lunes, 28 de septiembre de 2015

28 DE SEPTIEMBRE DE 1935: DESIGNACIÓN DEL PRIMER OBISPO DE LA DIOCESIS DE VIEDMA. MONSEÑOR NICOLÁS ESANDI. Monseñor Esandi y los colonos de Regina.

EFEMÉRIDES REGINENSES: 28 de Septiembre de 1935. 
"Gran júbilo causó la designación del Primer Obispo de la Diocesis de Viedma, en la persona de Monseñor Esandi, decidiendro la Comisión de Fomento, imponer el nombre de "Don Bosco" a una calle del pueblo, la que se habilitará en la primer visita pastoral que haga el Obispo a Villa Regina (consta en Acta Nro.139)" (se transcribe texto de la Efemérides Reginenses citada en el libro "Historia de Villa Regina y sus memorias" de Franco González).

Monseñor Esandi y los colonos de Regina por Pantaleone Sergi.

Incluso el papa Pío XII estuvo interesado en el conflicto entre los colonos de Villa Regina y la Compañía Ítalo-argentina de Colonización, la Ciac, un conflicto que durante muchos años marcó la dramática vida de una colonia que se había presentado como un “modelo fascista de emigración”. El pontífice habría tenido que interceder, diciendo “media palabra” a Mussolini, “Bendito Primer Ministro de Italia” (el juicio y el despliegue de mayúsculas son del obispo de la Patagonia), a favor de las familias campesinas víctimas de una “estafa diabólica” que después de más de 15 años de trabajo y el dinero pagado estaban siempre en deuda con la compañía y en peligro de ser desalojados de las chacras que tenían. Entonces en 1941, a través del papa Pacelli, los colonos de Villa Regina, que vivían en una especie de “enclave” fascista en la Argentina, confiaban su destino al Duce. Él decidió la fundación de la colonia en 1924 y solamente él, ellos creían, podía “sin demora” arreglar las cosas.
Sin embargo, la desesperación de los inmigrantes italianos difícilmente, en aquel momento, podría atraer la atención del dictador. Quien había llevado a Italia a la guerra tenía otros tantos problemas.
Así, a pesar de los esfuerzos de monseñor Nicolás Esandi, el obispo salesiano de Viedma que se tomó a pecho la cuestión de las familias campesinas italianas del Río Negro (fue llamado el abogado de los pobres), los emisarios del fascismo y el ICLE, el Instituto Nacional de Crédito para el trabajo italiano en el extranjero, enojados por la intervención del prelado, continuaron como si nada hubiera sucedido y también acabaron creando una situación de evidente vergüenza entre las diplomacias de las dos orillas del Tíber, obligadas a compartir algunas “notas verbales” cuando la historia terminó en la mesa del secretario de Estado de su santidad interesado en el problema por la Embajada de Italia en la Santa Sede.
De manera inaceptable, el Vaticano había sido señalado por el representante ICLE en Argentina como uno de los posibles compradores de los derechos de la Ciac en Villa Regina: la Ciac en 1938 entró en liquidación y fue adquirida por el ICLE que constituyó la Sacra, Sociedad Anónima Colonizadora de Reconstrucción Agraria, con el objeto de comprar los remates que fuera realizando el Banco Hipotecario.
Documentos inéditos –en particular un largo y detallado memorial de monseñor Esandi– hallados entre los papeles de la Embajada de Italia en el Vaticano, más de 70 años después, echan nueva luz en un caso de tira y afloje entre los colonos y la compañía, que a principios de los años cuarenta alcanzó picos de tensión peligrosos para el orden público.
El tema central de las notas diplomáticas es el papel del obispo Esandi, quien no sólo salió en defensa de los colonos con una intervención a favor de ellos ante el presidente de la República, los bancos y el ministro de Agricultura, sino que él llegó a confiar en el uso del ejército para bloquear el desalojo de familias campesinas de sus granjas en Villa Regina. En la apasionada actividad en apoyo de las reivindicaciones de los colonos que, en su opinión, después de “15 ó 17 años de incansable trabajo, tribulaciones y hambre” tenían una deuda contraída con la compañía que no podían satisfacer a causa de “intereses exorbitantes”, ¿el obispo había actuado en nombre del Estado pontificio?
De esto, no tenía ninguna duda Edmondo Criscuoli, apoderado en Argentina del ICLE, gerente de la Ciac y presidente de la Sacra (SA Comercial de Reconstrucción Agraria), que interpretó a su manera la obra de monseñor Esandi en la disputa. Escribió al ICLE en Roma diciendo que el obispo de la Patagonia había intervenido en los asuntos de la compañía con el pretexto de proteger a los colonos y que su acción había provocado la interrupción de las prácticas de alojamiento y paralizado los cobros. Y yendo más allá, él vio en la acción del prelado los intereses del Estado papal en la compra de los derechos de la compañía en las “chacras” subastadas. Fue una clara distorsión de la realidad, esperable en un personaje particular, como se consideraba Criscuoli. Él gestionaba el ICLE en Argentina como cosa suya, sin ni siquiera informar a los vértices del Instituto italiano, con un semblante autoritario que no admitía interferencias en su trabajo.
Según Ercole Graziadei, comisario ICLE que en 1946 fue a Villa Regina, emprendiendo una solución a la larga y dramática controversia, Criscuoli era un buen técnico, pero su arrogante intransigencia lo hacía un desastre en las relaciones humanas y esto había exacerbado el conflicto entre los colonos y la compañía y entre el ICLE y el gobierno argentino.
Monseñor Esandi, “prelado venerable y digno” para las jerarquías del Vaticano, sin embargo, fue llamado por sus superiores para dar explicaciones. Lo hizo con un memorial largo y documentado el 2 de febrero de 1943 y dirigido a monseñor Giuseppe Fietta, nuncio apostólico en la Argentina. Como un buen pastor de almas, el obispo Esandi había escuchado el grito de dolor de las familias campesinas de Villa Regina y así, en la opinión del Vaticano, había “evitado las consecuencias dolorosas que de otro modo habría causado el conflicto”.
De hecho, en el memorial, el obispo pasó por las etapas de sus intervenciones en apoyo a las razones de los colonos. Él tenía una idea precisa de la situación de Villa Regina. Varias veces fue bien recibido en la colonia. Conocía los problemas de los inmigrantes, sus anhelos, sus miedos.
En 1941 se presentaron ante él, en una visita a la parroquia, cuarenta hombres desesperados, sin medios de subsistencia y a punto de perder los frutos de más de quince años de trabajo. Era la época en que el periódico “Solidaridad Obrera” y el diario antifascista “L’Italia del Popolo” en Buenos Aires lanzaban la alarma sobre el carácter dramático de la situación de Villa Regina y de los peligros que se avecinaban para cuatrocientas familias de inmigrantes italianos en riesgo de desalojo como resultado de los contratos leoninos que tenían que firmar.
La Ciac y la Sacra trataban de hacer dinero de cualquier forma “a través de la nueva extorsión y recuperando las tierras valoradas con quince años de sacrificio”. El obispo Esandi le pidió explicaciones a esa delegación y aconsejó nombrar una “Comisión de defensa de colonos”. Luego, ilustró la difícil situación de las familias con el presidente de la República Ramón S. Castillo, quien lo animó: “Siga, yo voy a sostenerlo”. Después encontró atención en el Banco Hipotecario Nacional, donde el anciano presidente J. Pérez prorrumpió en estas palabras: “Todavía están molestando a esos pobres colonos de Villa Regina que ya han pagado cuatro o cinco veces su obligación. Aunque se reunieran a trabajar juntos por un siglo los abuelos, hijos, nietos y bisnietos, no podrán satisfacer las exigencias de la compañía colonizadora”.
Todo estaba, pues, en las pretensiones ilícitas de la Ciac que había creado un sistema de explotación ultracapitalista.
Fue entonces cuando monseñor Esandi estaba seguro de la “victoria a favor de los pobres colonos”. Los cuales, por consejo suyo, habían formado la “Comisión de Defensa”. Eligieron presidente a Giovanni Rotter (años más tarde acompañó desde Buenos Aires a Villa Regina al comisario de ICLE Graziadei, dispuesto a resolver la disputa) y un ejecutivo de la Ciac le dijo que él pagaría su elección. De hecho, siguiendo la historia de monseñor Esandi, la Ciac se ensañó con los cinco hermanos Rotter subastando las 25 hectáreas transformadas en el jardín más hermoso y en la más hermosa huerta en la colonia que fueron adquiridos por la Sacra.
El pueblo se rebeló, unido y dispuesto a hacer cualquier cosa para salvar la propiedad de los Rotter. Villa Regina, para el obispo, estaba “en un volcán horrible”. Mejor, entonces, que el gobernador enviara a tiempo fuerzas armadas si se decidía desalojar a los Rotter: “Ninguno –explicó alarmado el obispo– puede contener la desesperación de los colonos”.
La misma desesperación el prelado la encontró en el asunto relativo al colono Piubelli (Francisco), el primero que dio la alarma en 1925: “Fuimos engañados, nos han traicionado”. Ellos lo callaron, recuerda monseñor Esandi, ahora le estaban dando la razón. Piubelli fue desalojado en 24 horas a pesar de la protesta “ordenada y varonil”, pero luego un juez le dio un tiempo de pocos meses censurando la Ciac por lo que había hecho.
Sí, el obispo Esandi, “amigo de los pobres desgraciados colonos”, había abrazado su causa. Pero nunca había actuado –aseguró solemnemente– en nombre de la Santa Sede. No entendía, entonces, por qué el ICLE había recurrido al Vaticano, pero él no se arrepentía de haber dado apoyo a “más de cuatrocientas familias italianas y otras de otras naciones, y luego otras tantas familias italianas que se sumaron por razones de trabajo, abandonadas en estas penosas circunstancias por las autoridades italianas”.
Los emisarios fascistas en Argentina no toleraron, sin embargo, su demanda de justicia social. La vieron como una intromisión en sus negocios. Lo acusaron antes con el cardenal de Buenos Aires Santiago Copello, después trataron de avergonzarlo directamente al Vaticano. El obispo insistió en que él actuó en “carácter de consejero de los colonos” y no “en nombre de la Santa Sede”. Tantum sufficit, concluyó en latín. Eso fue suficiente. No pudo resolver el conflicto monseñor Esandi, pero bloqueó la agresividad de la compañía. Fueron necesarios más de casi diez años de lucha y lágrimas para poner fin a la pesadilla de las amenazas de desalojo.
De hecho, recién en diciembre de 1950 comenzó la entrega de títulos de propiedad a los colonos.
Publicado en Diario "Río Negro", 23 de enero de 2014.

MONSEÑOR ESANDI Y SU IMPORTANCIA EN LA VIDA DE VILLA REGINA.
(yá publicado en ¡BIEN DE REGINA!)

Nacido en Bahía Blanca el 6 de se septiembre de 1876 y fallece el 29 de agosto de 1948,  primer obispo de Viedma (Argentina). Sucesor del Vicario Apostólico de la Patagonia: Mons. Juan Cagliero.
Es un euskaldun, Nicolás Esandi, descendiente de Jaurrieta, en Navarra, cuya familia de origen vasco se asentó en Bahía Blanca hacia 1890. Su padre José Joaquín Esandi contrajo matrimonio con y María Dolores Nicolao, también proveniente de Jaurrieta, Navarra y tuvieron 9  hijos, tres de los cuales decidieron tomar la vida religiosa. Nicolás Esandi fue ordenado sacerdote salesiano el 28 de enero de 1900. El 17 de febrero de 1935 es ordenado Obispo en Buenos Aires. Toma posición el 18 de marzo de 1935.


En los primeros años de la Colonia Regina el remate de una chacra era una amenaza colectiva. No importaba si eran friulanos, trentinos, venetos, piamonteses, toscanos, marchigianos o sicilianos... cualquiera sea el lugar de origen estas familias tenían la posibilidad de perderlo todo...
En el años 1929, Compañía Ítalo Argentina de Colonización - C.I.A.C. - procede a llamar a los colonos a sus oficinas para que cada uno se presente para suscribir el contrato de las tierras -por cuyo remate- se le va a adjudicar lo que genera rechazos y protestas.
Monseñor Esandi era el enlace directo entre la Comisión Ejecutiva de Defensa del Colono presidida por Juan Rotter y las autoridades.
En noviembre de 1940 nació la "Comisión Pro Defensa de los Colonos" en la chacra de los hermanos Rotter, bajo presidencia provicional de Bautista Viberti. Asistieron a la reunión entre 250 y 300 personas. Integraban la misma: Juan Rotter, Enrique Perazzolli y Luis Berola.
La primera medida que tomaron fue solicitarle al Sr. Bignami, Presidente de la Comisión de Fomento que intervenga el Gobernador del Territorio, Adalberto Pagano.
Ettore Zuliani manifestó: "Llegué a la Argentina en el año 27. Formé parte de la Comisión de apoyo a los chacareros, junto a Juan Rotter que era su presidente, fuimos siempre guiados por el Obispo Esandi."
Elena Rotter recuerda: "Juan Rotter con Monseñor Esandi lucharon enormemente, en trámites, papeles... Juan se iba largas temporadas a Buenos Aires, mientras acá quedaban los hermanos, trabajando y pagándole todos los gastos, no los pagaban los colonos, todo lo pagaban los hermanos...y ellos con otro grupo de acá, los Angeli, los Donolo, se reunían y estaban en la lucha."
...
En 1946 se realizó en Buenos Aires una reunión definitoria, varios colonos, entre ellos Guillermo Donolo tuvieron una extensa entrevista con el entonces Presidente Gral. Juan Domingo Perón que ofreció como solución la Ley de Aparcerías Rurales que solucionaba la problemática en la Colonia Regina y que le dieron 33 años de plazo para la tierra y créditos para la contrucción de viviendas.
El Monseñor Nicolás Esandi se reunió en el patio de la Parroquia con los colonos para comunicarles personalmente el arreglo definitivo del largo conflicto con Banco Hipotecario de Nación.
(Fuente de investigación: "Las historias que nos unen" de Silvia Zanini).

En 1946 el Diario Patagonia reconocía que la intervención del Señor Obispo Monseñor Esandi contribuyó a encarrilar la solución de los remates 
La Colonia Regina de Alvear, incorporada al Plan del Banco Hipotecario Nacional, compuesta de 1.400 hectáreas, subdivididas en 110 lotes, constiuyeuna nueva realidad, de la política social agraria, que propició el Gobierno del General Perón.
Cumplidas las exigencias fijadas oportunamente, se procedió a la transferencia definitiva de los lotes, con la asistencia de las autoridades locales,representantes gremiales, del Director del Banco hipotecario Nacional, Raúl Literas, y del Vicepresidente 2º, Juan Piñeiro, quienes concurrieron enrepresentación del Banco.


TESTIMONIO DE TULIO PERAZZOLI.

MONSEÑOR ESANDI, CRUCIAL EN REGINA.


Para quien conoció el sacrificio de los tiempos fundacionales, el agradecimiento es parte del relato. Así, en las historias de vida aparecen esos pequeños homenajes hacia aquellos que acompañaron a los productores, en su mayoría inmigrantes en una tierra extraña.
Tulio Perazzoli recordó a su abuela, la primera partera del lugar, cuya tarifa por sus servicios era algún artículo de primera necesidad o simplemente un eterno agradecimiento. También al almacenero Di Pauli, que generosamente les fio a todos los productores cuando no pudieron vender su producción, y a monseñor Esandi, obispo de la Diócesis de la Patagonia desde 1934.
Nicolás Esandi (1876-1948), nacido y ordenado en Bahía Blanca, fue el primer obispo de esta región y tuvo una actuación fundamental para que los productores de la Colonia Regina obtuvieran sus títulos de propiedad.
"Acá hubo una lucha desde el año '25, '26, de los productores para ser propietarios -relata Tulio-. Los inmigrantes habían comprado la tierra a la CIAC con créditos del Banco Hipotecario. En un momento se hizo una comisión (formada por Guillermo Donolo, Agripino Stefenon, Juan Rotter, Aquiles Trettel y Talmo Tassile, entre otros) para que los productores pudieran tener su título y salvarse de que sus tierras fueran rematadas. Ayudó muchísimo el obispo Esandi, que para los chacareros de la colonia estaba un escalón por debajo de Dios. Él hizo todas las gestiones en Buenos Aires para que los chacareros no perdieran la tierra y el trabajo que habían invertido en ella. ¡Los viajes que habrá hecho de Viedma a Regina! Cuando llegaba se juntaban los productores para ver qué novedades traía. Esandi llegó hasta Perón, que finalmente otorgó títulos a quien trabajaba la tierra. Esandi se entrevistó varias veces con Perón. Tenía sus años el obispo, venía con mucho sacrificio hasta acá, pero su intervención fue clave para que salváramos las chacras", cuenta.
"Recuerdo que un rematador llegó por el año '42, '43. Mi mamá estaba conmigo y en compañía de la señora de Donolo. El día del primer remate apareció un comprador mandado por el banco o por la CIAC. Esta señora que estaba con mamá se sacó un zapato y se lo tiró por la cabeza al comprador... se armó un gran alboroto y el remate se suspendió. En el segundo intento mandaron la policía montada y palparon a todos. A las mujeres no se animaron a revisarlas (risas). En ese remate no hubo compradores".
Desde su nacimiento la colonia tuvo períodos negros y otros prósperos. Obviamente, todo el mundo recuerda el tiempo de las vacas flacas en detalle, no sólo porque las colonias se mantuvieron unidas en la adversidad sino porque funcionaron como pequeñas comunidades organizadas, algunas veces por vecindad y otras, por zona o por regiones de origen y dialecto común.
Entre las estrategias de supervivencia que todo viejo poblador recuerda está la destilación de grapa: "Mis nietos conocen estas anécdotas de los comienzos de la colonia -cuenta Tulio-. En los años de la crisis, '29, '30, '31, muchos chacareros se dedicaron a hacer grapa para contrabando. Mi papá hacía grapa y con eso subsistíamos. Llevaba una damajuana por semana a un almacén y ahí mismo la cambiaba por un cajón de mercadería. Se escondían para hacerla, pero cuando hacían el alambique el olor se sentía a dos kilómetros (risas). Si nos buscaban, nos encontraban por el olor...".

Publicado en el Suplemento "El Rural" del Diario "Río Negro", 6 de septiembre de 2008. 
Entrevista de Susana Yappert.



Anexo:


Hay un monumento histórico en una de las plazas de nuestra Ciudad cerca de la Ruta Nacional Nº 22 entre las calles Artémides Zatti (frente a la Iglesia Nuestra Señora del Rosario) donde está el “Monumento Monseñor Esandi” que recuerda a este hombre que estuvo en momentos difíciles de la vida de la Colonia Regina defendiendo a los productores para que no perdieran sus chacras.
En 1971 se emplaza un 20 de agosto un monumento en su homenaje
Monseñor Esandi fue defensor de los primeros colonos y fueron sus colaboradores Juan Rotter, Enrique Perazzolli, Agripino Stefenon y Guillermo Donolo por una iniciativa de Alfredo Tinti.
Se copia texto de una "vieja entrada" 26-12-2012 de ¡BIEN DE REGINA! 

miércoles, 23 de septiembre de 2015

RECORDANDO EL AYER: FOTOS DE HORACIO JORGE SANTÁNGELO, UNA GLORIA ¡BIEN REGINA!


Se agradece a Historia Automovilismo Comahue por publicar estas fotos que se rescatan del Querido y Aprecido piloto Reginense HORACIO JORGE SANTAGELO.

lunes, 21 de septiembre de 2015

21 DE SEPTIEMBRE DE 1995: SE DA A CONOCER LA NÓMINA DE LOS ELECTOS DE LA CONVENCIÓN MUNICIPAL DE VILLA REGINA.

Reunido el Tribunal Electoral Municipal (acta Nro. 59), en conocimiento, de la documentación recibida del Tribunal Electoral Provincial con los resultados de los comicios para Convencionales Municipales (Titulares y Suplentes) realizados el 14 de mayo de 1995 y proclamados (art. 209, inc. 13, Ley 2431) firmado por Juan Pablo Videla, Juez; y Ernesto J. F. Rodríguez, Juez; por ante la Secretaría actuante María Ester Zambrano.
La nómina de los electos es la siguiente:
CONVENCIONALES MUNICIPALES 
UNIÓN CÍVICA RADICAL.
TITULARES: Juan Francisco Correa, Sandra R. Benito, Silvia J. Azansa, Víctor Emilio Friullani, Graciela D. Céliz, Alicia Carreiro Neto, Verónica Collodet, Silvana C. Orazi, Roberto A. Cipolletti, Silvia B. Morales.
SUPLENTES: Blanca A. Schay, Luis H. Fiordelli, Ernesto Della Bruna, Sandra Fagotti, María A. Prieto, Ricardo López, María Yolanda de Longuinotti, Oscar R. Moreyra, Norma B. Allemanni, Jorge R. Rivero.

FRENTE PARA EL CAMBIO.
TITULARES: Juan Daga, Ángel Alberto Porrino, Teresa Victoria González, Néstor Fabián Fanjul, Graciela Susana Rivera, Horacio Riccono, Carlos A. González, Carlos Alberto Peralta, Alicia Mónica Valverde.
SUPLENTES: Fernando López, Ivana Susana Lastra, Delfín Dacio Pérez, Alfredo Innamorati, Liliana Mónica Barion, Oscar Alberto Selva, Walter Harsem, Josefina Gallardo, José Manuel De La Vega.

FREPASO.
TITULAR: Juan Carlos Muzzin. 
SUPLENTE: Yolanda Nélida González.

Fuente de información: "Historia de Villa Regina y sus memorias" de Franco González, página 243.

sábado, 12 de septiembre de 2015

Villa Regina (Río Negro) - "En 1935 Luis Perazzoli ya tenía espaldera en la chacra".

Tulio Perazzoli cuenta la historia de su familia, pionera en Colonia Regina Paccini de Alvear. Su abuela María Bonelli fue la primera partera y su padre, un innovador en sistemas de conducción.


El hombre se prepara para una noche de helada. La duermevela de los chacareros entre los meses de setiembre y noviembre en esta parte del mundo. "Esperamos 7 bajo cero para esta noche; hoy tenemos baile", cuenta Tulio Perazzoli, parte del núcleo fundacional de Colonia Regina.

Tulio puso su primer riego por aspersión en 1971. Recuerda que en principio lo instaló en dos hectáreas y media. Llegó la helada y con dificultades puso en marcha el riego a las 4:30. Esa noche salvó las plantaciones protegidas por el riego nuevo y con esa pequeña superficie pudo solventar los gastos anuales de la chacra y él y su hermano pudieron cambiar el auto.

Tulio cuenta orgulloso que no sólo en eso fueron pioneros. Los Perazzoli fueron de los primeros pobladores de Villa Regina y además -cree- los primeros en el Valle en utilizar el sistema de conducción denominado "espaldera". "Mi padre puso espaldera en 1935. Él había visto ese método en Italia y lo aplicó acá cuando nadie lo conocía. Hoy la chacra está toda en espaldera, tal como papá quería".

Luis y Enrique Perazzoli llegaron a la Argentina en 1924. Venían de Italia, de una zona de la provincia de Trento en la que producían manzanas, peras y vid.

En Bosentino, el pueblo de esta familia, hay colinas. La región es completamente montañosa. Antiguamente fue habitada por los celtas y después conquistada por los romanos, que la bautizaron "Tridentum", por las tres enormes elevaciones que rodean la ciudad capital. "Si conociera nuestro valle de Italia! ¡Es hermoso! -suspira Tulio-. Ahora hay más viña que otra cosa. Donde hay un metro cuadrado para poner una planta, la ponen". Cuenta Tulio que en tiempo de cosecha bajan la producción al hombro, pues las plantas se cultivan en laderas a las que no puede acceder ningún vehículo. "Por igual motivo hay lugares donde pasan la motoguadaña atados de una soga, por si se resbalan".

En Italia, los Perazzoli se dedicaban, en temporada, a la producción frutícola y en invierno, a la construcción. Con ese saber como capital los hermanos se largaron a "far l'America".

De Buenos Aires tomaron un tren que los llevó a la provincia de Mendoza. Allí fueron empleados para cavar un túnel de 3.000 metros bajo una montaña en Cacheuta. Construían una central eléctrica. Al llegar a Cuyo, Luis tenía 22 años. En Mendoza los hermanos Perazzoli se enteraron de la existencia de la Compañía Ítalo Argentina de Colonización (CIAC). Enrique, el mayor, fue el encargado de venir al Alto Valle para informarse de lo que podían hacer en esta región. Esto ocurrió en 1926. Ante la posibilidad de conseguir tierra para trabajarla, y sobre todo en fruticultura, los hermanos decidieron radicarse aquí.

Cuenta Tulio Perazzoli, hijo de Luis, que para ellos la opción de quedarse aquí fue ideal, pese a los enormes desafíos que implicaba esa determinación. Sabían manejar frutales y, mientras ponían en producción la tierra, podían hacer trabajos de construcción en un sitio que los demandaba. De hecho, los hermanos Perazzoli hicieron varias casas colónicas en la segunda zona antes de ver los primeros racimos de sus plantas.

Luis y Enrique trabajaron en una cuadrilla con dos hermanos Bonelli. "Un día uno de ellos le mostró a mi papá una foto de su familia que estaba en Italia -relata Tulio-. En la foto estaba Victoria Anunciata. Mi papá la vio y le dijo a mi tío 'Ésta va a ser para mí'. Y así fue. Mi mamá llegó a la Argentina con su familia y a los pocos meses se casó con mi papá".

Los Bonelli eran una familia numerosa. En la Argentina vivían dos y luego vinieron de Italia siete hermanos más y sus padres. Llegaron en marzo de 1927 a Colonia Regina. Como todos, escapaban de la guerra y tenían extensiones de tierra tan pequeñas que era casi imposible repartirlas entre tantos hijos. En Italia quedó sólo un hijo, que fue médico.

María Bonelli, la abuela de Tulio, fue la primera partera de la colonia. Se había recibido en Innsbruck, Austria, en 1906. El primer parto que atendió en Regina fue el de Dauno Damen y el último, el de Ida Perazzoli, una sobrina. La paga por traer niños al mundo -recuerda Tulio- no era en metálico ni en billetes sino algo para comer, una bolsa de papas, un pollo, un lechón, o algún servicio como, por ejemplo, puntear la quinta. "La verdad es que tenía mucho trabajo. En la colonia eran todos matrimonios jóvenes, así que salía de una tranquera y entraba en otra (risas). Recuerdo haberla acompañado a atender el último parto... ¡cuánto sacrificio han hecho, pobres viejos!", afirma este productor que nació en su chacra y confiesa que nunca hizo cambio de domicilio.

María Bonelli tuvo 16 hijos, dos veces mellizos y, en dos oportunidades, dos hijos en un año. Murió a los 64 años. Una de sus hijas, Victoria Anunciata (1909), se casó con Luis Perazzoli (1902).

"Hicieron una linda familia. Eran los dos muy alegres, a pesar de haber pasado de todo en los comienzos de Regina", recuerda Nidia Bussinelli, esposa de Tulio.

Como todos los colonos, los Perazzoli desmontaron solos la propiedad con caballos, rastrones caseros, pico y pala. Contaban que cuando empezaron el desmonte mataban muchas víboras y arañas y cazaban martinetas y perdices, que abundaban en el lugar y saboreaban con frecuencia.

Los hermanos Perazzoli y Guido Rossati recibieron 25 hectáreas que se repartieron en partes iguales. En los comienzos trabajaron en sociedad compartiendo instrumentos de labranza y haciendo compras al por mayor.

Su padre y su tío Enrique -cuenta Tulio- plantaron viña porque a los tres años ya tenían producción. "Los primeros años fueron durísimos. Mi papá empezó con ocho hectáreas de las cuales seis eran de viña. Él, a diferencia de otros italianos que llegaron a Regina, conocía el trabajo en fruticultura. Es posible que por eso se hayan equivocado menos y hayan progresado relativamente rápido".

Luis y Victoria tuvieron cuatro hijos: Lidia, Tulio, Dino y Jorge. Tulio y Dino continuaron trabajando la propiedad de sus padres y se dedicaron siempre a la fruticultura. Jorge, 17 años menor que Tulio y enamorado de las montañas, vive desde 1982 en San Martín de los Andes. Lidia, por su parte, se estableció en Mar del Plata.

La infancia de los cuatro hermanos fue austera pero feliz. Asistieron a la escuela y compartieron la intransferible experiencia de vida de los pioneros. Como todos los hijos de inmigrantes, crecieron en dos mundos; aprendieron como primera lengua el dialecto trentino de sus padres y al llegar a la escuela afianzaron el castellano.

"Contaba mi mamá que más o menos cuando yo nací estuvieron un año entero sin ver una moneda. No vieron nada de dinero, literalmente. ¿Cómo sobrevivieron? Haciendo de todo y muy especialmente gracias a un almacenero que en los tiempos de crisis les fio. Sería lindo recordarlo. Un almacenero de Villa Regina de apellido Di Pauli, quien alimentó a muchos productores durante ese tiempo de crisis. No sé qué bolsillo tendría el pobre hombre, lo que sí sé es que tenía un corazón gigante. Gracias a él nunca nos faltó lo esencial".

Ese tiempo fue uno de los tantos difíciles que atravesó la zona. "A principios del '30 -recuerda este productor- el gobierno les pagó 3 centavos por kilo de uva para que la enterraran. No había bodega para absorber esa producción. Por eso empezaron a hacerse bodeguitas en las chacras. A partir de entonces los productores que pudieron fueron reemplazando uvas por manzanas, que era lo que más rendía, y en otro momento agregamos peras. Y de reconversión en reconversión llegamos al presente -sintetiza-, después de mucho trabajo, mucha economía en la familia y cuidando el centavo para poder comprar más tierra o mejorar la producción existente".

En estos años -recuerda quien es sin dudas un chacarero exitoso- muchos productores quedaron en el camino. "No sólo hay que saber manejar las plantas -asevera-: es importante reconvertir a tiempo y asegurar el mercado".

Actualmente los Perazzoli comercializan mediante una sociedad anónima que conforman con otros nueve productores. Pasaron por la experiencia cooperativa pero la abandonaron por sus deficientes resultados. "Estuvimos en varias cooperativas: La Reginense, La Cautiva, la Trento-Regina... pero acá, en la Argentina, no funcionó el cooperativismo porque hubo tres avivados y 20 estúpidos que confiaron en esos avivados, hablando mal y pronto. No quiere decir que la cooperativa sea mala; el sistema funciona muy bien... el problema son los hombres que la manejan. Nosotros visitamos en Italia una cooperativa de vitivinicultores que tiene más de 2.000 socios. Lo primero que nos llamó la atención fue que había dos personas trabajando. ¡Es una bodega que trabaja millones de litros y sólo había dos personas trabajando! Todo modernísimo. La guarda de la bodega se hace 12 metros para abajo y sobre ella hay viñas. Bueno, allá funciona la cooperativa; acá no. Es una cuestión cultural", se lamenta.

En 1992 Tulio hizo su primer viaje a Italia, con su señora, y hace unos meses regresaron al país de sus ancestros con el menor de sus nietos. "Fue una experiencia lindísima poder mostrarle dónde nacieron nuestros padres. Mi madre también pudo regresar a Italia, ya viuda; papá no, murió a los 60 años, no volvió a su pueblo".

Casi en su mayoría, los Bonelli y los Perazzoli se dedicaron a la producción frutícola en su tierra de origen y en la que los recibió. Agradecidos, transitan entre estos dos mundos que saben propios.

Lidia Perazzoli, la hermana de Tulio, se casó con Rodolfo Giacomini y tuvo cuatro hijas: Ana María, Lidia Isabel y Mirta. Dino se casó con Margarita Gastaldi y tiene dos hijas, Norma y Mariel. Jorge, con Francisca Severino y tiene tres: Jorge, Miriam y Gastón. Y Tulio lleva 51 años de casado con Nidia Luisa Bussinelli, con quien tuvo dos hijos: Luis Raúl y Néstor, ambos ingenieros civiles. "El mayor vive en Cipolletti y tiene cuatro varones y el menor, Néstor, tiene una hija y un hijo, también de 20; viven en Regina".

"La chacra me gusta de alma. Elegiría esta actividad si viviera otra vida -resume este apasionado productor-. La chacra es como una hija para mí y la he cuidado como tal. Mis hijos pudieron ir a la universidad pero les enseñamos a querer la tierra, porque gracias a ella pudieron estudiar. Seguro alguno va a seguir con esto, si no son los hijos será algún nieto", afirma.

Autora de la entrevista: SUSANA YAPPERT.

Publicado en: Diario Rio Negro "Suplemento Rural" - Sábado 06 de Septiembre 2008.

viernes, 11 de septiembre de 2015

HISTÓRICAS REGINENSES: Aquella sociedad de colonización por HÉCTOR PÉREZ MORANDO.

Aquella sociedad de colonización 
por HÉCTOR PÉREZ MORANDO.
Tradiciones. Durante los primeros años de la colonia, las comuniones y otras ceremonias religiosas contaban con un acompañamiento masivo.

En rol de la Ítalo-Argentina en los tiempos fundacionales.
Las primeras reglamentaciones y medidas destinadas a los colonos.
"La Perla del Valle" y su pasado de trabajo, sacrificio y esfuerzo.

Los nativos no le dejaron topónimo y tampoco los trasandinos en sus arreos desde las pampas bonaerenses. No obstante, es de suponer que la geografía entre las bardas y el río Negro fue lugar de paso y la rastrillada sirvió como proyecto ingenieril para que el ferrocarril pasara rumbo a la cordillera y la hoy Ruta Nacional 22 afirmara su dominio vial. Solamente hubo aproximación descriptiva del lugar durante la campaña Roca en 1879 cuando Manuel José Olascoaga dejó escrito en diario de marcha: "Dos horas de camino más arriba de Chichinal (Chichinales) acampamos en un sitio algo distante del río, cerca de un depósito de agua (4/6/1879). Y al día siguiente marchamos a las 7 y tres cuarto. El campo se presenta otra vez llano con muy ligeros accidentes. Las barrancas que lo cierran por el norte aumentan notablemente su altura a medida que se avanza al oeste..."

En esa zona, Manuel Marcos Zorrilla secretario privado de Roca en su primera presidencia, fue adjudicatario de 15.000 hectáreas que tuvo su bautismo como "Campo Zorrilla" durante muchos años. En 5.000 hectáreas se pusieron los ojos para que en julio de 1924 naciera la Sociedad Italo-Argentina de Colonización, que con el aporte económico de tres bancos, varias empresas de navegación italiana, además de industriales, comerciantes y particulares del país, italianos o descendientes, fueran concretando el gran proyecto colonizador. Y fue claro el artículo 4° del Estatuto Social: "La sociedad tiene por objeto promover y favorecer la colonización en todo el territorio de la República Argentina, tratando que los colonos lleguen a ser propietarios de la tierra que trabajan, dirigiendo sus actividades y prestándoles la mayor asistencia moral. El capital autorizado se fijó en pesos 3.000.000 m/n. que será emitido por series...".

Las primeras "1.300 hectáreas fueron divididas en 130 lotes de 5, 10 y 15 hectáreas, todos provistos de alambrado" según se expresa en libro de destacado ferroviario inglés, agregando que "... fueron construídos caminos y todos los canales secundarios, terciarios y ramales con sus respectivos desagües y se instaló y organizó un gran vivero, proveyéndolo de plantas madres elegidas y expresamente importadas de Australia para suministrarlas luego a los colonos. Fueron vendidos todos los primeros lotes a 130 familias de colonos, especialmente elegidas y seleccionadas".

El colono al firmar el boleto de compra-venta entregaba el 10 % del precio establecido -como depósito de garantía- y recibía el predio "desmontado, alambrado y arado en toda su extensión, con casa habitación de 4 piezas, galería, servicio y pozo para los lotes de 10 y 15 hectáreas y de 2 piezas, galería, servicio y pozo para los de 5 hectáreas" (Rögind, W, 1937).

El comendatore Héctor Valsecchi fue primer presidente de la Italo-Argentina de Colonización y los ingenieros Felipe Bonoli y Mario Bicchi primeros técnicos que con nivel y teodolito dibujaron esa inicial trama agropecuaria que con el tiempo sería conocida como la "Perla del Valle".

Pero sin duda el principal protagonismo lo tuvo el entonces presidente de la Nación Marcelo Torcuato de Alvear que con su ministro del Interior Sagarna firmó el decreto aprobatorio de constitución de la Compañía Italo Argentina de Colonización. Villa Regina tiene pasado de romance, pues Marcelo Torcuato de Alvear había conocido en Buenos Aires, de visita, a la cantante lírica Regina Pacini presentándose en el teatro Politeana que terminó en unión matrimonial. Los promotores le regalaron el nombre de Regina al emprendimiento cuya estación del Ferro Carril Sud en el kilómetro 1106 se levantara años después.

Villa Regina tuvo su primer presidente como Comisión de Fomento entre el 18 de enero de 1930 y 23 enero 1931 en el vecino Italo Rafaelli y es parte de su corta historia, la primera fábrica de conserva de tomate, después elaboración de tomate deshidratado, primera fábrica de dulce y la conocida cooperativa sidrera. Por supuesto tiene otros galardones, pero posiblemente el mayor sea: trabajo, sacrificio, esfuerzo y constante progreso.

Bibliografía y fuentes principales: Rodríguez, Antonio F., 1947. Varios. Río Negro. Pasado y presente, 1980. Molíns, W. J. El Alto Valle, 1919. Rögind, W. Historia, 1937. Pérez Morando, H. La dama, 1993. Biblioteca Popular, 2005 y La Perla (RN), 2006. Vapnarsky, CA. Pueblos del Norte, 1983. Mailhet, LD. El Alto Valle, 1944. Archivo diario "Río Negro" (GR). Biblioteca Patagónica (VECh) y otros.

HÉCTOR PÉREZ MORANDO. 
Periodista. Investigador de historia patagónica.

*** Fuente de información e imagen: Diario Río Negro (edición Nro. 22.713) Suplemento: "ANIVERSARIO CIUDAD DE VILLA REGINA", lunes 7 de noviembre de 2011. 
Esta nota de Héctor Pérez Morando fue publicada en su momento en "El Reginense" GUILLERMO PIRRI ARGENTINO.
http://guillermopirriargentino.blogspot.com.ar/2011/11/aquella-sociedad-de-colonizacion-por.html

PRESIDENTES DE "CÍRCULO ITALIANO" DE VILLA REGINA.

En página 33 de la publicación “Círculo Italiano 1926 – 70 Aniversario – 1996” se difunden testimonios de “Presidentes del Círculo italiano” que se transcribe.
SESTO TASSILE: "RECIBIMOS EL CLUB CON MUCHOS PROBLEMAS QUE FUIMOS RESOLVIENDO POCO A POCO CON LA VALIOSA COLABORACIÓN DE TODOS LOS INTEGRANTES DE LA COMISIÓN, DE LAS SUBCOMISIONES Y DE LOS SOCIOS. DEBO ACLARAR QUE TAMBIÉN TUVE SINSABORES, SEGURAMENTE POR MI FORMA DE SER. CONSIDERO QUE EL SE PONE EN UNA INSTITUCIÓN SE TIENE QUE DAR TODO A ELLA Y GRATIS.
YO TUVE SUERTE, DISPONÍA DE TIEMPO, LE DEDICABA CUATRO HORAS DEL DÍA AL CLUB. TENGO EL ORGULLO DE HABER SIDO INICIADOR DE LA ESCUELA DE FÚTBOL.”
RENATO VECCHI: “FUI SECRETARIO DEL CLUB DURANTE CUATRO AÑOS Y UNO FUI PRESIDENTE. HICE LA TAREA CON VOCACIÓN Y MUCHA SATISFACCIÓN, RECORDANDO PRINCIPALMENTE A LOS QUE ME PRECEDIERON, A LOS PRIMEROS SOCIOS Y PIONEROS QUE CON GRAN ESFUERZO CONSTRUYERON EL ACTUAL EDIFICIO Y MANTUVIERON CON BUEN NIVEL A CÍRCULO ITALIANO. TENÍA EL DEBER DE APORTAR MI PEQUEÑO GRANO DE ARENA A ESTA INSTITUCIÓN.”
SALVADOR VERANI: “SIEMPRE QUE HAY ALEGRÍA HAY CREACIÓN. MIENTRAS MÁS RICA LA CREACIÓN MÁS PROFUNDA LA ALEGRÍA. POR ESO PARA MÍ FUE UNA ALEGRÍA SER PRESIDENTE DE CÍRCULO ITALIANO, POR EL CONSTANTE APOYO BRINDADO POR SUS ASOCIADOS Y SIMPATIZANTES”.
HÉCTOR GRIFONI: “MI PASO POR CÍRCULO ITALIANO RESPONDE A UNA CONTINUIDAD DE MI ABUELO Y MI PADRE. AMBOS FUERON PIONEROS DE LA INSTITUCIÓN, JUNTO A OTRAS PERSONAS QUE LA HICIERON GRANDE. MIS QUINCE AÑOS EN CÍRCULO ITALIANO FUERON EL INICIO DE MI PARTICIPACIÓN INSTITUCIONAL, DURANTE LA CUAL APRENDÍ, JUNTO A OTROS A TRABAJAR EN COMISIONES, Y TODOS DE ALGUNA MANERA HEMOS SUMADO NUESTRO GRANITO DE ARENA PARA QUE ESTÉ EN EL LUGAR QUE CORRESPONDE. MIS ÚLTIMOS AÑOS COMO PRESIDENTE CULMINARON CON LOGROS IMPORTANTES EN LO DEPORTIVO Y SOCIAL, Y VEO CON MUCHA SATISFACCIÓN QUE MIS SUCESORES SIGUEN CON EL MISMO ÍMPETU QUE LOS QUE HEMOS TENIDO EL HONOR DE COMANDAR LOS DESTINOS DE ESTA PRESTIGIOSA INSTITUCIÓN.”
EDUARDO SILENZI: “NO SOLO COMO EX – DIRECTIVO DE ESTA INSTITUCIÓN, SINO TAMBIÉN COMO REGINENSE, ME SIENTO ORGULLOSO DE PODER AFIRMAR QUE TENEMOS EN VILLA REGINA, UNO DE LOS MÁS IMPORTANTES CLUBES DE TODA LA PROVINCIA, Y QUE ES UNA MUESTRA FIEL DE LO QUE PUEDE EL TRABAJO, LA VOLUNTAD Y EL ESFUERZO PUESTOS AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD ESTOS 70 AÑOS DE HISTORIA DEL CÍRCULO ITALIANO, NOS HA DEJADO A TODOS LOS REGINENSES, UN SINFÍN DE ÉXITOS, ALEGRÍAS Y REALIZACIONES. POR TODO ELLO QUIERO EXPRESAR MI AFECTUOSO RECUERDO A LOS FUNDADORES DEL CÍRCULO ITALIANO, Y QUE YA NO ESTÁN CON NOSOTROS. CON ALGUNO DE ELLOS TUVE LA OPORTUNIDAD DE TRABAJAR EN DISTINTAS COMISIONES Y EN ESA FUNCIÓN PUDE CONSTATAR SU GRANDEZA DE ESPÍRITU, Y COMPRENDER PORQUÉ SE PUDO CONSTRUIR, LO QUE HOY PODEMOS DISFRUTAR. A LA ACTUAL COMISIÓN DIRECTIVA Y DISTINTAS SUBCOMISIONES, MIS FELICITACIONES Y LOS EXHORTO A SEGUIR EL EJEMPLO DE LOS FUNDADORES DE NUESTRA INSTITUCIÓN.”
La Comisión Directiva en el momento de los 70 años del Círculo Italiano de Villa Regina (1996) estaba integrada de la siguiente manera: Presidente: Luis De Bortoli; Vicepresidente: Luis Cassani; Secretario: Héctor Zubeldía; Pro – Secretario: Edda Collino; Tesorero: Carmelo Lacolla; Pro – Tesorero: Josefina de Bello; Vocales: Archidoro Vesprini, Danni Barazzutti, Guillermo Busin, Roberto Plos, Flavio Collino.
El 5 de diciembre de 1926, se fundó la F.A.I., luego denominado "Dopolavoro", hoy Circulo Italiano, el Acta Nº 1, fue redactada en italiano, así está escrita en el libro correspondiente.
“Un gruppi di soci presentarono la lista dei candidatti al Consiglio Directivo, che transcriviamo a seguito, e che fú votata per aclamazione; Ing. Fillippo Bonoli Presidente – Ing. Mario Bicchi, V. Presidente – Sig Emilio Bignami, Secretario – Sig. Ferdinandi Ferravante, V. Secretario – Tesoriere Sig. Ettore Grifoni – Consiglieri, Sig. Giuseppe Caporalini – Consiglieri, Sig. Antonio Malnis – Consiglieri, Sig. Rufino Gregori – Consiglieri, Sig. Alessandro Fasulo – Consiglieri, Sig. Francesco Vertúa, Colletore.
In vitú di quanto és statu oggi aprovato dalla Asamblea Generale del Soci rimare constituita la Societá “F.A.I.” (Forza, Amore, Intelletto) Villa Regina, 5 Diciembre 1926”
….
“Aprobado con mayoría de votos el Estatuto redactado por la Comisión Provisoria. b.) Un grupo de socios presentaron la lista de los Candidatos del Consejo Directivo, que transcribimos a continuación y que fue votada por aclamación; Ing. Fillippo Bonoli Presidente – Ing. Mario Bicchi, V. Presidente – Sig Emilio Bignami, Secretario – Sig. Ferdinandi Ferravante, V. Secretario – Tesoriere Sig. Ettore Grifoni – Consiglieri, Sig. Giuseppe Caporalini – Consiglieri, Sig. Antonio Malnis – Consiglieri, Sig. Rufino Gregori – Consiglieri, Sig. Alessandro Fasulo – Consiglieri, Sig. Francesco Vertúa, Colletore”.
La 1° Comisión Directiva. Presidente: Filippo Bonoli; Vicepresidnete: Mario Bicchi; Secretario: Emilio Bignami; Tesorero: Ferdinando  Ferravante; Vocales: Héctor Grifoni, José Caporalini, Antonio Malnis, Rufino Gregori, Alessandro Fasulo.

El cuadro de imágenes es ¡BIEN DE REGINA! Fuente de información gentileza Walter Ventura.

Publica Wikipedia sobre el Círculo Italiano de Villa Regina.
Club Círculo Italiano. 
Apodo(s): "El Granate", "Los Itálicos" "El Decáno Reginense". 
Fundación: 5 de diciembre de 1926.
El Club Círculo Italiano es un club de de la ciudad de Villa Regina, de la provincia de Río Negro. Fue fundado en el año 1926 y actualmente se desempeña en la Liga Deportiva Confluencia, aunque también disputado torneos nacionales, como la Copa Argentina y los ya extintos Torneo del Interior y Torneo Argentino B en reiteradas ocasiones.
Historia. Círculo Italiano es el primer club de fútbol de la ciudad de Villa Regina siendo fundado en 1926 bajo el nombre de "Forza, Amore e Intelletto". Fue creado por algunos de los primeros colonos de origen italiano que se radicaron en la ciudad de Villa Regina, localidad que había sido fundada solo dos años por los mismos colonos provenientes de la inmigración producida luego de la Primera guerra Mundial. El Círculo Italiano fue de gran importancia para la Ciudad en los primeros años ya que colaboró al crecimiento de está siendo de gran ayuda en la actividad social y cultural de la comunidad reginense. En 1930 los socios decidieron cambiar el nombre del club al actual.
Participó durante años de torneos y ligas regionales, y fue uno de los clubes que participó en la fundación de la Liga Deportiva Confluencia en 1975. Después de 18 años sin ganar ningún campeonato, en 1993 consiguió su primer título liguero, título que conseguiría nuevamente en los años 1997 y 2012, este último de forma invicta. Además es un club con gran tradición en Torneos organizados por el Consejo Federal Argentino disputando sus competiciones en varias ocasiones. Sus participaciones fueron:
Torneo del Interior (1986-1995; 2007-2009; 2013)
Torneo Argentino B (1998/99; 2013/2014)
Copa Argentina (2013/14)
Identidad. El Escudo de Circulo Italiano se compone de un centro en el cuál se ubican las iniciales CI en color rojo granate, mientras que el cuerpo es una combinación de una bandera Italiana sobre un fondo celeste y blanco haciendo referencia así a las 2 patrias de origen de la institución. En la parte inferior se encuentra un Sol de Mayo naciente.
En cuanto a la vestimenta, el granate es el color clásico que utilizó históricamente el Club en toda su vestimenta aunque eventualmente a variado en tonos entre el rojo, purpura y morado. En cuanto al uniforme suplente se utilizan el rojo, verde y blanco (colores de la bandera italiana) de forma variada en las partes según el diseño.
En cuanto al juego, el estilo histórico de Círculo Italiano se caracteriza por tener una filosofía asociada al fútbol ofensivo y vistoso priorizando siempre el buen trato del balón. Jugadores como Gustavo Canales o los mellizos Gustavo y Germán Lanaro han pasado por las filas de las divisiones inferiores granates.
Rivalidades. Circulo Italiano mantiene una rivalidad de cuna con el otro club de la Ciudad, Club Atlético Regina, conformando así el llamado "clásico de la Perla del Valle" siendo este el más antiguo de la Provincia de Río Negro con más de 80 años de historia. Los clubes representan y generan una división de la ciudad en todos los aspectos y haciéndose presente con gran fuerza en todas las actividades realizadas por los clubes. El clásico más antiguo del Valle ha enfrentado a los clubes tanto en Torneos Regionales como en Torneos Argentinos y es uno de los más convocantes de la Región. El 3 de abril de 2005 se jugaría un clásico histórico ya que significaría el record de asistencia de público para un partido de Liga Confluencia, el partido se jugó en cancha de Atlético Regina y el resultado fue 4 a 1 a favor del equipo Granate significando también una de la mayor goleada producidas por un equipo visitante en el clásico.

https://es.wikipedia.org/wiki/Club_C%C3%ADrculo_Italiano