miércoles, 30 de octubre de 2024

ANTONIO SGRÓ, UNO DE LOS FUNDADORES PIONEROS DE LA COLONIA VILLA REGINA.


100 AÑOS DE VILLA REGINA 1924 - 2024.

ANTONIO SGRÓ, UNO DE LOS FUNDADORES PIONEROS DE LA COLONIA VILLA REGINA.
Antonio Sgró - Año 1977.
Segunda parte: ocho años en el ejército.
Corría el año 1912. Don Antonio tenía 18 años y recién había retornado de los Estados Unidos, donde trabajó junto a su padre en una mina de carbón al aire libre. Se incorpora entonces al servicio militar obligatorio.
En el momento que tenía que salir de baja se declara la primera guerra mundial y por esta causa quedó incorporado a las filas del ejército italiano.
En los cuatro años de guerra pasó de soldado raso a caporal mayor, grados ganados todos en batalla. No le dieron más jinetas porque no era de la monarquía, ya que sólo los de la nobleza podían tener grados de oficiales.
Año 1917. Italia estaba en retirada total. Él fue uno de los que se quedaron defendiendo el retroceso. En esos momentos fue herido dos veces y así es como contaba él mismo esos episodios: 1ra. vez “los enemigos tiraban granadas de gas venenoso, el gas recorría la trinchera como si fuera una víbora blanca, al que lo agarraba descuidado moría, salté fuera de la trinchera y estando cuerpo a tierra una esquirla pegó en mi casco y lo abolló y otra esquirla me pegó en el dedo índice, el que aprieta el gatillo, me sacó la punta del dedo, debajo de la uña. (contaba que el fusil de tanto disparar se calentaba, les quemaba las manos, y que lo metían en el agua para enfriarlo)
La 2da vez, cuando ya se habían retirado más de 100 km (eran de infantería), fue un disparo en la pierna con orificio de entrada y salida, pero no rompió ningún hueso.
Cincuenta kilómetros más y lo tomaron prisionero. Por su herida de la pierna, usaba el fusil, ya sin municiones, como bastón.
Ya prisionero lo confinaron en Austria. Hay muchas historias y anécdotas de esta época de prisión. En una oportunidad los tenían trabajando en el campo, cosechaban habas, arrancaban la planta completa, sacudían la tierra de la raíz y la tiraban entera en un camión de carga. Con todo eso hacían harina para pan…así conoció el pan negro.
Estuvo prisionero un año y escapó reincorporándose de inmediato a las filas italianas en el frente de guerra, donde participó en la batalla de Vittorio Véneto, que marcó el final del conflicto. Al término de la misma fue destinado a Viena, como policía militar. Estuvo allí un año y medio, regresando a Italia en 1920.
Cuando Don Antonio Sgró llegó a Argentina traía como equipaje una pequeña valija, su único capital. Todos los documentos y fotos que muestro aquí son copias tomadas de originales que están dentro de ella, que ya está muy viejita…debe haber tenido muchos golpes. Hay historias de sólo verla ir y venir de Buenos Aires en los viajes que una vez al año hacia Don Antonio.
Durante los primeros años de la Colonia él ayudó a muchos colonos a emparejar sus lotes (todos se ayudaban), por ello, el salitre de la tierra le afectó la vista y debía tratarse periódicamente en la Capital. De esos viajes siempre regresaba acompañado de alguna familia que encontraba en Constitución y a la que incentivaba para ir a vivir al Valle. Durante el primer tiempo, los alojaba en la chacra hasta que podían conseguir trabajo y un buen lugar donde vivir.
En Buenos Aires su itinerario era el hospital, para su tratamiento de la vista, luego el puerto donde le gustaba ver los barcos, quizás con algo de nostalgia y la casa de un ferroviario amigo. Acostumbraba a llevar correspondencia de gente de Regina y traía también, pero lo más importante no eran las cartas, sino que él los había visto y algo podía contarles de sus amigos y/o parientes. Por último, pasaba por “La Querencia”, lugar de folclore por excelencia (creo que todavía existe). De aquí tengo una anécdota espectacular, que yo viví, pero queda para la tercera parte.
¿Porque Don Antonio decidió venir a Argentina????
Durante los años 1910 a 1912, Antonio y su padre Pascual, trabajaron en Norte América. El dueño de la mina de carbón a cielo abierto, de apellido Gros, le pidió a Pascual que dejara a Antonio con él y que su señora lo cuidaría como un hijo. El padre se negó y regresaron ambos a Italia. Pascual Sgró regresó a América a mediados de 1914. Para ese entonces Antonio ya estaba en el servicio militar y a punto de salir por lo que acordaron que él viajaría luego…pero se declaró la guerra y salió seis años después.
La guerra fue terrible. Don Antonio siempre decía que el cielo y el infierno están aquí en la tierra, “yo pase varios años en el infierno”, por eso se rebeló y se vino a Argentina. Para él Regina fue el cielo. Alguna vez le pregunté si extrañaba algo de su lugar de nacimiento y me dijo ”il campo di fiori” y señalaba como si lo viera. Siempre pensé que cultivaban flores como los holandeses, pero cuando estuve cerca de su pueblo Chorio en Italia, vi la falda de los cerros llenas de flores, en ese momento entendí realmente cuando decía los campos de flores.
Datos y recuerdos de Domingo Sgró, Zara Sgró, Remo Sgró y Mario Sgró. Habrá una tercera parte, que se desarrolla en el cielo…Villa Regina.
Durante la guerra - Año 1915
A la izquierda de pie y a la derecha sentado con las piernas cruzadas.

Mientras estuvo prisionero en Austria - Año 1917
Billete de origen alemán. Impreso en Berlín el 1 de Agosto de 1917.
Diploma con fecha febrero de 1922, él ya estaba en Argentina. Dice "il Sargento", por lo tanto, la mención corresponde a su actuación durante la primera parte de la guerra mundial, cuando tenía ese grado.

Diploma de honor para un combatiente de la primera línea por haberse quedado defendiendo durante los difíciles momentos de la retirada.

Antonio Sgró como policía militar después de terminada la guerra, en Viena.

Certificado de estudios elementales que rindió en diciembre de 1919, durante una licencia, mientras estaba destinado en Viena.
Para nosotros escuela primaria.

Documento de identificación para transitar en Italia después de la guerra.

Con este diploma el Presidente de Italia le da la distinción de CAVALIERE dell Ordine di Vittorio Veneto en mérito a su comportamiento y desempeño en las distintas situaciones de batalla en primera línea durante la primera guerra mundial.
Estas son las dos medallas (de frente y revés) que recibió del gobierno italiano por mérito en la guerra: la Cruz de Hierro y la Medalla de Caballero, a pesar de no ser de la aristocracia.

Última foto que se sacó en Italia. Tiene fecha 20 de agosto 1921.
Tenía 27 años.


Boleto de embarque para el viaje de Italia a Argentina, con fecha de 15 de septiembre 1921, emitido en Messina, Sicilia.
El trayecto salía de Messina, pasaba por Nápoles y llegaba al puerto de Génova, donde tomó el barco que lo llevó a Buenos Aires. Duración del viaje 22 días.
Esta es la valija que lo acompañó siempre. Todos los documentos y fotos que mostramosestán dentro de ella.

Autor: Mario Sgró.

Imágenes gentileza: Mario Sgró.

Gentileza: Marío Sgró.

Don Antonio Sgró, nació en Chorio di San Lorenzo, Reggio Calabria, al sur de Italia, el 24 de julio 1894. 

Cuando tenía 16 años viajó con su padre a Estados Unidos (1910), fueron contratados para trabajar en una mina de carbón al aire libre. En 1912 regresa a Italia y se incorpora al servicio militar. 

Cuando ya le tocaba la baja del ejército se declaró la primera guerra mundial (1914), por lo que tuvo que quedarse en el ejército. 

Estuvo prisionero en Austria y después del fin de la guerra quedó allí como reten un año y medio, tenía casi 26 años. 

En 1921 lo contrataron, junto con su padre Pascual Sgró y su hermano Domingo para una obra en Cinco Saltos, Río Negro, Argentina, para la construcción del dique Contralmirante Cordero. 

Allí, Antonio se enteró del desarrollo de la compañía Ítalo Argentina en lo que sería la colonia Regina Pacini de Alvear. 

Llegó primero a la localidad de Ingeniero Huergo y después, en sulki, hasta lo que es hoy Villa Regina. 

Lo atrapó el lugar y decidió no regresar a Italia. 

Desde ese momento en sus días libres venía hasta Regina y colaboraba en los trabajos preliminares en la demarcación de calles, chacras y lotes. 

La Compañía le adjudicó el lote N°2, de 10 Hectáreas, dentro de la chacra 103, zona 1. 

Ya asentado en la colonia, fue fundador del Dopo Laboro (hoy Círculo Italiano) y de la Cooperativa La Reginense. 

Para ese momento ya había construido en su lote dos piletas de hormigón para vino con volumen 22 metros cúbicos.

Otra publicación.

*** Para otras publicaciones hacer click en etiquetas: Mario Sgró Antonio Sgró.
Publicado también en Villa Regina - Fotos Antiguas Fotos del Recuerdo / Facebook.

¡Gracias Mario!


lunes, 28 de octubre de 2024

Víctor “Cuqui” Perazzoli: un querido vecino de la ciudad.

Víctor “Cuqui” Perazzoli: un querido vecino de la ciudad.

En el marco de los 100 años de Regina, conocemos la vida de uno de los vecinos más conocidos y queridos.
Nacido el 25 de febrero de 1942 en Regina, es un gran coleccionista de fotos, tiene miles guardadas en álbumes, en cada una de ellas se refleja el paso del tiempo de la ciudad y de su familia
En esta oportunidad conocemos la historia de Víctor Fortunato Blas Perazzoli, o como todos lo conocen, "Cuqui".
Seguramente muchos lo recuerden por su trabajo en el corralón Perazzoli, donde por aquel entonces existía el famoso “anótalo que después te pago”, donde los comercios depositaban la confianza en los vecinos. Cuqui era uno de ellos. Siempre brindaba una buena atención y un buen gesto, así es recordado por aquellos que, con solo nombrarlo, sonríen.

“Desde que nacimos mis hermanos y yo, mi madre y mi padre siempre nos sacaban fotos”, comentó Víctor.

La primera reunión con Cuqui fue en su casa; me recibió junto a Gladis, una cálida persona que colabora en la casa y fue ella quien pensó en la idea de esta entrevista, ya que las anécdotas de él no la dejaban de sorprender.

Entre charlas, café y fotos, Cuqui me fue relatando la historia de Regina en partes, como lo relataría un abuelo con su nieto, de forma amena y entretenida.

El puente del Paseo del Arroyo de nuestra ciudad, que fue elaborado por el abuelo de Víctor, Blas, quien también construyó un bote que permitía a las personas pasar.

“La única manera de pasar antes del puente era el pasaje de la bodega Picotti, que se pasaba por un carro.” recordó Víctor.

La familia.

“Mi papá era austríaco, estuvo en la Primera Guerra Mundial, vino a la Argentina en 1924 a los 29 años, y mi madre croata. Se conocieron en Regina porque compartían la misma compañía de trabajo. Además, vinieron mis bisabuelos, abuelos y tíos”, comentó.

Cuando el padre de Cuqui desembarcó en territorio argentino, su primer trabajo fue en una fábrica de cigarrillos, en Buenos Aires; anteriormente, en Europa, estudió en un colegio industrial donde recibió el título de constructor y su madre se desempeñó como administrativa del ingeniero Felipe Bonoli en la Cooperativa Italo Argentina.

En Regina, su padre, trabajó en la construcción de una bodega y de la Parroquia “Nuestra Señora del Rosario” en la parte de dirección de la obra, ya que, como dice Cuqui, su título era “capomastro” (maestro-capataz constructor).

Cuqui tiene una gran familia de 5 hijosCarolina Leonardo que viven en Las Grutas; Gabriela en Buenos Aires, Víctor y Pablo en Estados Unidos. Junto con 5 nietosLara, Pedro, Naiara, Andrea Arabella.

Actualmente, una de sus hijas, Carolina, quien es profesora de Bellas Artes en Las Grutas, está llevando a cabo una obra de arte para el aniversario de nuestra ciudad, incorporando la pintura y azulejos representando a Regina Pacini. Podremos disfrutarla en noviembre.

¿Cómo fué la infancia en Regina?

 “Éramos 5 hermanos, dos mujeres y tres varones; yo soy el más chicoEra lindono había peligro ni paredones en la mayoría de las casas, entonces todos los chicos podíamos jugar tranquilos”, recordó Cuqui.

Entre los comercios de la época se encontraba el almacén “Harina” “Viero”, el bar “La Familia” de Apis, la primera librería de la ciudad “Perazzoli”, que fue inaugurada en 1929, donde el padre de Cuqui realizó las construcciones tanto de la librería como del corralón con el mismo nombre.

A los 8 años tuvo su primer trabajo en el aserradero Pietrini, en el Club Regina; luego en el Grupo de Fruticultores, en el sector de la playa y de embalador. A los 17 años comenzó a conducir, haciendo viajes a Buenos Aires en camión con productos regionales como la fruta, el vino y las nueces.

Hace 17 años que se jubiló; su último trabajo fue en el Corralón Perazzoli, donde seguramente muchos lo recordarán por su cálida atención.

El “dopo laboro” en el Círculo Italiano.

Se trata de una expresión italiana cuya traducción es “después del trabajo”; Cuqui nos cuenta de dónde proviene.

Después del trabajo que cada uno hacía en su chacra, iban al terreno donde se encuentra el Teatro Círculo Italiano para hacer la construcción del edificio. Se usaban bloques de arena volcánica que eran transportados en tren desde Zapala”, recordó.

El resto de elementos, como el telón y las butacas, fueron realizados en Buenos Aires.

“La inauguración del teatro fue hermosa porque vino un conjunto de obras de teatro de Italia, así que Regina estuvo muchos días de fiesta”.

“Algo que siempre impresionó del teatro es la acústica; podés hablar desde una punta a la otra y se escucha muy bien”, destacó.

Recorriendo Europa en 8 meses.

En 1963, Cuqui realizó un viaje por toda Europa, donde recorrió sus orígenes, pero no fue solo; lo hizo en compañía de tres amigos: González, Petinelli y Bogel.

Recorrieron las regiones y pueblos como Le MarcheEspañaAlemania, entre otros lugares, donde la historia fue dura para los antepasados que buscaron en nuestro país un refugio; sin embargo, hoy se presenta como un territorio familiar digno de conocer. El viaje lo realizaron con un auto Seat, el cual compraron en Buenos Aires.

“Cuando estábamos en la Torre Eiffel, en París, nos encontramos con Stemberg, un farmacéutico de Regina”, recordó Cuqui entre risas, porque le pareció extraño encontrarse con otro reginense en París en aquella época.

Cuqui hoy.

Actualmente, a sus 82 años, se dedica a realizar actividades administrativas; además, concurre a clases de tango dos veces por semana, donde se divierte con amigos.

Es fanático del jardín; soy testigo de que el césped y las flores que tiene en el patio de su casa están especialmente cuidadas. Comparte los días junto a Gladis, quien trabaja en su casa hace muchísimos años, y a su mascota, un gato blanco encantador.

Por: Celeste Cerezuela.