El 8 de septiembre de 1969, fue colocada en lo Alto de la
barda, una gran "Manzana Deliciosa", revestida de aluminio, con 4,50
metros de diámetro, una superficie de 70 metros cuadrados y un peso de aprox.
1.300 kilos.
Fue construida por el vecino reginense Gino Marzolla, en su taller metalúrgico.
Con
el correr del tiempo se vio frustrada, por los embates de la naturaleza, los
cada vez más fuertes vientos, vencieron la columna que sostenía la manzana.
Don Gino Marzolla, en el año 1978, restauró la inmensa
fruta, que colocó a la vera de la ruta 22 en la intersección de la calle España
y su continuación Avda. Belgrano.
Y el monumento a la manzana de Regina tiene su historia
jocosa. La manzana reginense llevó varios meses de construcción dentro del
taller. La estructura tomó su forma, y de acuerdo al proyecto se previa que una
vez terminada se sacaría una parte del techo, para elevar el monumento
utilizando un helicóptero que aportaría la Marina.
Sin embargo cuando el monumento estuvo listo, por diversos
inconvenientes no se pudo realizar el traslado con el helicóptero, y la
dimensión de la manzana hacía imposible que fuera sacada por cualquiera de los
portones del taller. Después de varios días de intentar una solución, se optó
por la alternativa de derribar paredes, incluyendo una de la vivienda ubicada
en la parte delantera del taller, para que la estructura pudiera salir de su
encierro”.
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