domingo, 26 de enero de 2014

Foto de la Tapa del Diario Clarín del domingo 15 de agosto de 1.976 en la tapa Horacio Santangelo.

Foto de la Tapa del Diario Clarín del domingo 15 de agosto de 1.976 en la tapa  Horacio Santangelo, una Gloria ¡BIEN DE REGINA!
Publicado en Historia Automovilismo Comahue (facebook).
Otras fotos del mismo sitio de Horacio Jorge Santangelo.
Fotos gentileza:  Martiniano Nicolli.


jueves, 23 de enero de 2014

Monseñor Esandi y los colonos de Regina por Pantaleone Sergi.

Incluso el papa Pío XII estuvo interesado en el conflicto entre los colonos de Villa Regina y la Compañía Ítalo-argentina de Colonización, la Ciac, un conflicto que durante muchos años marcó la dramática vida de una colonia que se había presentado como un "modelo fascista de emigración". El pontífice habría tenido que interceder, diciendo "media palabra" a Mussolini, "Bendito Primer Ministro de Italia" (el juicio y el despliegue de mayúsculas son del obispo de la Patagonia), a favor de las familias campesinas víctimas de una "estafa diabólica" que después de más de 15 años de trabajo y el dinero pagado estaban siempre en deuda con la compañía y en peligro de ser desalojados de las chacras que tenían. Entonces en 1941, a través del papa Pacelli, los colonos de Villa Regina, que vivían en una especie de "enclave" fascista en la Argentina, confiaban su destino al Duce. Él decidió la fundación de la colonia en 1924 y solamente él, ellos creían, podía "sin demora" arreglar las cosas.
Sin embargo, la desesperación de los inmigrantes italianos difícilmente, en aquel momento, podría atraer la atención del dictador. Quien había llevado a Italia a la guerra tenía otros tantos problemas.
Así, a pesar de los esfuerzos de monseñor Nicolás Esandi, el obispo salesiano de Viedma que se tomó a pecho la cuestión de las familias campesinas italianas del Río Negro (fue llamado el abogado de los pobres), los emisarios del fascismo y el ICLE, el Instituto Nacional de Crédito para el trabajo italiano en el extranjero, enojados por la intervención del prelado, continuaron como si nada hubiera sucedido y también acabaron creando una situación de evidente vergüenza entre las diplomacias de las dos orillas del Tíber, obligadas a compartir algunas "notas verbales" cuando la historia terminó en la mesa del secretario de Estado de su santidad interesado en el problema por la Embajada de Italia en la Santa Sede.
De manera inaceptable, el Vaticano había sido señalado por el representante ICLE en Argentina como uno de los posibles compradores de los derechos de la Ciac en Villa Regina: la Ciac en 1938 entró en liquidación y fue adquirida por el ICLE que constituyó la Sacra, Sociedad Anónima Colonizadora de Reconstrucción Agraria, con el objeto de comprar los remates que fuera realizando el Banco Hipotecario.
Documentos inéditos –en particular un largo y detallado memorial de monseñor Esandi– hallados entre los papeles de la Embajada de Italia en el Vaticano, más de 70 años después, echan nueva luz en un caso de tira y afloje entre los colonos y la compañía, que a principios de los años cuarenta alcanzó picos de tensión peligrosos para el orden público.
El tema central de las notas diplomáticas es el papel del obispo Esandi, quien no sólo salió en defensa de los colonos con una intervención a favor de ellos ante el presidente de la República, los bancos y el ministro de Agricultura, sino que él llegó a confiar en el uso del ejército para bloquear el desalojo de familias campesinas de sus granjas en Villa Regina. En la apasionada actividad en apoyo de las reivindicaciones de los colonos que, en su opinión, después de "15 ó 17 años de incansable trabajo, tribulaciones y hambre" tenían una deuda contraída con la compañía que no podían satisfacer a causa de "intereses exorbitantes", ¿el obispo había actuado en nombre del Estado pontificio?
De esto, no tenía ninguna duda Edmondo Criscuoli, apoderado en Argentina del ICLE, gerente de la Ciac y presidente de la Sacra (SA Comercial de Reconstrucción Agraria), que interpretó a su manera la obra de monseñor Esandi en la disputa. Escribió al ICLE en Roma diciendo que el obispo de la Patagonia había intervenido en los asuntos de la compañía con el pretexto de proteger a los colonos y que su acción había provocado la interrupción de las prácticas de alojamiento y paralizado los cobros. Y yendo más allá, él vio en la acción del prelado los intereses del Estado papal en la compra de los derechos de la compañía en las "chacras" subastadas. Fue una clara distorsión de la realidad, esperable en un personaje particular, como se consideraba Criscuoli. Él gestionaba el ICLE en Argentina como cosa suya, sin ni siquiera informar a los vértices del Instituto italiano, con un semblante autoritario que no admitía interferencias en su trabajo.
Según Ercole Graziadei, comisario ICLE que en 1946 fue a Villa Regina, emprendiendo una solución a la larga y dramática controversia, Criscuoli era un buen técnico, pero su arrogante intransigencia lo hacía un desastre en las relaciones humanas y esto había exacerbado el conflicto entre los colonos y la compañía y entre el ICLE y el gobierno argentino.
Monseñor Esandi, "prelado venerable y digno" para las jerarquías del Vaticano, sin embargo, fue llamado por sus superiores para dar explicaciones. Lo hizo con un memorial largo y documentado el 2 de febrero de 1943 y dirigido a monseñor Giuseppe Fietta, nuncio apostólico en la Argentina. Como un buen pastor de almas, el obispo Esandi había escuchado el grito de dolor de las familias campesinas de Villa Regina y así, en la opinión del Vaticano, había "evitado las consecuencias dolorosas que de otro modo habría causado el conflicto".
De hecho, en el memorial, el obispo pasó por las etapas de sus intervenciones en apoyo a las razones de los colonos. Él tenía una idea precisa de la situación de Villa Regina. Varias veces fue bien recibido en la colonia. Conocía los problemas de los inmigrantes, sus anhelos, sus miedos.
En 1941 se presentaron ante él, en una visita a la parroquia, cuarenta hombres desesperados, sin medios de subsistencia y a punto de perder los frutos de más de quince años de trabajo. Era la época en que el periódico "Solidaridad Obrera" y el diario antifascista "L'Italia del Popolo" en Buenos Aires lanzaban la alarma sobre el carácter dramático de la situación de Villa Regina y de los peligros que se avecinaban para cuatrocientas familias de inmigrantes italianos en riesgo de desalojo como resultado de los contratos leoninos que tenían que firmar.
La Ciac y la Sacra trataban de hacer dinero de cualquier forma "a través de la nueva extorsión y recuperando las tierras valoradas con quince años de sacrificio". El obispo Esandi le pidió explicaciones a esa delegación y aconsejó nombrar una "Comisión de defensa de colonos". Luego, ilustró la difícil situación de las familias con el presidente de la República Ramón S. Castillo, quien lo animó: "Siga, yo voy a sostenerlo". Después encontró atención en el Banco Hipotecario Nacional, donde el anciano presidente J. Pérez prorrumpió en estas palabras: "Todavía están molestando a esos pobres colonos de Villa Regina que ya han pagado cuatro o cinco veces su obligación. Aunque se reunieran a trabajar juntos por un siglo los abuelos, hijos, nietos y bisnietos, no podrán satisfacer las exigencias de la compañía colonizadora".
Todo estaba, pues, en las pretensiones ilícitas de la Ciac que había creado un sistema de explotación ultracapitalista.
Fue entonces cuando monseñor Esandi estaba seguro de la "victoria a favor de los pobres colonos". Los cuales, por consejo suyo, habían formado la "Comisión de Defensa". Eligieron presidente a Giovanni Rotter (años más tarde acompañó desde Buenos Aires a Villa Regina al comisario de ICLE Graziadei, dispuesto a resolver la disputa) y un ejecutivo de la Ciac le dijo que él pagaría su elección. De hecho, siguiendo la historia de monseñor Esandi, la Ciac se ensañó con los cinco hermanos Rotter subastando las 25 hectáreas transformadas en el jardín más hermoso y en la más hermosa huerta en la colonia que fueron adquiridos por la Sacra.
El pueblo se rebeló, unido y dispuesto a hacer cualquier cosa para salvar la propiedad de los Rotter. Villa Regina, para el obispo, estaba "en un volcán horrible". Mejor, entonces, que el gobernador enviara a tiempo fuerzas armadas si se decidía desalojar a los Rotter: "Ninguno –explicó alarmado el obispo– puede contener la desesperación de los colonos".
La misma desesperación el prelado la encontró en el asunto relativo al colono Piubelli (Francisco), el primero que dio la alarma en 1925: "Fuimos engañados, nos han traicionado". Ellos lo callaron, recuerda monseñor Esandi, ahora le estaban dando la razón. Piubelli fue desalojado en 24 horas a pesar de la protesta "ordenada y varonil", pero luego un juez le dio un tiempo de pocos meses censurando la Ciac por lo que había hecho.
Sí, el obispo Esandi, "amigo de los pobres desgraciados colonos", había abrazado su causa. Pero nunca había actuado –aseguró solemnemente– en nombre de la Santa Sede. No entendía, entonces, por qué el ICLE había recurrido al Vaticano, pero él no se arrepentía de haber dado apoyo a "más de cuatrocientas familias italianas y otras de otras naciones, y luego otras tantas familias italianas que se sumaron por razones de trabajo, abandonadas en estas penosas circunstancias por las autoridades italianas".
Los emisarios fascistas en Argentina no toleraron, sin embargo, su demanda de justicia social. La vieron como una intromisión en sus negocios. Lo acusaron antes con el cardenal de Buenos Aires Santiago Copello, después trataron de avergonzarlo directamente al Vaticano. El obispo insistió en que él actuó en "carácter de consejero de los colonos" y no "en nombre de la Santa Sede". Tantum sufficit, concluyó en latín. Eso fue suficiente. No pudo resolver el conflicto monseñor Esandi, pero bloqueó la agresividad de la compañía. Fueron necesarios más de casi diez años de lucha y lágrimas para poner fin a la pesadilla de las amenazas de desalojo.
De hecho, recién en diciembre de 1950 comenzó la entrega de títulos de propiedad a los colonos.
Publicado en el Diario "Río Negro" el 23 de enero de 2014.

domingo, 19 de enero de 2014

EFEMÉRIDES REGINENSES - 18 DE ENERO DE 1930: SE CREA LA COMISIÓN DE FOMENTO DE VILLA REGINA.

18 de enero de 1930.
Fue creada por el Ministerio del Interior, durante la Presidencia de don Hipólito Yrigoyen, la Comisión de Fomento de Villa Regina.

El acta constitutiva, textual dice:
"Acta Nro. 1: En Colonia Regina Pacini de Alvear, a los dieciocho días del mes de enero de Mil Novecientos Treinta, reunidos los señores presentes cuyos nombres y firmas van al pie de este acta, componentes por decisión de S.E. señor Gobernador de este Territorio del Río Negro para formar la Comisión de Fomento de esta Colonia; resuelven por unaminidad designar cargos que a continuación se detallan, para cumplir patriótica y desinteresadamente los deberes que la ley impone, para llevar fielmente a feliz éxito las funciones que les han sido conferidas.
Resultando designado:
Presidente Italo Raffaelli
Vice Presidente Ing. Mario Bicchi
Secretario Jaime Früm
Tesorero Alfonso Fiordelli
Vocal José Borsani
De conformidad con lo establecido en el Artículo doce del reglamento sobre constitución de Comisiones de Fomento, se resuelve facultar al Presidente a adquirir los libros reglamentarios para remitirlos al señor Gobernador a los efectos de su certificación y sellado de las hojas.
Con este Acta, queda constituida esta Comisión de Fomento de que se informa al señor Gobernador para su aprobación.
No habiendo más asuntos que tratar se levanta la sesión siendo las catorce horas (firmado) Italo Raffaelli, Presidente; Mario Bicchi, VicePresidente; Jaime Früm, Secretario;  Alfonso Fiordelli Tesorero; José Borsani, Vocal".

Se transcribe lo publicado en el libro "Historia de Villa Regina y sus memorias" de Franco González, páginas 165-166, Imprenta Rayó, 2002.

sábado, 11 de enero de 2014

EL HOTEL VIRGINIA DE VILLA REGINA... AYER Y HOY.

Fotos gentileza: Hotel Virginia Avda. Mitre 599 - Villa Regina, la Perla del Valle - Río Negro.

Hotel Virginia: 
Un hotel reginense creador de trabajo y riqueza.



"El vendedor de autos"
un cuento de
Carlos Basabe Cerdá.

Hace algunos años atrás llegó a Villa Regina un muchacho de aspecto simpático que muy pronto se fue ganando la amistad de mucha gente, de carácter extrovertido, buena presencia, fino en el hablar,..¡en fin! Un tipo agradable mundano que llegaba desde Berisso en la provincia de Buenos Aires, asentamiento de inmigrantes Italianos que fundaron industrias,.. destacándose los trabajadores de la carne llegando a ocupar unos dos mil empleados de diferentes especialidades en el año 1879 aproximadamente cuando abrió el saladero "San Luis" adyacente a los rancheríos que formaban parte del pueblo de Ensenada.
La ley de 1882 creó la nueva capital provincial y dispuso que Ensenada y todo el rancherío contiguo a los saladeros de "San Juan" y "San Luis" pasasen a integrar el partido de La Plata y más adelante ya sobre 1922, se crea la destilería de YPF, importante fuente de trabajo que produce la divesificación de la actividad socio-económica que hasta ese entonces se remitía a los frigoríficos.
Así era Berisso, pujante, con la llegada del puerto, la hilandería ("The Patent Knitting") luego "Cooperativa Textil Argentina", los astilleros Río Santiago y las industrias petroquímicas, etc. etc. que dieron fisonomía propia a Berisso que reclamó y obtuvo su autonomía municipal.

Foto del Hotel Virginia
de Villa Regina.
De esa pujante localidad llegaba Juan Alberto con intenciones de radicarse temporal o definitivamente en Regina según sus expectativas, siguiendo su actividad de vendedor de autos,.. se instaló en el Hotel Virginia que está en la avenida Mitre y fue tomando contacto con sus habitantes,.. con los bancos,.. comercios y hasta los lugares de diversión en la disco "Kaulum".
Se decantó por la confitería del Club Social Colonia donde una a la semana jugaba una partida de naipes con los parroquianos y a la tardecita compartía mesa de vereda con algunos personajes populares de la política y el comercio.
Consiguió un local con una nave techada muy bien situada en la misma calle del hotel y sin prisas pero sin pausas dejó que los obreros fueran pintando,..arreglando plomerías,.. cambiando los azulejos de un baño exterior y colocando una capa de cemento bajo la cobertura techada donde quedarían los autos de menor valor o vehículos más grandes dejando el interior del local para exhibición de los autos seleccionados y de mayor costo.
La gente de Regina se destaca por hacer rodar la bola muy rápidamente, pronto se encargó de hacer saber que había un lugar donde comercializar el vehículo para la venta o la compra, y más teniendo en cuenta que Juan Alberto parecía ser muy generoso o muy justo en los tratos monetarios,.. en la parte de atrás del terreno levantó con ladrillos un par de paredes de manera que quedara instalado un pequeño taller de chapa y pintura para que todos los vehículos salieran impecables,..¡ese era el secreto para vender muchas unidades cada mes!!!.
La suerte le sonrió rápidamente a Juan Alberto y pasó a ser un personaje popular y bien conceptuado entre la población reginense, los domingos formaba parte de los hinchas de fútbol del Club Regina y pronto consiguió formar parte de la Comisión directiva, ya que no se hablaba de acontecimientos sin que en algún lugar apareciera la figura del llegado de Berisso.
Una mañana temprano mientras Juan Alberto tomaba un cafecito en su despacho le hicieron saber que la señora de un médico conocido estaba interesada en probar un coche familiar de muy buen aspecto, el propietario la hizo pasar y se presentaron, la invitó a tomar asiento y una taza de café que ella aceptó muy a gusto, ¡soy la señora del doctor "tal" y me ha interesado ese coche azul familiar!!,.. ¡tiene muy buen gusto!! Le dijo casi inmediatamente Juan a modo de halago aunque en realidad era una forma de reafirmar la elección de los clientes para si en algo no tenía la decisión completamente tomada esa palabra de elogio servía para mostrar el grado de acierto.
La acompañó hasta el coche y le mostrando las virtudes del vehículo, dejando margen de opinión para que la compradora estuviera totalmente convencida.
Ella le dijo que por la tarde tendría más tiempo para verlo del todo y probarlo antes de hablar del precio y condiciones generales, ¡ahora tengo que llevar a mi niña al colegio y no quiero llegar tarde!, subió a su coche y Juan Alberto muy fino le abrió la puerta y luego la cerró dejándlo un ¡hasta luego!,...¡no me lo vaya a vender!! dijo la mujer en tono socarrón, ¡quédese tranquila, replicó el! ¡la estaré esperando!.
La mañana trascurrió como todas, sin más novedades que algún curioso y otros que querían vender una camioneta Dodge bastante vieja, "Radio Río Negro" ponía música y en una mesa de coloquio se hablaba sobre las ventajas que tendrían las mujeres en el momento que igualaran derechos con los varones,.. la sirena de los bomberos anunciaba alguna salida rápida y pronto la primera dotación pasó frente al negocio de Juan Manuel rumbo al sur,..¡la radio anunció que el toque de sirena se debió a la quema de unos pastizales en las costas del río negro!!!
Ya sobre medio día la avenida se empezó a poblar de ciclistas que salían de los trabajos y presurosamente peladeaban rumbo a sus hogares a disfrutar del almuerzo y un pequeño respiro.
Juan cerró su oficina y el empleado quedó entretenido unos minutos más con un cliente que se empeñaba en inspeccionar a fondo antes de cerrar la operación por la tarde...
Regina quedó en silencio y la siesta otoñal se dejó caer en la población. Ya por la tarde después del clásico cafecito en el Club Social, Juan regresó a su oficina y el empleado le daba la noticia que el cliente que había estando mirando un vehículo antes del medio día, lo esperaba para cerrar la venta y llevarse su nuevo juguete... por la tardecita la señora del médico llegó con un halo de misterio que atrapó a Juan a pear de estar muy acostumbrado a salir de duros combates femeninos,...¡¡¡seguro que ya no me esperaba!!! dijo ella para tantear una conversación y de paso saber que respondía él,... por un momento casi cae en la trampa de responder rápido, pero las horas de vuelo lo aconsejaron y después de encender un cigarrillo miró a la mujer y le dijo,... ¡¡estaba seguro que vendría!!
Esa respuesta desafió el atrevimiento de la mujer y la confundió por un instante,...se repuso dispuesta a hablar de forma enigmática le preguntó ¿y porqué estaba seguro que regresaría? arriesgó con doble intención. ¡¡Porque está enamorada del coche afirmó concluyente el vendedor!! Es verdad dijo ella como cerrando ese intercambio de palabras sueltas tiradas al vacío, ¡creo que me lo voy a llevar sentenció Pilar mirando los ojos de Juan y este le dijo casi con un susurro, ¡después de mi,.. esto es lo mejor que hay dentro de este negocio!
Así comenzó un acercamiento de confesiones que estiraron muchas tardes cuando ella aparecía fingiendo una avería en el coche comprado y aprovechaban para confidencias personales,... ¿he perdido el atractivo para mi marido!,.. le espetó una tarde noche cuando Venus ya había aparecido en la inmensa bóveda azul de la patagonia,... ¡usted siempre despertará pasiones le respondió él ya decidido a lanzarse a la conquista de la hermosa mujer, ¡puedes irte nomas le dijo al empleado y este supo entender perfectamente a su patrón,..¡hasta mañana!
Se saludaron y quedaron Pilar y Juan solos con una conversación comprometida y recién iniciada, ya se atraían desde hacía mucho tiempo pero la prudencia le aconsejaba a Juan que todo lo que había sembrado podía perderlo si se llegaba a saber de algún romance con una mujer casada. Esta vez fue ella la que le dio a entender que seguiría disimulando su admiración por aquel hombre de finas maneras y codiciado en conversaciones de mujeres hasta el punto de declarar abiertamente su amor para que este lo tomara.
La puerta de la oficina se cerró con dos vueltas de llave y sin testigos ese día fue el comienzo de un apasionado romance donde los cuerpos se estremecieron sin dejar un centímetro sin recorrer.
Pilar recobró la fuerza de la juventud que creía perdida y sus labios carnosos y rojos eran una lujuria que invitaba cada día a Juan al pecado carnal.
Llegaron las fiestas de fin de año y ambos encontraron una excusa para verse un pequeño instante, darse un beso y sellar la promesa de que ese año sería la puerta de una aventura muy larga y enriquecida cada día ¡¡HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE!! dijo ella que en todo momento llevó la iniciativa mientras Juan se dejaba querer.
Enero como cada año llenó de vacío las calles de Regina mientras la mayoría inició un peregrinaje al balneario "Las Grutas" disfrutando de unas cortas y merecidas vacaciones veraniegas, el sol caía con justicia y el calor de cada año empobrecía las plantas que desfallecían ante semejante bochorno, las frutas de las chacras empezaron a parecer más interesantes y tomaron la coloración del punto justo para ser recorridas, primero fue la pera y Regina ya recompuesta de sus habitantes que habían iniciado el éxodo los primeros días de enero estaban en sus puestos de combate por la inminente llegada de la cosecha de frutas.
Las chacras engalanadas servían de escenario cuándo Pilar y Juan se fundían en un solo cuerpo alguna que otra nochecita a la orilla del Río Negro,..se dejaban secuestrar por el arrullo de las aguas que chocaban con la orilla o formaban sonoros remolinos.
Llegó la cosecha de manzanas y antes que las hojas tomaran el tono terracota del otoño se inició la cosecha de uva, los obreros parecían hormigas llevando el producto fecundo de la vid hasta los vehículos que luego lo acercaban hasta las bodegas terminando en caldos generosos de exquisito paladar artesano,... carteles pegados por todos los escaparates anunciaban la "Fiesta provincial de la Vendimia" con actos centrales en la Plaza donde el Intendente se refería cada año a la llegada de los Inmigrantes Italianos y a su esfuerzo por convertir aquel páramo en un vergel Valletano y tal y tal y tal... también habría desfile de carrozas alegóricas con interesantes premios a las mejores presentadas, ..la actuación de números folkóricos locales y el acto central en el anfiteatro donde actuará el artista contratado especialmente desde Buenos Aires, cerrando el día domingo el desfile de las postulantes a Reina, la coronación y la actuación principal sobre el escenario quedando a la espera del próximo año con otras propuestas de festejos.
Pilar y Juan Alberto se habían citado para encontrarse en el parque automotores,..llegada la noche hicieron el amor en un sofá de la oficina, se vistieron y Juan le repitió una vez más a Pilar que estaba estupenda, que su cuerpo era una droga para volver cada día en busca de ese vicio, Pilar se sintió una vez más halagada por el hombre que le hacía perder los sentidos, ¡iremos a la barda y miraremos las fiestas del anfiteatro desde arriba!
Ella aceptó y Juan le abrió la puerta de un espectacular todo terreno Land Rover que había limpiado y perfumado con esmero a la tarde, era el mejor coche que tenía en el parque, de cristales ahumados lejos de alguna mirada delatora,..Pilar no podía disimular los nervios y mientras subían la barda por el estrecho camino, ella le soltó como un latigazo,..¡¡¡mi marido se enteró de lo nuestro!!!,..Juan trató de mostrarse sereno pero las cosas habían dado un vuelco de ciento ochenta grados,..¡¡disfrutemos la noche y conversemos hasta encontrar una salida!!
Se acercaron al monumento del indio Comahue y cerró el contacto, tiró la palanca del freno de mano y observaban la fiesta que llegaba con nitidez hasta el coche, actuaba un grupo de rock y aprovechando la oscuridad y el silencio de la noche comenzaron a desnudarse, la luna dejó entrever los pechos de Pilar con sus finas curvas enmudeciendo una vez más a Juan, él se tumbó sobre los asientos que habían reclinado y ella como casi siempre se subió a su hombre, nadie decía una sola palabra, esos movimientos los conocían de memoria,...más en un descuido Pilar con su diminuto pié soltó el freno del coche que inició una marcha suave e inevitable hacia el borde del barranco,..¡el instinto de conservación le dijo a ella que si llegaba a la puerta podía salvarse, ¡pero Juan estaba sentenciado!!, no tendría tiempo..¡ella trató de hacer el movimiento pero él la atrajo sobre su pecho en un abrazo salvaje y apasionado mientras le recordaba. "Hasta que la muerte nos separe".

En esta fantasía-cuento la realidad, los lugares físicos existen y la ficción se entremezcla con la realidad si uno se sitúa en el Hotel Virginia, un hotel tradicional reginense cerquita hay un negocio de compra-venta de autos usados, el Club Social, el Anfiteatro "Cono Randazzo", las Fiestas de la Vendimia que se hacían en el antiteatro o ahora en el estacionamiento del mismo,las atractivas bardas reginenses son el escenario perfecto para esta historia... pero la realidad nos anoticia de hechos policiales lamentables como el ocurrido en Regina y se hicieran hecho los medios gráficos y radiales de la región.

Este cuento fue publicado en su oportunidad en "El Reginense" Guillermo Pirri Argentino.

domingo, 5 de enero de 2014

Temas pendientes: Calendario Social Villa Regina 2012 de la Asoc. Civil Círculo Italiano.

Ya se encuentra a la venta el nuevo Calendario Social  2014 del la Asociación Civil Círculo Italiano de Villa Regina que es un aporte y rescate de la historia de Villa Regina que pueden colaborar con esta importante Institución Reginense comprando el mismo.
Y quedaron del Calendario Social 2012 difundir algunas en ¡BIEN DE REGINA!
Las imágenes corresponden que se publican, en esta oportunidad, corresponden a:
* FIESTA DEL INMIGRANTE ITALIANO DE 1963
* FESTEJO EN HONOR A JUAN BENEDETTI POR GANAR LA CARRERA DE MOTOS EN 1950
* FIN DEL DÍA DE TRABAJO. CUADRILLA DE CANALES DE RIEGO FORMADA PO INMIGRANTES DE LA REGIÓN TOSCANA -1924-
* BAILE DEL MAMARRACHO EN LA SEDE DEL CLUB ATLÉTICO REGINA (1956)
* FIESTA DE LA FRUTICULTURA, REPRESENTANTE GALPÓN DE EMPAQUE MASTROPASCUA & CO. -1956-
* ENCUENTRO DE FAMILIAS MARCHIGIANAS -1959-




miércoles, 1 de enero de 2014

De las crónicas diarias del Padre Marcelo Gardin. Enero de 1932 y su defensa a los primeros colonos.

Enero de 1932.
Recorriendo las crónicas diarias del Padre Marcelo Gardin, escribía que: “siendo los primeros días del año 1932, tuve líos y enfrentamientos con la policía, y a raíz de defender a los colonos contra las arbitrariedades de los subalternos, hoy debí salir en defensa del colono Clozza, de la 3ra. Zona, que había disparado la escopeta contra gente que estaba robando sus animales, y había herido a uno, que era empleado del ferrocarril.
La policía le estaba haciendo un sumario, y lo querían hacer pasar por loco para salvar a un policía que estaba de acuerdo con el que robó.
Clozza estaba detenido. Cuando tuvo que firmar el sumario, el colono Clozza pidió dos testigos.
Uno de ellos –dijo- tiene que ser el Padre Gardin.
Cuando llegué a la Comisaría, el Oficial sumariante y el Comisario ya sabía que había informado lo sucedido a la Gobernación, porque fueron avisados desde la Oficina de Correos, y me dijeron:
- ¿Por qué Padre, no se puso  de acuerdo con nosotros? Hubiera bastado un golpe de teléfono, y nos hubiéramos entendido.
- Yo jamás me podré entender con ustedes, cuando se trata de falsificar los hechos, tapar responsabilidades, crear imputación contra la verdad, y contra la justicia… etc.
Afueran tocan el timbre, el sumariante sale, quedo sólo con el Comisario y le digo:
- ¿Y usted, quién es señor?
- Soy el Comisario; Padre.
- Usted me mandó a llamar, y aquí me hace hablar como un dependiente suyo.
¿Acaso, es mudo y no conoce el asunto? Si yo llamo a alguno a mi casa, no le mando el cocinero para hablarle.
- Yo soy nuevo aquí, dijo el Comisario.
- Bueno, Sr. Comisario, hasta luego y lo planté.
Unos días después llegaron, un Sumariante y un Comisario, nuevos.
Y Clozza volvió a su trabajo, pero ni él ni su mujer, podrán olvidar el atropello y la injuria”.


Se transcribe un fragmento de lo publicado en el libro “Historia de Villa Regina y sus Memorias” de Franco González, 2002, Imprenta Rayó, primera edición: Villa Regina, página 163.