlético Regina en el Torneo Provincial de Cadetes en la Ciudad de Viedma. Noviembre de 1.997.
Categoría Cadetes 1.997.
Arriba de izq. a derecha: Mich, Nicolás; Fedalto, Gabriel; Piccinini, Fabricio; Hernández, Juan Pablo.
Abajo de izq. a derecha: Selva, Matías; Rayo, Juan Pablo; Manso, Matías; Prieto, Gastón y Piccinini, Emiliano.
Acompañados en esta foto por el Director Técnico: Gustavo "Tatu" Esteybar y Rubén González.

martes, 26 de noviembre de 2019

"PRIMER PREMIO AUTOMÓVIL CLUB REGINENSE" EN EL CLUB HÍPICO Y TRADICIONALISTA "EL CHIRIPÁ" DE VILLA REGINA.

26 de Noviembre de 1961.
Se realizó en las instalaciones del Club Hípico y Tradicionalista "El Chiripá" la prueba automovilística denominada "Primer Premio Automóvil Club Reginense" reservada para coches Ford "T", siendo su resultado: 1ro. el reginense Leonardo Nardini, 2do. Evaristo Lochbaum, de Cipolletti, y 3ro. el reginense Raúl Riffo. Era Presidente de la entidad automovilística, Franco González.

* Se transcribe esta Efemérides Reginenses del libro "Historia de Villa Regina y sus memorias" de Franco González, página 277, Imprenta Rayó (2002).

domingo, 24 de noviembre de 2019

LA FAMILIA DAGA-CLOBAZ DE VILLA REGINA.

De lo publicado en el día de la fecha domingo 24 de noviembre de 2019 de las muy interesantes "Crónicas a la orilla del canal grande" el diario "Río Negro" publica en su edición papel este cuadro de imágenes que se difunde en ¡BIEN DE REGINA!
La investigación de este diario regional se puede leer en el siguiente enlace de ¡BIEN DE REGINA!
http://blogbienderegina.blogspot.com/2019/11/de-europa-regina-tres-generaciones.html

https://especiales.rionegro.com.ar/canal-grande/dos-apasionantes-historias-familiares-que-llegaron-desde-europa.html

De Europa a Regina, tres generaciones entre peras y manzanas.

De Europa a Regina, tres generaciones entre peras y manzanas.

Por Néstor Pérez.
Los Daga y los Clobaz llegaron a Regina desde Italia en la primera parte del siglo XX, como tantos otros inmigrantes de Regina. Hoy hijos y nietos continúan con la producción, en una zona donde el canal Grande se acerca a su final.
Como tantas otras historias que signaron el pasado de Villa Regina, la crónica de los Daga-Clobaz comienza en Italia, enmarcada en la Primera Guerra Mundial.
Desde allí vinieron los abuelos de Victorio Daga, uno de los protagonistas de nuestra nota, pero también lo son su madre, Mafalda Clobaz, y su hijo Guillermo Daga.
Todos están vinculados a lo largo de sus vidas a la chacra, en este caso a una que está a metros del canal principal de riego, en Villa Alberdi, en el suroeste de Regina.
Mafalda llegó desde Trieste, Italia, en el vientre de su madre, Ana Zugan. Su padre, Raimundo Clobaz, fue uno de los tantos colonos que hicieron crecer a Regina.
Mafalda, hoy de 85 años y llena de vitalidad y lucidez, tiene una historia caracterizada por la fuerza y la determinación.
Allá por 1946, cuando tenía 12 años, iba a la escuela en bicicleta y llevaba parte de la leche de las vacas de su padre. Justo antes de entrar en la céntrica Escuela Primaria Nº 52, cuando Regina eran pocas casas y varias calles de tierra.
Ella misma recuerda aquellos años y señala que dejaba la bicicleta en lo de “Reina”, a metros del colegio, y explica con claridad dónde era y quién le cuidaba la bici.
Sus palabras aún guarda el acento italiano de sus padres, aunque la región de donde viene estuvo marcada por las dos guerras mudiales. Este territorio pasó de Austria a Italia, y luego terminó en manos de Eslovenia, al final de la segunda contienda.
A los 15 años, como cuenta su hijo Victorio, Mafalda desmontaba, con caballo y arado, una de las chacras familiares. El trabajo duro siempre estuvo en su vida. Seguramente curtió el carácter que más tarde tuvo que tener para afrontar la muerte de Antonino Daga, su esposo, con el que había tenidos dos hijos y una hija, y que murió en 1971. El apellido Daga llegó a Regina de la mano de su abuelo Antonio, oriundo de Cerdeña, en el sur de Italia. Antonio, nacido a finales del 1800, llegó por primera vez al país a los 15 años: eran los años previos a la Primera Guerra Mundial. Con un tío fueron a San Luis a trabajar en las minas de mármol. Pero al desatarse la primera gran guerra, viajó a Italia para pelear como voluntario.
“Allá se casó y nacieron mi papá [Antonino] y dos de mis tíos. Uno de ellos terminó siendo médico. Los otros dos fueron chacareros”, recuerda ahora Victorio.
Antonio volvió a Argentina en la década del 30 para buscar una chacra en Regina donde desarrollar una bodega, el proyecto que lo ilusionaba desde que pisó el suelo de Argentina. Entre sus hijos venía Antonino.
Antonio compró una chacra para la bodega a un kilómetro de Villa Alberdi. Por el lugar pasaba rumbo a otra chacra la familia Clobaz, con su hija Mafalda. Los caminos de Antonino y Mafalda se cruzaron.
Mafalda llora cuando recuerda cómo el cáncer se llevó en 1971 a Antonino, tras una larga pelea. Hubo hasta un viaje a Italia para que aquel hombre de raíces italianas pero forjado en la Patagonia pudiera ver la torre de Pisa, que no había podido observar cuando eran joven a causa de un accidente en el momento justo que el tren pasaba por el lugar.
Cuando murió su marido, sus hijos varones (Victorio y Herminio) tenían 11 y 15 años, así que fue esta mujer que ahora charla en un viejo galpón la que tuvo que ponerse a cargo de la chacra de Villa Alberdi y sacar a la familia adelante.
Victorio había nacido en 1959. Dos años después la familia llegó a la chacra vecina al canal Grande en donde estamos, rodeados de pavos reales que cría Mafalda hace cuatro décadas.
“Los primeros bailes que se hicieron en Villa Alberdi se hicieron en este galpón”, afirma Victorio, y señala la vieja estructura donde alguna vez se trabajó la fruta de varias chacras.
En esa propiedad pegada al canal de Alberdi también se crió, junto a Victorio y Herminio y su hermana María Cristina.
Con la muerte de Antonio, la familia pasó años complicados, con Mafalda siempre poniéndole el pecho a la adversidad.
Luego sus hijos crecieron y fue el turno de empezar a probar suerte con la actividad frutícola.
Victorio y Herminio tenían un camión. Trabajaban la fruta y la vendían.
Los años duros volvería y la búsqueda de nuevos horizontes llevaron a Herminio a desandar el camino que alguna vez habían realizado sus ancestros. Se fue a Italia a probar suerte. Ya pasaron más de 25 años de aquel momento. Ahora vive en Piamonte, pero según su hermano anhela volver.
“Él decidió irse porque la producción siempre ha tenido muchos altibajos. Años que no han sido muy buenos. Él no está arrepentido de haberse ido, pero tiene nostalgia”, cuenta Victorio.
“Yo cuando me jubile me vuelvo para allá”, dice Victorio, que afirma Herminio en Piamonte. Allí formó familia y se dedicó a ser camionero, la profesión que ya había conocido en el Valle, cuando transportaban las bordalesas de su bodega.
Victorio, junto a Marta Per, su esposa, están a un par de cuadras de la chacra, en pleno Barrio Alberdi, donde eligieron vivir y romper con la tradición de mudarse al centro de Regina. Es que, aclara, prefirió “quedarse cerca de las tres chacras que trabaja” diariamente y en las que produce peras y manzanas.
El matrimonio tiene cuatro hijos, dos varones y dos mujeres. Guillermo, el mayor, es el que más metido está en la chacra y quiere seguir con la tradición familiar. Estudió para ingeniero agrónomo y está a punto de recibirse. Trabaja en una petrolera pero la chacra le tira y cuando puede hace parte de los trabajos junto a su padre. Gabriel, Yanina y Belén son el resto de los hermanos que de una u otra forma han estudiado o estudian carreras relacionadas con la actividad, como licenciatura en tecnología de los alimentos y comercio exterior.
“A veces pienso que me gustaría que mis hijos sigan con la chacra, pero también pienso si no les estaré dejando un problema... Pero bueno, si a ellos les gusta que sigan con la actividad”, analiza Victorio.
El canal Grande ha sido una constante en la vida de la familia Daga-Clobaz.
“El sonido del agua del canal cuando la cortan en invierno es como que lo extrañás”, señala el productor reginense, que todos los días pasa por un sector donde el curso de agua se divide en cuatro partes, de las últimas subdivisiones que tiene en sus 130 km .
“Nos tirábamos en cámara y a veces improvisábamos un botecito de madera. Hacíamos unos 500 o 400 metros, recuerda sonriente Victorio sobre su niñez, en la que con amigos del barrio el canal era el lugar preferido para la diversión.
En Villa Alberdi, el canal principal ya entra en su última etapa.
Pese a que el caudal es cada vez menor, las historias de vida ligadas a esta fuente de vida se multiplican. Como el caso de estas dos familias reginenses unidas por el trabajo de la tierra.
La“señora de los pavos reales” de Villa Alberdi.
"La señora de los pavos reales”, así tam- bién es conocida Mafalda Clobaz en Villa Alberdi.
Al que llegue lo sorprenderá primero el sonido de estas aves, que se vuelven impo- tentes cuando despliegan toda la gama de colores de su plumaje.
“Yo tendría unos 13 años cuando un ve- cino le regaló a mi mamá una pava. Noso- tros creíamos que era un faisán”, relata Victoria mientras los animales deambulan tranquilamente ante los visitantes.
Pero la sorpresa fue mayor cuando un conocedor del tema vio al animal y les dijo que en realidad era un pavo real.
Entonces Mafalda decidió buscar un macho de la misma especia y empezó, hace cuatro décadas atrás, con la cría de los bellos animales.
Según cuenta su hijo, hubo momentos en que en la chacra de Alberdi se podían verunos 30 pavos reales.
La mirada joven de la realidad frutícola en la región.
Guillermo Daga forma parte de una rara especie de hijos jóvenes de chacareros que intentan seguir con la actividad frutícola. La tendencia es justamente inversa, lo que ha favorecido la concentración de grandes empresas y la pérdida constante de pequeños productores.
Guillermo plantea que son necesarias “políticas sustentables en el tiempo. Porque te imaginás que por ejemplo este cuadro [señala una hilera de frutales] debe tener unos 20 años. Con lo que tarda en producir, no puede ser que te cambien las políticas cada cuatro años”.
El mayor de los hermanos Daga asegura que así no se puede planificar, “porque esto no es como una siembra anual, que plantás trigo y al otro año podés plantar otra cosa”. Asegura que en la producción de frutales como mínimo se habla de siete años para empezar a cosechar en forma consistente, y en el caso de los frutos secos que “tenés que hablar de 8 años para arriba”. “Me tira el mundo de la chacra”, reafirma, mientras camina con su padre entre las espaldera de pera que tienen en Villa Alberdi.
“La producción anda bien, el problema son todas las trabas que te ponen para comercializarla la fruta”, plantea.
En este sentido, aseguró que hay “un montón de retenciones y un montón de impuestos que hacen inviable la actividad”. Pese a la tendencia mencionada, asegura que tiene varios compañeros de la Facultad de Agrarias que ayudan a sus padres en las chacras.