domingo, 25 de marzo de 2018

EFEMÉRIDES REGINENSES: Un 25 de Marzo de 1973 culmina la 7ma. “Vuelta de la manzana” imponiéndose en la prueba, el corredor reginense: Horacio Jorge Santangelo, conduciendo un Fiat 125.



25 de Marzo de 1973: culmina la 7ma. “Vuelta de la manzana” con el recorrido: Viedma – Gral. Roca, Gral. Roca – San Carlos de Bariloche, Bariloche – Gral. Roca, competencia automovilística que llevó a cabo entre los días 21 al 25 de marzo de 1973, imponiéndose en la prueba, el corredor reginense: Horacio Jorge Santangelo, conduciendo un Fiat 125 “C”, en la clase “C” de Turismo Nacional, postergando en esta Vuelta de la Manzana a los que eran considerados “capos-capos” de los equipos oficiales.
Su hazaña en la Vuelta de la Manzana del ‘73 le valió el reconocimiento nacional en una de las pruebas más importantes y atractivas.
Su memorable victoria fue en la 7ma. Edición, que tuvo un recorrido de 1.798 kilómetros y donde largaron 136 participantes.
VILLA REGINA figuró en las publicaciones más importantes de la Argentina y llegó a países vecinos que se agregó en 1.974 cuando el Club Atlético Regina juega en el Nacional de fútbol.
Estuvo considerado entre los 10 mejores del automovilismo deportivo argentino.
Horacio Santangelo nació un  13 de setiembre del 1948 en la localidad de Cañadón Seco en la  provincia de Santa Cruz, pero ese dato es considerado en los pagos reginense “simple anecdotario” pues se lo considera ¡BIEN DE REGINA! siempre fue considerado de Regina incluso cuando vivía en la ciudad de General Roca.
Hoy la bajada de las bardas reginenses lleva su nombre "Horacio Jorge Santángelo"  y una calle donde está el Moto Club Reginense en Gral. Enrique Godoy también lleva su nombre.
Ser campeón se requiere “tener pasta de campeón" por eso contaba su experiencia: “Una persona normal no puede ser campeón ni ganar, porque cuando uno arriesga tanto, se juega la vida en cada instante y atenta así, contra sus propios principios de conservación”. 
En el 1.998 corrió su último rally por el Argentino. Estamos hablando de quien estuvo considerado entre los 10 mejores del automovilismo deportivo argentino: Horacio Jorge Santángelo.
Fue, es y será  “El Horacio” “El Gringo” es el ídolo popular de la gente, del pueblo, de Villa Regina y del Valle y del país que sigue despertando simpatías. Cada uno lo recuerda a su manera, con nostalgia, admiración, idolatría o felicidad y le agrega la sal y la pimienta a gusto...

sábado, 17 de marzo de 2018

A Raúl Chiacchiarini: Ídolo. Por Francisco Ivancich.


A Raúl Chiacchiarini: Ídolo.
Adelante “Canaro”.

En las pruebas del Ford T
en ellas me juego entero
pa mi “Canaro” es primero
los demás siguen después
apretando el fierro el pie
sin que el motor desafine
y que la suerte se incline
en forma noble y cabal
el triunfo será local
y es de Raúl Chiacchiarini.

Por cierto bien lo merece
(vaya sabiendo la hinchada)
que a horas muy avanzadas
en su taller permanece
sacrificio muchas veces
se hace imposible creer
que con el afán de correr
se sacrifica optimista
“así empiezan los deportistas
que campeones suelen ser”.

En Regina, vibró la emoción
que esta nota lo destaca
cuando aquí la segunda etapa
tuvo su neutralización
fue el primero del pelotón
que hizo feliz arribo
así cuentan los testigos
que al llegar lo hicieron preso
con lágrimas, aplausos y besos
de madre, hermanos y amigos.

Así lo quiero homenajear
al gran corredor “Canaro”
en verso sencillo y claro
mi modo de relatar
hago votos que a la par
de Mario su acompañante
venga un título resonante
para que toda la hinchada
con la bandera a cuadro alzada
te saluden TRIUNFANTE.

Por Francisco Ivancich.

Se transcribe lo publicado en el periódico “EL Ciudadamo” Nro. 269, del 20 de mayo de 1994. Director: Franco González.

miércoles, 7 de marzo de 2018

Tierras reginenses para el vino (1974).


Tierras reginenses para el vino.
La viticultura se introduce en Villa Regina, como una prolongación del desarrollo de la viticultura general del Alto Valle, que se extendió desde General Roca hacia Guerrico, primero y en una segunda fase hacia Villa Regina.
En estas tierras empezó a desarrollarse alrededor del año 1925, ya que el impulso más grande lo dieron los primeros colonos italianos.
Existen, en Villa Regina, unas veinte (20) bodegas con una capacidad vinaria total de 149.394 hectolitros.
En un principio, la viticultura reginense estuvo orientada hacia una viticultura de calidad (vinos finos). Pero luego, debido a influencias de otras zonas y por falta de orientación en la propagación de vid (nos encontramos con infinidad de variedades en esta zona ya que no se seleccionaron las variedades que se fueron adoptando), esta viticultura se fue distorsionando.
Por eso se hace imprescindible y necesario, un ordenamiento vitícola con características nacionales y particulares regionales, de adecuación de la oferta a las exigencias de los mercados nacional e internacional.
Es necesario también la diversificación de la producción vitícola, tanto a nivel agrícola como industrial, como medio para lograr el desarrollo armónico del sector.
La tipicidad regional, con la finalidad de que la uva y sus derivados exterioricen las particularidades de origen, y la integración vertical de las distintas etapas del proceso vitivinícola, especialmente para el pequeño y mediano productor, son tan importantes como la promoción de una estructura vitivinícola exportadora que permita mantener y expandir los mercados actuales y facilitar la conquista de los potenciales.
También es imprescindible lograr la implementación progresiva del envasamiento en origen de los productos vitivinícolas.
La provincia, por intermedio de un convenio con el INV, está orientando a la viticultura hacia vinos finos. Ya se ha iniciado la obtención de estacas, siendo un hecho la creación de una bodega regional, tipo estatal.
Experiencias exitosas con resultados fabulosos de variedades bien definidas (Merlot y Malbeck para las uvas tintas y Semillón y Torrontés para las blancas) se convierten en otra de las pautas que permiten afirmar el brillante porvenir de la viticultura regional de lograrse el ordenamiento que necesitan estas tierras de tan excelentes condiciones para una buena viticultura.
Pacífico Kamada Enólogo.

Las tierras reginenses se abren a los brazos verdes que nacen de la tierra. Y la uva florece entre hojas revueltas de las vides. Y los brazos de las mujeres cosecheras van cosechando los cántaros tintos y blancos, para desbordarlos, después al final de la tarde, en otros cántaros más amplios y voraces. Y el hombre seguirá procesando el canto de las vides. Y nacerá el vino.
Vino de estas tierras reginenses.
Vino que nace en los toneles y en las piletas hechas con sacrificio y trabajo por los primeros colonos y por los otros que fueron llegando, afincándose, floreciendo con sus propias vides, cantando el mismo vino que ellos creaban.
Vino de la amistad y de la alegría. Vino del trabajo y del sol.
Vino de Pedro Iogna, de Surar, de La Cerdeña, de José Milohanich, de la viuda de Fedalto, de Zovich, de Honorio Bertoli, de La Reginense, de Salvador angelone, de José Per, de Jaime Picotti, de Justo Fernández Flores, de Dante Gigante, de Dalmat, de Juan Zudich Milano, de Pirri Siracusa Tormena, Juan Bavaresco, de Vecchi, de las bodegas de Arizu, de Luis Dante Zorzetto. Vino de las tierras de Villa Regina. Vino de la vida…

Se transcribe lo publicado en suplemento 50º años de Villa Regina del Diario “Río Negro”, miércoles 6 de noviembre de 1974.