20 de Septiembre de 1925.
Inicia su actividad en la incipiente Colonia, en momentos en
que el Pueblo recién comenzaba, un taller metalúrgico considerado en su momento
como uno de los más completos del Valle, donde se podrían lograr los
implementos agrícolas y sus detalles, para ir subsanando los inconvenientes
propios de la época.
La iniciativa fue de Don Ubaldo Palandri, quien con su
fragua, su yunque, su soldadora, inició la construcción de agua de los lotes
que iniciaban la siembra de producción anuales.
Asimismo templaba las rejas, para la aradura (como decían
los inmigrantes italianos) que permitían abrir los surcos.
“El taller” estaba instalado donde actualmente funciona
Edersa. Y se recuerda el trabajo fructífero de don Palandri considerado el
primer herrero.
* Se transcribe esta Efemérides Reginense del libro de
Franco González “Historia de Villa Regina y sus memorias”.
El primer taller metalúrgico de la colonia fue el de Ubaldo
Palandri (nacido en la Región Toscana en Pistoia, provincia de Firenze).
“Las compuertas, trabajos de hojalatería, las cocinas, eran
eran encargadas a un comerciante italiano radicado en Fuerte Roca, Ubaldo
Palandri. En 1926 se instaló en la Colonia con su taller, en este y en su
vivienda inmediatamente se disfrutó de luz eléctrica, provista a través de dos
motores 20 HP cada uno. Al poco tiempo
“la compañía le facilita un tractor Forson y como el señor conocía a los
directivos de la Usina de Cipolletti (…) consiguiendo el generador eléctrico”
Gracias a ello la primera fiesta de los colonos el 20 de septiembre de 1926
contó con luz eléctrica. Para la ocasión se armaron kioscos de ventas de
bebidas y alimentos en el predio del vivero y varias jovencitas italianas
asistieron con trajes típicos de sus
regiones de origen”
* Se transcribe de lo publicado por la historiadora
reginense Silvia Zanini en su libro “Las historias que nos unen. Una perla
junto a la barda”.
Ubaldo Palandri fue el concesionario del Alumbrado Público;
por el año 1927, se dio origen a la Electrificación Rural la electricidad
llegaba a las bodegas de Italo Raffaelli, Antonio Zovich, Alfonso Fiordelli,
Vicente Mungai, y la chacra San José de Agreste y en 1928 la única estación del
ferrocarril iluminada. En 1930 la empresa encargada del alumbrado público era
Usina Unidas Limitada.
La luz eléctrica de la Iglesia que estaba a cargo del
sacerdote friulano Marcelo Pio Gardin, de esa Colonia donde todo estaba por
hacer, que proveía la usina de Ubaldo Palandri con las que iluminó la cruz con
unas 60 lámparas.